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El mundo entero reconoce la Dieta Mediterránea como una de las más saludables del mundo, un auténtico referente en lo que a alimentación se refiere. Muchos pensamos que ya lo conocemos todo de ella: las frutas y verduras frescas como base, el uso de grasas sanas como el aceite de oliva... Pero existe un alimento que podríamos definir como el gran secreto de la Dieta Mediterránea. La carne de conejo. Blanca, magra, fácil de digerir, con alto contenido en proteínas o vitaminas del grupo B… Un tesoro seguro y rico en propiedades saludables que, precisamente por ello, se está consolidando como la nueva forma de cocinar en Europa.
De hecho, las asociaciones de nutrición recomiendan consumir este tipo de carnes entre 3 y 4 veces por semana, y muchos deportistas ya la han integrado en su rutina.
La ciencia tiene mucho que ver en esta tendencia. Y es que la carne de conejo es baja en grasas y en calorías, ya que aporta únicamente 131 kcal por cada 100 gramos. Por el contrario, cuenta con un elevado contenido en proteínas de alto valor biológico, en fósforo y en vitaminas del grupo B (B3, B6 y B12), y es fuente de nutrientes como el selenio y el potasio.
De manera que tiene muchísimos puntos a su favor para formar parte de la alimentación (equilibrada) de todos los miembros de la familia, desde los niños hasta los mayores. Y, al ser una de las carnes más ligeras y fáciles de digerir que existen, se adapta a cualquier tipo de dieta que estemos siguiendo.
Versátiles y más sencillos de preparar
Todo esto no tendría sentido si la carne de conejo no fuera, además, sabrosa y enormemente versátil. De ello da fe el recetario tradicional de nuestro país. Y a todo esto vienen a añadirse ahora tres nuevos formatos listos para abrir y cocinar que añadirán un plus de sencillez y conveniencia a tus recetas más saludables. Hablamos de los medallones de conejo, los muslos de conejo y el medio conejo troceado.
Unas innovadoras presentaciones que invitan a ponernos creativos con nuestras recetas, ayudándonos a extraer en poco tiempo y con escaso esfuerzo todo su sabor, manteniendo al mismo tiempo sus propiedades nutritivas.
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Con el fin de ponerlo todo más fácil a los chefs caseros, cada uno de los formatos está especialmente indicado para un tipo de elaboración. Los medallones de conejo, que solo cuentan con un hueso (el central), son perfectos para la plancha, donde necesitan unos 5 minutos a 225 grados; es decir, con el fuego bastante alto. Los muslos, tanto por tamaño como por la calidad de la carne, dan los mejores resultados en el horno.
Por último, el medio conejo troceado está concebido para arroces (necesita unos 20 minutos a 100º), guisos (15 minutos a 100º) o estofados (25 minutos a 100º), a los que proporciona un sabor delicioso. Aunque también rinde muy bien a la brasa (10 minutos a 225º).
Tres cortes y tres elaboraciones que te abrirán las puertas a una cantidad casi inagotable de recetas. Tu imaginación es el único límite, aunque si quieres inspirarte, puedes entrar en la web elsecretoescarnedeconejo.eu, donde descubrirás platos que no te esperas con la carne de conejo como protagonista.
Por cierto, la carne de conejo se produce dentro de nuestro país, por lo que cuenta con todas las garantías que proporciona la legislación europea (una de las más exigentes del mundo) en materia de seguridad alimentaria y calidad desde la granja hasta la mesa. Y eso incluye el respeto animal o la sostenibilidad medioambiental, dos características cada vez más importantes para todos.
Así, no es de extrañar que ese que hasta ahora ha sido el secreto a voces de la Dieta Mediterránea, la carne de conejo, se esté convirtiendo a velocidad de vértigo en la nueva forma de cocinar en Europa. Y con buenas razones.
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