Los casados que son infieles no se arrepienten, lo dice un estudio

Un gran estudio sobre las razones para ser infiel a la pareja revela que el problema no es que falte amor. Lo que falta es sexo. Y el infiel no suele sentirse culpable de su aventura.

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Infidelidad pareja

La mayoría de los infieles no muestran arrepentimiento. 

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

Lo de engañar a la pareja parece que tiene que ir acompañado de confesión y de arrepentimiento. Como si el protagonista de la aventura no pudiera con ese peso sobre su espaldas y fuera incapaz de mirar al marido o a la mujer a los ojos sin que se le comiera el remordimiento.

Pues bien, parece que esta creencia que damos por sentada y hemos visto cientos de veces en películas no es cierta: las personas casadas que tienen aventuras extramatrimoniales las encuentran muy satisfactorias, expresan poco remordimiento y creen que el engaño no dañó para nada sus matrimonios; es más, creen que sus matrimonios son saludables. Son los resultados de un nuevo estudio sobre la psicología de la infidelidad realizado por la prestigiosa Universidad Johns Hopkins y publicado en Archives of Sexual Behavior

Encuestas a dos mil infieles

El estudio se elaboró a partir de encuestas realizadas a casi dos mil personas usuarias de Ashley Madison, un sitio web para facilitar las relaciones extramatrimoniales. Y las conclusiones desafían totalmente las ideas preconcebidas que suelen tenerse sobre la infidelidad, en concreto sobre las motivaciones y experiencias de los infieles.

"En los medios populares, los programas de televisión, las películas y los libros, las personas que tienen aventuras tienen esta intensa culpa moral y no vemos eso en esta muestra de participantes", explica el autor principal del estudio, Dylan Selterman, profesor de la Universidad Johns Hopkins. "Las puntuaciones de satisfacción de la personas que tenían aventuras fueron altas, tanto a nivel de satisfacción sexual como satisfacción emocional. Y los sentimientos de arrepentimiento fueron bajos. Estos hallazgos pintan una imagen más complicada de la infidelidad en comparación con lo que siempre hemos pensado".

¿Por qué somos infieles?

En la encuesta los investigadores preguntaron a los participantes por qué querían tener una aventura, en qué punto estaba su matrimonio y cómo se sintieron después de ser infieles. 

Los encuestados, generalmente hombres y de mediana edad, aseguraron que querían a su pareja pero aproximadamente la mitad aseguraron que no tenían o tenían muy poco sexo con sus parejas

Así pues, la insatisfacción sexualfue la motivación más habitual para tener una aventura, junto con otras motivaciones, incluido el deseo de independencia y la variedad sexual. 

Los problemas en la relación de pareja, como la falta de amor o la ira hacia un cónyuge, eran los motivos menos citados para querer tener una aventura.

Querer a la pareja no implica arrepentimiento

Los investigadores comprobaron que tener un buen matrimonio no hizo que los infieles fueran más propensos a arrepentirse de las aventuras amorosas. Es más, la mayoría vivieron la infidelidad como algo satisfactorio a nivel sexual y emocional. 

El estudio sugiere que la infidelidad no es siempre el resultado de un problema profundo en la relación. "Los participantes buscaron aventuras porque querían experiencias sexuales emocionantes y novedosas, o a veces porque no sentían un fuerte compromiso con sus parejas. La gente tiene una diversidad de motivaciones para ser infiel y a veces engañan  incluso si sus relaciones son bastante buenas", advierte Selterman.

¿Es difícil ser fiel toda la vida?

"La moraleja para mí es que mantener la monogamia o la exclusividad sexual, especialmente a lo largo de la vida de las personas, es muy, muy difícil y creo que las personas dan por sentada la monogamia cuando están comprometidas con alguien en un matrimonio", explica el experto.

"Las personas simplemente asumen que sus parejas estarán totalmente satisfechas teniendo sexo con una persona durante los próximos 50 años de sus vidas, pero muchas personas fallan al hacerlo. No significa que la relación de todos esté condenada, significa que ser infiel puede ser algo habitual en las relaciones de pareja", concluye.