Los científicos se ponen de acuerdo: esta es la edad en la que somos más felices

El estrés y la ansiedad son dos de los factores que más infelicidad provocan pero, por suerte, a partir de los 50 la situación mejora. Y no solo porque haya menos factores estresantes y nuestra vida sea más tranquila, sino porque sabemos enfrentarnos mejor a las situaciones negativas.

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A medida que cumplimos años reaccionamos de forma más tranquila ante un evento estresante.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El estrés y la edad son factores de riesgo de muchas enfermedades pero, por suerte, van en sentido contrario. A medida que cumplimos años nos estresamos menos y reducimos el riesgo de que el cortisol cause estragos en nuestra salud física y mental. Un estudio de la Penn State University ha demostrado que los factores estresantes diarios y la reacción negativa de las personas a esos factores disminuye con la edad.

menos estrés con la edad

A los 30 o 40 años, probablemente hay más factores estresantes en la vida de una persona que a los 60. El trabajo, los hijos pequeños y los malabarismos diarios que hay que hacer generan situaciones estresantes que probablemente años después han desaparecido.

Pero no se trata solo de que a los 50 o los 60 años nuestra vida sea más tranquila, es que nuestra reacción ante los factores estresantes es mucho más moderada.

Los investigadores de la Penn State analizaron datos de la vida diaria de más de 3.000 adultos (tenían entre 25 y 74 años al inicio del estudio) durante un periodo de 20 años y comprobaron que a medida que sumaban años tenían menos estrés. Por ejemplo, las personas de 25 años informaron factores estresantes en casi el 50% de los días, mientras que las personas de 70 años informaron factores estresantes solo en el 30% de los días. Además, los investigadores descubrieron que a medida que las personas envejecen reaccionan de forma más tranquila ante un evento estresante.

los 50, la edad en la que baja el estrés

Llegar tarde a una reunión, tener una discusión con un compañero o cuidar a un niño enfermo son situaciones estresantes, pero a medida que cumplimos años aprendemos a manejarlas mejor y no nos afectan de forma tan negativa.

"Una persona de 25 años es mucho más gruñona los días en que experimenta un factor estresante, pero a medida que envejecemos, realmente descubrimos cómo disminuir esas exposiciones", apunta el profesor David Almeida que ha dirigido el estudio.

La edad en la que las personas se ven menos afectadas por la exposición al estrés es a partir de los 50, según el estudio.

No es que todo nos resbale más, es que las experiencias vividas nos han dado las herramientas suficientes para enfrentarnos al factor estresante de forma más tranquila. Sabemos lo negativo que puede llegar a ser el estrés y, además, priorizamos otras cosas en la vida.

Podría decirse que con los años nos enfrentamos de forma más madura a las cosas y eso nos ayuda a ver lo que realmente importa.

Estrés bueno y estrés malo

No todo el estrés es malo. El estrés es un mecanismo de defensa natural del organismo que nos permite agudizar los sentidos en situaciones extremas. El cuerpo libera hormonas que tensionan los músculos, aceleran las pulsaciones y te hacen estar más alertan. Este tipo de estrés se llama eustrés y es muy positivo porque estimula la creatividad, aumenta la respiración para que el cerebro se oxigene mejor y mejora la concentración, te impulsa a tomar decisiones...

El problema es cuando el estrés te hace estar en constante estado de alerta y afecta al sueño, genera ansiedad, dificulta la concentración y te bloquea. Este tipo de estrés se denomina distrés y es dañino para la salud porque aumenta la presión arterial y el colesterol, daña el hígado por la acción del cortisol, reduce la respuesta inmunológica y aumenta el riesgo de infecciones, reduce la memoria, favorece la depresión, empeora los problemas de piel como el acné o la rosácea y provoca envejecimiento prematuro.