La tristeza suele ser temporal, no afecta tanto a la vida cotidiana como la depresión y no produce los mismos cambios bioquímicos y estructurales en el cerebro.
Una mala época, ánimo decaído, pensamientos negativos, falta de energía, melancolía… ¿Estás triste o deprimido? La línea que separa la depresión de la tristeza es muy fina y conviene saber a qué nos enfrentamos para poder tratar cada caso, ya que es importante prevenir o atajar la depresión bien y a tiempo, pues el riesgo de sufrir recaídas es muy alto si el trastorno no se trata adecuadamente.
Estar triste a veces es completamente normal
La tristeza o el bajo estado de ánimo es uno de los síntomas más frecuentes de la depresión, eso es cierto, pero no todas las tristezas son sinónimo de depresión. La tristeza es una reacción normal ante una pérdida, como puede ser una ruptura de pareja, la muerte de un ser querido, quedarse sin trabajo, tener que renunciar a determinadas expectativas de futuro...
Ahora bien, la tristeza suele ser temporal, no afecta tanto a la vida cotidiana como la depresión y no produce los mismos cambios bioquímicos y estructurales en el cerebro.
Factores que pueden convertir la tristeza en depresión
Si una persona pasa por una época especialmente triste y, además, tiene la mala suerte de contar con otros factores de riesgo, esa tristeza se puede acabar convirtiendo en una bola de nieve que acabe desembocando en una auténtica depresión. Los factores que aumentan el riesgo de depresión son:
- Predisposición genética.
- Elevados niveles de estrés y de ansiedad.
- Soledad.
- Poco apoyo social.
Hay que tener en cuenta, además, que esta patología afecta aproximadamente al doble de mujeres que de hombres ya que, por un lado, tienen más predisposición natural por causas principalmente hormonales, a lo que se suma una mayor presión y exigencia social.
Qué provoca la depresión
La Dra. Valeria Mondelli, profesora de Psicología Clínica del King’s College London (Reino Unido), afirma que aunque hasta no hace mucho la depresión se relacionaba solo con la falta de serotonina en el cerebro por un desequilibrio químico, se ha visto que los fármacos destinados a resolver este desequilibrio no siempre funcionan.
Y es que , según la Dra. Mondelli, cada vez hay más evidencia de que unos altos niveles de inflamación pueden ser los causantes (aunque no siempre) de la falta de serotonina, ya que pueden disminuir el número de neuronas y la comunicación entre ellas. Además, los estudios han demostrado que el estrés físico y psicosocial puede activar el sistema inmunológico y producir inflamación.
señales para diagnosticar la depresión
La depresión se caracteriza por una serie de síntomas que impiden llevar una vida normal. Deben cumplirse 5 o más de las siguientes señales durante dos semanas, como mínimo, para diagnosticarla.
- Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día.
- Disminución clara del interés o de la capacidad para disfrutar de lo que haces.
- Pérdida de peso sin hacer dieta o aumento de peso.
- Insomnio o somnolencia casi cada día.
- Agitación o ritmo lento en los movimientos, fatiga o pérdida de energía.
- Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos.
- Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse en cualquier actividad por sencilla que sea.
- Pensamientos recurrentes de muerte.
- Incapacidad para sentir ningún tipo de placer.
El siguiente test es útil para averiguar si podrías estar sufriendo depresión, aunque el diagnóstico final debe hacerlo un médico.
Analiza la causa de tu bajo ánimo
Si puedes identificar una causa clara para tu desánimo y no se cumplen otros de los criterios para el diagnóstico de depresión, lo más probable es que sufras tristeza. Por supuesto hay que descartar también que el bajo estado de ánimo no se deba a otra enfermedad como el hipotiroidismo.
Los expertos hablan de la ‘depresión enmascarada’ cuando predominan los síntomas físicos. La persona puede sufrir dolores de cabeza o de espalda, quizá está irritable, pero no se siente triste.
Qué personas tienen más riesgo de depresión
Según los médicos, el perfil de persona que tiene más riesgo de depresión es aquella que intenta dar el 100% tanto en casa como en el trabajo y al final del día no le queda ni un minuto para ella, se carga de responsabilidades, se implica emocionalmente en todo lo que hace, suele darle muchas vueltas a la cosas...
Un perfil que encaja perfectamente en el de muchas mujeres. De hecho, la depresión afecta el doble a ellas que a los hombres y es uno de los trastornos más frecuentes entre féminas de 40 a 60 años que son amas de casa y trabajadoras a la vez.
Los factores externos de diversa índole (despido, ruptura sentimental, muerte de un ser querido....) suelen ser los desencadenantes de un episodio de depresión, pero los estudios han demostrado también que la fisiología del cerebro se altera.