La vuelta a la rutina tras las vacaciones puede provocar tristeza y mal humor.
Nos pasamos el año esperando las ansiadas vacaciones, por eso cuando se acaban y hay que volver a la rutina muchas personas lo llevan fatal. Es comprensible: durante unos días hemos disfrutado de la sensación de vivir sin horarios, de compartir mesa y mantel con amigos y de realizar muchas de las actividades que a lo largo del año nos resulta imposible llevar a cabo. Y claro, a eso, es fácil acostumbrase.
Sin embargo, de un día para otro, se "acaba lo bueno" y volvemos a la cruda realidad. Cuando esto ocurre, la adaptación no es tan fácil como a la inversa.
Al regresar a casa muchos experimentan lo que los expertos han llamado síndrome postvacacional.
"El síndrome postvacacional puede tener un impacto significativo en el bienestar emocional y mental de las personas. Las dificultades para readaptarse a la rutina laboral pueden dar lugar a sentimientos de ansiedad, irritabilidad, bajo estado de ánimo y nostalgia por los momentos de descanso. Esta transición abrupta puede afectar la concentración y la motivación en el trabajo, generar agotamiento, así como variaciones en el ciclo del sueño. Es fundamental reconocer estas señales y emplear estrategias de afrontamiento que ayuden a mitigar las consecuencias negativas y fomentar un ajuste saludable", explica Delia García Moratilla, psicóloga de bluaU de Sanitas.
Poner en práctica los siguientes consejos te ayudará a que la vuelta a la rutina sea más llevadera.