Las letras de tu nombre determinan tu personalidad: lo dice la ciencia

El nombre que decidieron ponerte tus padres, te marca. La ciencia ha demostrado que los nombres determinan la personalidad más de lo que podríamos pensar. Incluso hay estudios que adjudican a ciertos nombres más éxito social.

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Un nombre que nos guste nos ayudará a sentirnos más seguros de nosotros mismos.

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Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Los nombres tienen importancia. Un nombre puede marcar el éxito o fracaso de un producto. Las empresas de marketing dedican tiempo y dinero para encontrar el nombre apropiado antes de un lanzamiento.

También los nombres de las personas afectan al que la lleva y al modo en el que lo ven los otros. El escritor Gonzalo Torrente Ballester basó uno de sus libros en eso: ‘Filomeno a mi pesar’.

El nombre influye en la personalidad

Asegurar que el nombre puede cambiar una personalidad quizá sea mucho decir. La personalidad se crea de una forma compleja y por múltiples factores. Lo que sí se puede decir es que el nombre que tenemos influye en nuestra personalidad.

Un nombre que nos guste nos ayudará a sentirnos más seguros de nosotros mismos. Por el contrario, si nos avergüenza o disgusta, influye negativamente en como nos presentamos o relacionamos con los otros, como destacó una investigación de la Universidad de Michigan.

 Por fortuna, la administración española no deja a los padres poner nombres que puedan resultar degradantes y además nos permite cambiarlo de adultos.

Un nombre que rememore a otra persona de la familia puede influir en el recién nacido conforme sea consciente y más gente se lo recuerde. Más si esa persona ha tenido una personalidad muy marcada en la familia.

Repetir el nombre también puede crear confusión y que le afecte. Muy habitual en la tradición de poner a los hijos los nombres de los padres.

Qué dice la ciencia sobre el nombre

¿Un nombre muy corriente puede restarle personalidad? ¿Un nombre muy original puede marcarle demasiado? Estas preguntas habituales en los padres no tienen una respuesta fácil.

Unos investigadores de la facultad de Psicología en la Universidad de Columbia (Nueva York) determinaron en otro estudio que el sonido del nombre marca al que lo lleva. La diferencia está en los fonemas (cada uno de los sonidos). Los fonemas pueden ser sonoros si vibran las cuerdas vocales (por ejemplo, todas las vocales, la b o la r…) y si no vibra es sordo (‘c’, ‘f’, ‘j’, ‘p’…).

Preguntaron a voluntarios con qué relacionaban ciertos nombres. Para que el significado no influyera inventaron nombres.

  • Los nombres que tenían sonidos sordos resultan más suaves y se consideraban más femeninos.
  • Los nombres que empezaban por fonemas sonoros se consideraban más fuertes o se calificaban de masculinos.

Cuando se aplicaba a nombres reales, la situación cambia. Los nombres percibidos como “suaves”, como María, Ana o Luis se vieron como algo positivo y de persona agradable. En contraposición a los nombres más “bruscos”, como Kirk o Eric (es un estudio americano).

 Todos estos nombres “abruptos”, como Kevin, Pablo o Tatiana, se asociaron a personalidades fuertes y ambiciosas.

Cómo reacciona la gente al decir tu nombre

Una investigación de la Universidad de Potsdam (Alemania) descubrió que hay más posibilidad de recibir ayuda si tu nombre se considera bonito, (por motivos totalmente subjetivos), como Sofía o María, que si se considera feo, como Chantal o Cindy.

Lo que se considera un nombre bonito cambia con los años y las modas. Otro estudio alemán vio que hay más posibilidades de tener una cita si tienes un nombre moderno que si tienes uno considerado antiguo o clásico.

Todos estos estudios y otros muchos han confirmado que los nombres pueden influir en el juicio que hagamos de la personalidad de una persona. Así, según la neurocientífica Beatrice Barbazzeni, “nombres populares y sonoros ayudan a que la persona resulte más simpática de entrada. Pero los nombres raros y poco comunes pueden ayudar a crear una personalidad creativa y recordada”.

Otro estudio internacional comprobó lo que se llamó el “efecto Dorian Gray”: voluntarios franceses e israelíes tenían que decir qué nombre creían que coincidía con la cara que veían. Acertaron en casi un 30% de veces. Lo de que tienes cara de llamarte…” es cierto.

Los autores del estudio lo atribuyen a que el tener ese nombre hace que inconscientemente se nos marquen algunos rasgos tópicos (en la forma de la boca, el entrecejo) que se le atribuyen.

Los nombres de más éxito en la vida

Finalmente un dato que tiene más de curiosidad que de evidencia científica. Una web sobre genealogía indagó sobre los nombres de personalidades. Listó casi 15.000 personalidades que habían triunfado en la vida en sus respectivas áreas, desde escritores, científicos, artistas, profesores, premios Nobel y otros laureados.

El objetivo es ofrecer la lista de los nombres que habían llevado más veces al éxito a sus portadores. El veredicto fue que un niño va a tener más opciones de triunfar si se llama:

1. Juan/John

2. Roberto/Robert

3. Guillermo/William

Hay que bajar hasta el número 14º para encontrar los primeros nombres de mujeres:

1. María/Mary

2. Isabel/Elisabeth

Lógicamente, el resultado es engañoso. Los nombres con más probabilidades de éxito son tres de los nombres más comunes. Cuanta más gente lo lleva, más opciones hay que surja una personalidad brillante de entre ellos.

Y la tradición de relegar a la mujer de los centros de poder y cultura ha hecho que no haya tantas como para figurar entre los nombres más populares.