Pareja: ¿es mejor dormir juntos o en camas separadas?

Algunas parejas encuentran poco romántico o incluso perjudicial para la relación dormir en camas separadas. Mientras que otras optan hasta por habitaciones distintas. ¿Es mejor una opción que la otra? La ciencia aplicada al sueño nos analiza la mejor solución.

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Es mejor dormir juntos o separados?
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Si nos atenemos al aspecto del descanso, la respuesta es que para dormir lo mejor es hacerlo solo.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

El dormir juntos o separados es una decisión que suponen dos componentes diferentes que hemos de tener en cuenta. Por un lado está la vertiente de relación de pareja y la situación emocional. Y por otro, la de la calidad del sueño y la del descanso.

Ambas son importantes para lograr una buena calidad de vida y una estabilidad psicológica. Aquí no vamos a dar un sí o un no rotundo. Va a depender de que cada pareja analice qué aspectos considera más importantes o cómo puede resolver los problemas que plantea una u otra opción.

Para descansar es mejor solo

Si nos atenemos al aspecto del descanso, la respuesta es que para dormir lo mejor es hacerlo solo. En camas separadas e incluso en habitaciones separadas. “No todos dormimos igual, nos cuesta lo mismo dormir ni necesitamos las mismas horas”, recuerda la psicóloga Gabriela Paoli.

Dormir separados puede afectar a la intimidad de la pareja, pero no descansar bien puede resultar aún peor para la relación

En general, cuando dormimos necesitamos tranquilidad y que nos dejen a nuestro aire.

  • Si tenemos al lado alguien que se mueve, que ronca o que aún no se ha dormido y está con la luz encendida puede entorpecer nuestra entrada en el sueño profundo, que es el más reparador.
  • Si en mitad de la noche nuestra pareja se despierta y va al lavabo o habla en sueños o se mueve puede interrumpir nuestras fases del sueño.

El resultado es que nos despertamos cansados y seguramente de mal humor. “El sueño es un gran regulador emocional. Cuando dormimos mal cualquier cosa nos enciende”, apunta la psicóloga Paoli. Y si esto no es puntual sino varias noches seguidas, podemos pasar a los reproches, peleas y a que la relación de pareja sufra.

Individualizar la cama en lo posible

Si no queremos renunciar al lecho de pareja, es importante hablarlo bien. Decir el uno al otro que problemas vemos, si los identificamos, para minimizarlos. Se puede poner remedio a los ronquidos, por ejemplo.

Fíjate que hace unas décadas no era extraño que el cojín de la cama de matrimonio fuera uno único y largo. Se ha ido perdiendo y se opta cada vez más por el individual, a gusto de cada uno.

  • Incluso en lugar de un colchón grande podemos tener dos colchones diferentes juntos, acorde al peso corporal de cada uno y a las preferencias de cada miembro de la pareja.
  • Y si a uno de los dos le da por tirar de las sábanas hacia su lado, tener dos juegos individuales.
  • Una opción que gana adeptos es tener dos camas individuales unidas por las patas.

Los problemas de dormir separados

La separación no lo es todo. “La Organización Mundial de la Salud señala que la mitad de la población mundial duerme mal y que la vorágine de la vida no ayuda”, apunta la psicóloga Paoli.

Parejas célebres del cine y la música, como Woody Allen y Mia Farrow, Mick Jagger y Jerry Hall o Helena Bonham Carter y Tim Burton hicieron público que vivían incluso en casas separadas. Ninguna resistió el paso del tiempo.

“Si tenemos miedo de que se pierda gran parte de la intimidad, como los mimos, la base del éxito es que se pueda pactar”

Eso no quiere decir que no sea una opción. La reina Isabel II de Inglaterra y su esposo, el duque de York, siguieron juntos pese a que llevaban años en habitaciones separadas. Se puede conseguir pero exige estrategias.

En según que circunstancias, como por ejemplo, si uno de los dos está enfermo, recomiendo las habitaciones separadas”, apunta Paoli. “Temas como el síndrome de las piernas inquietas son algunas de las variables que se han de tener en cuenta para tomar esa decisión”.

Si tenemos miedo de que se pierda gran parte de la intimidad, como los mimos, la base del éxito es que se pueda pactar”, añade.

Cómo plantear la separación de camas

Paoli nos da algunos consejos para abordar el tema y para que la separación vaya bien:

  • Debería ser una cosa negociada en un momento de tranquilidad. “No hacerlo desde el enfado y la discusión tras una noche mala”, añade.
  • Si no hay acuerdo, se puede hacer un intento puntual. Por ejemplo, probar durante una semana. Si sentimos que perdemos intimidad, se vuelve atrás.
  • A algunas parejas les funciona la separación solo entre semana y el fin de semana, que es de más tranquilidad se juntan de nuevo.

En general, mi experiencia es que es beneficioso y positivo en algunas parejas. Insisto en que tiene que hacerse de una forma reflexionada y acordada”, añade la psicóloga.

Haciéndolo bien “puede suponer grandes beneficios para el descanso y para la salud emocional y efectiva de la pareja”, concluye.