Por qué la jubilación afecta diferente a hombres y mujeres

Hombres y mujeres trabajadores no asumen de la misma manera el momento de la jubilación. Desde un punto de vista psicológico no suelen estar igual de preparados para el cambio de etapa. Además, también suele haber una brecha económica que influye y marca diferencias.

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Hombres y mujeres no se enfrentan igual a los retos que supone dejar la vida laboral.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

El grupo más importante de población de España está entrando en la etapa de jubilación. Los baby boomers, los nacidos desde finales de los 50 a principios de los 70 van a suponer un cambio social importante a medida que dejen sus puestos de trabajo.

No todos van a afrontar esta nueva etapa del mismo modo. Los psicólogos y sociólogos advierten de que, tomados estadísticamente, se van a producir significativas diferencias entre hombres y mujeres. No están igual de preparados para la jubilación.

Las mujeres asumen mejor la jubilación

Desde un punto de vista psicológico, las mujeres se pueden enfrentar mejor a los retos que supone dejar el trabajo. La mujer, especialmente cuando hablamos de esta generación, ha asumido mucho más que el hombre el peso de la casa y el cuidado de la familia, tanto los hijos como los padres.

Sus ocupaciones no se han limitado al trabajo remunerado. Y ese desequilibrio que no deja de ser una injusticia social a la hora de la jubilación le beneficia. “El hombre vincula mayoritariamente su identidad a su trabajo. Al jubilarse esta identidad entra en crisis, y en ocasiones aparece la depresión y una sensación de soledad”, explica la socióloga María Silvestre, responsable del DeustoBarómetro Social.

Las mujeres tienen una identidad múltiple y mayor red social que les da ventaja psicológica en la jubilación

La mujer, que ha pasado por etapas más delicadas psicológicamente, como la menopausia, entra en la jubilación con dos ventajas:

  • Su identidad es múltiple: madre, nuera, vecina... “Ha sido cuidadora y el cuidado, que te quita tiempo libre, también te da sentido, te da valores y relaciones”, explica el psicólogo Javier Yanguas, experto en la tercera edad.
  • Hablan más abiertamente de sus emociones y sentimientos. En esta etapa de cambio eso es positivo. “Sabes que estás en la etapa final de la vida y eso te obliga a gestionar nuevas emociones: anhelos, desafíos, miedos”, añade el psicólogo.

El hombre vive peor sus nuevas carencias

En esta nueva etapa, las relaciones sociales, el apoyo de otros es importante. En este sentido, socialmente las mujeres son más activas. Tienen una red más amplia de contactos fuera del círculo laboral anterior.

Por supuesto, no es que los hombres no tengan también amistades. Pero estadísticamente se han circunscrito más al ámbito que han dejado atrás.

Otro aspecto que perjudica a los hombres en la jubilación, al menos en lo que se refiere a la generación de los boomers, es que les cuesta pedir ayuda y reconocer que no saben una cosa. En una etapa que van a tener que adaptarse a los cambios drásticos tecnológicos que se están viviendo puede afectarles.

A los hombres les cuesta más mostrar su vulnerabilidad y el reconocimiento que pierden capacidad con la edad”, asegura la socióloga Silvestre. Esto va a jugar en su contra en esta nueva etapa. A la mujer le importa menos decir que no sabe algo y preguntar.

A ellas les es más fácil reinventarse que a ellos

La mujer está mucho más habituada al trabajo no remunerado. Lo ha ejercido mucho más y mucho más tiempo. Es más fácil que se reinventen y encuentren, por ejemplo, actividades solidarias y sociales, aunque no reciban compensación económica.

Por desgracia, la presión social también ha sido y sigue siendo más alta. Si una mujer no ha cubierto esa carga social incluso en la jubilación se la califica de mala madre, mala abuela o mala esposa.

Los hombres muchas veces intentan alargar su etapa laboral. Buscar otra manera de conseguir algún tipo de ingresos. De hecho, los estudios señalan que los hombres que se han jubilado anticipadamente han tendido a un mayor aislamiento social y a un riesgo más alto de sufrir problemas mentales.

Las expectativas económicas y de vida

Otro aspecto importantes es la situación económica con la que se llega a la jubilación. Ahí ganan los hombres de calle. Como ellas han tenido que asumir muchos más periodos de bajas por cuidados familiares y hay también una brecha salarial, la jubilación de la mujer es más precaria.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística:

  • Casi un 25% de jubiladas llegan a fin de mes con dificultad, frente al 22,5% de hombres.
  • Un 32,4% de jubiladas no pueden afrontar gastos imprevistos. Entre los jubilados es menos del 28%.

Pero el dinero no lo es todo. La generación de boomers es la que tiene más esperanza de vida jubilada hasta la fecha. Y ellas más. Ellas 23 años de jubilación. Ellos, 19 años. Sin duda, será un reto para las arcas del Estado.

Y unos y otros llegan con un nivel elevado de satisfacción en la vida. Según la encuesta del INE, los boomers se puntúan con un 7,2 su satisfacción vital. Es un significativo aumento con respecto a lo que dijeron sus predecesores hace diez años. Se puntuaron con un 6,7 sobre diez.