Los problemas sexuales pueden tener un origen físico pero también mental.
Hay dos razones básicas por las que un hombre puede tener problemas sexuales: motivos físicos, que impiden que llegue bien el riego sanguíneo y logre una buena erección, o motivos mentales, que disminuyen el deseo y aumentan las inseguridades.
Lo primero que hay que asumir es que es un trastorno normal. Más del 20% de hombres tiene problemas de erección. Y no son problemas solo de adultos mayores. Pueden ocurrir a cualquier edad. De hecho, se calcula que un 10% de los hombres jóvenes sufre también disfunción eréctil (el popular gatillazo).
Causas de la disfunción eréctil
Para tranquilizar a los menores de 40 años, un gatillazo puntual lo puede tener cualquiera. Es cuando se repite con cierta frecuencia cuando hay que plantearse dónde está el problema.
En los jóvenes el origen suele ser psicológico. Puede ser un círculo vicioso provocado por nuestra propia inseguridad al haber fallado una vez, que puede tratarse con un psicólogo.
A partir de los 40 años disminuye la testosterona. Esta hormona ayuda a activar los procesos químicos que provocan la erección. Baja también la lívido. A partir de los 70 años la testosterona ha disminuido hasta un 30%, lo que se conoce popularmente como andropausia.
No hay estudios concluyentes que hayan observado que dar testosterona pueda revertir el problema. Eso no quiere decir que no tenga solución, al contrario. Cada vez hay más opciones.
Cómo se puede mejorar la vida sexual
Hace años que los problemas sexuales masculinos tienen buenas soluciones farmacológicas. La más popular es la viagra. Pero estos medicamentos no son adecuados para todos los hombres.
Es un medicamento así que tiene efectos secundarios, molestos en algunas personas, como problemas de digestión, dolor de espalda o de cabeza. Además, no son aconsejables en caso de hipertensión, y hay hombres que se pueden sentir mal al depender su vida sexual de una pastilla.
La Universidad de Harvard, a través de su Observatorio de la Salud del Hombre, ha publicado una serie de recomendaciones naturales, que se ha comprobado que son útiles para tratar la disfunción eréctil y mantener el vigor sexual.
Los cinco consejos sexuales de Harvard
Los consejos que proporcionan los expertos de Harvard no son soluciones mágicas. Son normas de salud general, que van a mejorar tu vida tanto en tu vida sexual como en tu vida diaria. Lo que quizá no sabías es que son consejos especialmente buenos para la salud de tu pene.
- Sé más activo. Sí, no nos cansamos de oír que el ejercicio regular es un factor fundamental de salud. Lo que quizá no sabías, y confirma un estudio en el que participaron más de 30.000 hombres, de entre 53 y 90 años, es que los que practican deporte como correr tres días por semana tiene un 30% menos de riesgo de disfunción eréctil.
- Toma vitamina B12. La encuentras en pescados, almejas, huevos y yogures. Su deficiencia crónica puede afectar a la médula espinal y no permitir que los mensajes lleguen bien del cerebro al pene. También la vitamina D, la que nos llega del sol, es importante. Otro estudio detectó un 30% más de disfunciones sexuales en personas con deficiencia de esta vitamina.
Si no quieres obsesionarte con el tema de las vitaminas, lo que recomiendan los expertos de Harvard es que comas bien, en general. Seas generoso en frutas, verduras y cereales integrales, y menos carne roja y harinas refinadas.
- Chequea tu salud vascular. La disfunción puede tener su origen en que la sangre no llega bien al pene para tener una buena erección. El médico comprobará la presión arterial, los niveles de azúcar y de colesterol.
- Cuida tu barriga. Una barriga que sobresale aumenta el riesgo de tener problemas sexuales, además de no resultar estéticamente muy atractiva. Se calcula que un hombre con un perímetro de 105 centímetros ya tiene un 50% más de probabilidades de tener disfunción eréctil.
Los expertos de Harvard insisten en la conveniencia de adelgazar y tener el peso a raya para poder cumplir los dos consejos anteriores. Además, el exceso de grasa facilita la aparición de hormonas que pueden influir en el problema.
- Revisa tus encías. Los problemas de encías pueden causar inflamación crónica. Se sospecha que la inflamación crónica daña las células endoteliales, las que recubren los vasos sanguíneos. También acaba repercutiendo en el riego del pene.