Incontinencia y disfunción eréctil: ¿secuelas de la cirugía de próstata?

La cirugía radical de próstata es necesaria en muchos tumores prostáticos pero es de alta complejidad. Las nuevas técnicas de laparoscopia robotizada permiten intervenciones de gran precisión y evitan complicaciones.

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Incontinencia y disfunción eréctil: ¿secuelas de la cirugía de próstata?
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Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en el hombre y constituye la segunda causa de mortalidad por cáncer en varones. Solo en 2020 se registraron 35.126 nuevos casos en España.

El diagnóstico precoz es clave para mejorar el pronóstico y aumentar a posibilidades de curación. Y una vez detectado el tumor, la cirugía radical con la extirpación completa de la próstata es el tratamiento que se realiza en un 60% de los hombres.

Es una cirugía efectiva, pero entre las complicaciones más frecuentes que puede presentar se encuentran la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil que, sin duda, afectan a la calidad de vida del paciente.

De hecho, el 80% de los pacientes presentan algún grado de incontinencia urinaria tras una prostatectomía radical.

Pero no tiene por qué ocurrir. Esa primera cirugía de cáncer de próstata, en manos expertas y con técnicas de laparoscopia robotizada de última generación, es decisiva para evitar pérdidas de orina y preservar la función sexual.

Cáncer de próstata

Tal y como explica la American Cancer Society, la próstata es una glándula masculina que produce parte del líquido que forma el semen.

  • Se encuentra debajo de la vejiga (el órgano hueco donde se almacena la orina) y delante del recto (la última parte de los intestinos).
  • Justo detrás de la próstata están las glándulas llamadas vesículas seminales, que producen la mayor parte del líquido del semen.
  • La uretra, que es el conducto que transporta la orina y el semen fuera del cuerpo a través del pene, pasa por el centro de la próstata.

El tamaño de la próstata aumenta a medida que el hombre envejece. En los hombres jóvenes es como una nuez pero en edades avanzadas puede ser mucho más grande.

  • El cáncer de próstata se origina cuando las células de la próstata comienzan a crecer fuera de control (de hecho eso es el cáncer).
  • Casi todos los cánceres de próstata son adenocarcinomas (se desarrollan a partir de las células glandulares que producen el líquido prostático que se agrega al semen).
  • Existen otros tipos de tumores de próstata (carcinomas de células pequeñas, sarcomas...) pero son poco comunes.

Algunos cánceres de próstata crecen y se propagan rápidamente, pero la mayoría crece lentamente.

La importancia de la detección precoz

Expertos de la Fundación Puigvert, centro de referencia en urología, nefrología y andrología, insisten que una cuestión fundamental para mejorar el pronóstico del cáncer de próstata es la detección precoz.

Por ello recomiendan a todos los hombres a partir de los 50 años realizar una determinación de PSA en sangre; o a los 45 años, si hay antecedentes de cáncer de próstata.

Sin embargo, queda todavía mucho camino por recorrer en este sentido porque son pocos los hombres que se someten a este tipo de pruebas de forma rutinaria.

"En nuestra sociedad todavía tenemos el reto de generar mayor concienciación entre la población masculina para que se interiorice de manera generalizada y a edades tempranas que la salud urogenital masculina requiere de un control periódico, igual como hacen las mujeres con la visita anual al ginecólogo, con independencia de la intención o etapa reproductiva", apunta el Dr. Joan Palou, Jefe del Servicio de Urología de la Fundació Puigvert.

Cirugía radical sin secuelas

La cirugía radical de próstata o prostactectomía radical –extirpación completa de la próstata y de las vesículas seminales– es la solución para un 60% de los hombres afectados por cáncer de próstata. Sin embargo, se trata de una cirugía de alta complejidad:

  • "Implica unos riesgos que se controlan si el equipo quirúrgico es experto y, por tanto, capaz de preservar las estructuras musculares, vasculares y nerviosas con la finalidad de que el paciente pueda conservar el control de la continencia y su potencia sexual", señala del Dr. Palou.

Pero no solo se necesitan manos expertas. La tecnología también es clave para evitar secuelas en este sentido:

  • Actualmente, la laparoscopia con el robot quirúrgico Da Vinci es la técnica que proporciona mayor precisión y seguridad.

"Un porcentaje muy alto de los hombres que tienen que someterse a una prostactectomía tienen miedo de perder su potencia sexual así como la continencia de la orina. Por ello la primera cirugía es decisiva y en nuestro caso, nos remitimos a los resultados de nuestra experiencia", señala el Dr. Palou.

"Prácticamente el 80% de los pacientes intervenidos recuperan su vida sexual en un periodo que va de 1-6 meses, según su función sexual previa, y hasta el 95% consiguen un control de la continencia sin requerir ninguna protección", concluye.

En caso de incotinencia urinaria

Pero evitar la incontinencia urinaria no siempre es una realidad. Como decíamos, la gran mayoría de los pacientes que se someten a una cirugía de próstata radical sufren algún grado de pérdidas de orina aunque en muchos casos se soluciona con el tiemppo.

La incidencia de la incontinencia tras la cirugía varía del 4% al casi 40% según el tratamiento realizado (prostactectomía radical abierta, laparoscópica o prostactectomía robótica).

En estos casos, es importante guiar al paciente para sobrellevar un síntoma que va a afectar a su calidad de vida.

“Los profesionales no podemos ni tenemos que asumir una incontinencia ni una disfunción eréctil. Es importante ofrecer al paciente la mejor opción para asegurar su calidad de vida. Es decir, protocolizar que después de una cirugía, nuestra misión como profesionales es ofrecer estrategias terapéuticas para poder hacer una rehabilitación, analizar la situación de la incontinencia a los 6-12 meses y, por último, poder ofertar un tratamiento que pueda ser curativo de su incontinencia”, señala el Dr. José Luis Gago Ramos del Servicio de Urología del Hospital Germans Trias.

Para saber cómo actuar en estos casos, la Asociación Española de Urología ha desarrollado un protocolo de actuación y recomendaciones de práctica clínica. Es clave informar al paciente de los tratamientos paliativos, tales como absorbentes de incontinencia, pinza peneana o colectores. Y es el cirujano el primero que debería ofrecer esta información.