Caminar es muy sano y hacerlo en vacaciones una buena recomendación. Por eso, entre otras muchas razones, el Camino de Santiago es una de las opciones de escapada que más ha ido creciendo. La gente se prepara ilusionada y a veces olvida que los pies son los grandes protagonistas.
“Los pies constituyen una de las partes del cuerpo que más sufre durante esas largas marchas debido a que se someten a esfuerzos poco habituales”, recuerda el doctor Borja Pérez Serrano, presidente del Colegio de Podólogos de Galicia.
Por eso es importante tener en cuenta ciertas prácticas, tanto antes como durante y después de las rutas.
cómo preparar "el camino"
Un error no poco habitual es iniciar el viaje sin una preparación previa. Les animan amigos y se apuntan a salir en grupo sin pensar antes lo que supone. Dar consejos concretos es difícil, puesto que depende de la forma física y de lo habituado que esté uno a caminar.
Como norma, una persona sana, de entre 30 - 45 años debería practicar durante dos o tres horas al día el día durante una o dos semanas antes. Eso teniendo en cuenta que se hace las etapas como se recomienda, que son unos 25 kilómetros al día, en unas 6 horas.
Un error frecuente es lanzarse en grupo a caminar sin entrenamiento
También depende del recorrido programado, hay zonas donde las etapas son más montañosas y costosas y otras de terreno llano. Hay que tener muy en cuenta el recorrido, sobre todo los "novatos" en este tipo de salidas.
PASAR POR EL PODÓLOGO PRIMERO
Si hacemos una revisión al coche antes de emprender un viaje, hay que aplicarse la misma regla cuando el vehículo eres tú mismo.
“Hay que visitar la consulta de un profesional de la podología debidamente titulado y colegiado ante cualquier duda”, aconseja el doctor Pérez Serrano.
- Es una norma especialmente conveniente en caso de ya antes hayas tenido algún problema de pies como exceso de sudoración, hongos o helomas (un tipo de callos provocado por la presión del calzado).
- Además, el especialista puede prevenir que aparezcan luego dolores. “Analizando tu paso, puede ver si hay algún problema en tu forma de andar”, añade el doctor. En el día a día no se hace evidente, pero que en una serie de caminatas diarias te puede pasar factura.
¿QUÉ CALZADO ES EL ADECUADO?
Ponte botas de trekking o de montaña. “Son las más versátiles para los diferentes tipos de terreno que encontrarás”, explica el podólogo.
No obstante, si se puede llevar un calzado deportivo de repuesto, para tramos de carretera, mejor.
En calzado deportivo es mejor que lleves un número más del tuyo
- Es importante que el calzado ajuste bien al pie, lo que no significa que deba presionarlo. “En calzado deportivo es conveniente comprar un número o un número y medio más del habitual”. Es decir, si calzas un 40, elige las zapatillas del 41.
- Para saber si se llevas el número adecuado, una forma de comprobarlo es sacar la plantilla interior y ponerla en el suelo. Pon el pie encima. Debería sobrar un dedo de la mano por delante. Eso permite mover bien los pies al andar.
CONSEJOS PARA LA MARCHA
- No vayas de estreno. Utiliza calzado y calcetines habituales, a los que ya estés acostumbrado.
- Corta las uñas ajustándote a la forma de las mismas y sin dejar picos.
- Desde la noche previa a la marcha, hidrata los pies con crema.
El agua caliente en los pies no es tan buena
- Evita lavar los pies con agua caliente antes de la ruta ya que favorece la aparición de ampollas.
- Camina relajado. No intentes convertir el camino en una competición para quemar etapas cada vez más largas.
- Usa bastones para tener más estabilidad.
- Descansa entre 5 y 10 minutos cada hora.
- Protege los roces, si los hubiera, con apósitos.
UN MASAJE DE FINAL DE ETAPA
Al acabar la caminata diaria, lava y revisa bien los pies tras un secado minucioso para poder detectar posibles alteraciones. Por ejemplo, principio de ampollas. Si no las controlas, al día siguiente te pueden impedir acabar el recorrido.
Realiza estiramientos de la musculatura de los pies:
- Con la planta del pie en el suelo, sube los dedos y bájalos diez veces.
- Pon una botella o una pelota de goma en el suelo y hazla rodar con la planta de los pies.
- Gira el pie en círculos, primero a derecha y luego a izquierda.
- Abre las piernas y estírate hasta que notes que tiras de los gemelos.
- Pon los pies en alto y dales un masaje con las manos. Aprovecha para poner la crema hidratante.
Los pies se recuperan en una noche y al día siguiente estarás como nuevo
Si sigues estos consejos, al día siguiente estarás en perfectas condiciones para una nueva etapa. Los pies pueden recuperarse del esfuerzo en una sola noche.
Sin embargo, no dejes pasar cualquier molestia y acude a una consulta. “El dolor de pies no debe ignorarse”, concluye el doctor Pérez Serrano.