La hernia discal: cómo es la cirugía y la recuperación cuando hay que operar

La mayoría de las hernias discales se resuelven por sí solas en unas semanas y no hace falta intervenir, pero cuando impiden la movilidad o provocan un dolor insoportable se valora la posibilidad de operar.

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Cuando una hernia discal comprime una raíz nerviosa, la primera opción es tratarla con analgésicos y rehabilitación.

Eva Mimbrero
Eva Mimbrero

Periodista especializada en salud

 

El neurocirujano Jesús Lafuente, director de la Unidad Funcional de Cirugía de la Columna Vertebral del Hospital del Mar (Barcelona) y una autoridad internacional en este campo, explica a Saber Vivir cuándo es necesario operar la hernia discal.

 

cómo se trata la hernia discal

Cuando una hernia discal comprime una raíz nerviosa, ya sea en la zona de la columna cervical o lumbar, la primera opción es siempre tratarla con analgésicos y rehabilitación, en concreto con ejercicios para fortalecer la musculatura paravertebral y abdominal, que es la que protege la columna.

Si en 6 u 8 semanas ese dolor persiste se valora la posibilidad de operar porque se ha visto que pasado ese tiempo resulta más complicado que esa hernia desaparezca por sí sola.

"De todas maneras, el 90% de las hernias, tanto tanto si afectan a la columna cervical como a la lumbar (ciática), no dan más problemas pasado ese tiempo de espera estipulado", asegura el Dr. Lafuente.

cuándo hay que operar la hernia discal

  • Impide el movimiento: Cuando la hernia afecta a la movilidad de la mano o el brazo (hernia discal cervical) o la pierna o el pie (hernia discal lumbar) es una señal clara de que está dañando el nervio que te permite ese movimiento, por eso conviene intervenir para intentar proteger esa función.

Cuando el dolor impide hacer vida normal conviene operar

  • El dolor es insoportable: Si no se calma con fármacos y es tan fuerte que no deja llevar una vida normal también se valora la posibilidad de intervenir sin esperar las 6 u 8 semanas estipuladas. Miguel Bosé arrastraba fuertes dolores desde hace tiempo.
  • Se produce el llamado “síndrome de cola caballo": Así se denomina cuando la hernia es tan grande que comprime todas las raíces nerviosas que bajan hasta el esfínter. En este caso es una emergencia médica y hay que operar cuanto antes.

¿En qué consiste la operación de hernia discal?

El Dr. Lafuente asegura que hoy en día se realiza una cirugía mínimamente invasiva que permite extraer la hernia. Es importante que la practiquen manos expertas porque, aunque es una operación sencilla, existe un 5% de riesgo de que se dañe el nervio o la funda que rodea ese nervio –esto último podría provocar una pérdida de líquido encefalorraquídeo (irriga todo el sistema nervioso) y favorecer infecciones como una meningitis–.

Es una operación sencilla pero implica un cierto riesgo

El neurocirujano insiste en que "hay que ser muy cauto a la hora de operar una hernia discal y el médico debe estar muy seguro de ello. Es una operación fácil para un cirujano, pero para el paciente puede ser un drama si no se hace bien o se complica. Muchas veces se opera por lo que indica la radiografía, sin embargo solo hay que operar si da problemas serios en cuanto a dolor y movilidad. Operamos pacientes, no radiografías".

cómo es la recuperación de la cirugía

Esta cirugía implica entre 4-6 semanas de baja, no más. Incluso hay personas que se reincorporan antes si tienen un trabajo de oficina que no requiere ningún esfuerzo.

Durante los 3 primeros meses se recomienda no coger peso ni practicar ejercicio en el gimnasio. Y es que en este tiempo aumenta el riesgo de recaída. Ten en cuenta que la hernia se produce cuando el anillo fibroso (es la parte externa del disco y una de las más fuertes del cuerpo) se debilita y el núcleo pulposo sale a través de él. Pues bien, extraída la hernia, es necesario unas 6 semanas para que ese anillo fibroso se regenere.

Cómo cuidar una hernia aunque no dé síntomas

Si sabes que sufres una hernia pero que no “te da problemas”, llevar a cabo una buena higiene postural y evitar aquellos gestos que dañan los discos (en especial los que implican la torsión del tronco) es básico para que no se agrave.

Además, en los casos en que no hay que operar se recomienda también una rehabilitación específica para fortalecer los músculos paravertebrales y de la zona abdominal, que son los que protegen la espalda. Cuando esta musculatura está fuerte, se reduce la presión sobre el disco, con lo que sufren menos.

Ten en cuenta que el ejercicio es muy importante no solo para recuperarte de una hernia, sino para evitar que recaigas.