Tarta de queso japonesa de textura nube: más ligera y deliciosa para ser infiel a tu tarta de queso de toda la vida

Japón es un destino que cada vez atrae a más turistas: con una cultura opuesta a la nuestra y una historia milenaria, el país nipón arrasa por su gastronomía y sus costumbres. Aunque el sushi sea un manjar que se ha internacionalizado, no es el único plato que encontraremos si paseamos por las calles de Tokio: ramen, Tonkatsu, Melonpan... Nombrar cada uno de los platos que invaden el feed de Instagram de muchos usuarios a esta red social sería misión imposible, sin embargo, desde hace unos años hay un dulce que está causando mucho furor.

Más allá de los famosos mochis, Japón inventó una tarta de queso que se convierte en la versión más ligera de nuestra receta tradicional (la cuál, a veces, puede resultar muy pesada). Deliciosa, estilo nube de algodón y de un sabor intenso, hoy os mostramos cómo hacer tarta de queso japonesa con la intención de sorprender a todos tus invitados. 

Tarta de queso japonesa, la versión ligera a la receta tradicional

Recuerdo la primera vez que probé una tarta de queso al estilo japonés: rondaba el año 2018 y paseaba por las calles de Nueva York. A lo lejos vi un pequeño comercio iluminado con un gran neón llamativo. Al acercarme, vi cómo estaban preparando estas tartas. Con la curiosidad de saber qué era ese dulce, entré en la tienda y un olor a "hogareño" me invadió por completo. Salí de ahí con una gran tarta humeante entre mis manos y pronto le hinqué el diente: tanto yo como mi familia no podíamos creer el pedazo de cielo que teníamos en nuestro paladar. 

Cada bocado sabía a gloria, era esponjoso, ligero y con un intenso sabor. Lejos de cansar o convertirse en bocados pesados, esta tarta nos dejó con ganas de más. Es por eso que, desde entonces, cada vez que encuentro un sitio donde hacen esta receta no puedo dejar de probarla.

Con la única intención de devolverme a esa calle transitada de Nueva York, he decidido probar suerte en casa y hacer mi propia tarta de queso japonesa. Aunque en sus ingredientes encontramos azúcar, lo cierto es que la masa es tan ligera y esponjosa que el resultado es muy liviano (y no me deja con esa sensación de pesadez inmediata). 

Ingredientes para hacer tarta de queso japonesa en casa

• 250 g de queso crema
• 6 huevos (los tenemos que separar en yemas y claras)
• 60 g de mantequilla
• 100 ml de leche
• 60 g de harina para repostería
• 140 g de azúcar en polvo
• 20 de Maizena
• La ralladura de 1 limón
• 1 cucharadita de zumo de limón
• Una pizca de sal

El (meticuloso) paso a paso

Antes de ponernos manos a la obra, necesitaremos un molde de 20 cm de diámetro y 8 cm de alto para su elaboración. 

1. Vamos a empezar precalentando el horno a 200ºC, sin ventilador y poniendo calor arriba y abajo.
2. Antes de nada, deberemos engrasar bien el molde con mantequilla sin dejarnos ninguna parte para después proceder a enharinarlo. Después añadiremos un papel de horno redondo con la intención de tapar la base.
3. En una olla grande calentaremos agua hasta que hierva. Una vez arranque a hervir apagaremos y le pondremos un bol encima en el que añadiremos los ingredientes para hacer la masa.
4. En él echaremos la mantequilla y el queso crema, y esperaremos a que se ablanden un poco. Cuando eso suceda, con la ayuda de unas varillas batiremos para lograr una mezcla homogénea.
5. Sin dejar de batir añadiremos las yemas, 70 g de azúcar en polvo y la leche para que se integren bien a la masa.
6. Agregaremos la ralladura de limón y una pizca de sal, y una vez estén mezclados retiraremos el bol de encima la olla.
7. En otro recipiente, tamizaremos la Maizena y la harina.
8. A parte, deberemos montar las claras a punto de nieve. Les añadiremos el zumo de limón y seguiremos batiendo mientras le agregamos el resto de azúcar. Se ha de lograr una textura tipo merengue, logrando que las claras creen un pico blando cuando se levantan las varillas.
9. A la mezcla de queso, yemas y azúcar le vamos a añadir la harina y la Maizena tamizados. Mezclaremos bien para que se aúnan a la masa.
10. Incorporaremos las claras montadas y removeremos con la ayuda de unas varillas. Así nos aseguraremos de que la mezcla quede bien integrada.
11. La receta original de Japón lleva pasas en la base del molde. Personalmente este detalle me lo salto ya que no me gustan mucho, pero puedes añadirlas si quieres.
12. En una fuente de al menos 3 cm superior a nuestro molde de pastel colocaremos un trapo en el medio y el molde encima de éste. Este paso es para poder verter en la fuente agua muy caliente (hasta un tercio de la altura del molde).
13. Colocaremos esta fuente en la zona más baja del horno y lo coceremos al baño María durante unos 18 minutos a 200ºC. Pasado ese tiempo bajaremos la temperatura a 160ºC durante 15 minutos y al acabar apagaremos el horno.
14. Dejaremos reposar el pastel dentro del horno 30 minutos más para después dejarlo enfriar con la puerta abierta.
15. Desmoldaremos y serviremos.

Aunque parezca muy complicada, esta receta es más sencilla de lo que parece. Además, os aseguramos que el resultado es maravilloso.