La dieta es uno de los pilares fundamentales de la longevidad y debe ser variada y equilibrada. Seguramente te suena a definición recurrente y tópica, pero así es porque un solo alimento, por beneficioso que sea, no es suficiente para cuidar la salud. Ahora bien, hay algunos que concentran tal cantidad de nutrientes que merece la pena hacerles un hueco en nuestra alimentación. Son los llamados superalimentos y hay uno en concreto que ocupa el primer lugar de la lista. No lo decimos nosotros, lo dice el Dr. Neil Paulvin, médico especializado en longevidad. De hecho, este experto define este fruto como el santo grial de la longevidad. Asegura que lo come todos los días y que protege su salud como una armadura. Se refiere a los arándanos, uno de lo vegetales que atesora mayor cantidad de antioxidantes. Y no es la única autoridad médica que promueve sus beneficios. La Universidad de Harvard, la Asociación Americana del Corazón o la Fundación Española del Corazón también animan a consumirlos.
Píldora natural de antioxidantes
Pocos frutos concentran tanta variedad de antioxidantes como los arándanos.
Aportan antocianinas, pigmentos naturales que tiñen este fruto de su color azul característico. Son poderosos antioxidantes que se asocian con muchos beneficios para la salud.
Contienen varios tipos de flavonoides, otros compuestos bioactivos que ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo.
Los arándanos son una enorme fuente de vitamina C, un escudo contra el daño causado por los radicales libres.
El resveratrol es otro de los compuestos de este fruto que protege la salud cardiovascular.
Así te protegen los arándanos del envejecimiento
Según Paulvin, la principal razón por la que los arándonos aumentan la longevidad es porque protegen las células.
Sus antioxidantes son como una armadura para las células sanas y participan en la reparación del ADN. Ten en cuenta que tus células cada día se enfrentan a agresiones continuas de los radicales libres que te envejecen y pueden acabar provocando enfermedades. Estudios han demostrado que las antocianinas protegen el cerebro y mejoran la memoria y la función vascular.
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Son geniales para la vista
Paulvin recuerda que una taza de arándanos aporta el 16% del valor diario de vitamina C. Esta vitamina protege la piel y el sistema inmunitario, pero lo que no es tan conocido es su efecto protector sobre la retina, evitando así la pérdida de visión asociada a la edad.
Evitan dolores musculares
Estudios recientes están demostrando que los arándonos son capaces de reducir el dolor muscular que aparece por estrés, tras el ejercicio o con la edad. Nuevamente la vitamina C es la responsable de este beneficio ya que ayuda a absorber el hierro y aumenta la producción de colágeno, una proteína básica no solo para la piel, también para la salud de los huesos, las articulaciones y los músculos.
Protegen la memoria y reducen la inflamación
Los antioxidantes de estos frutos azules protegen zonas del cerebro cruciales para la memoria y otras capacidades cognitivas. Estudios recientes han demostrado que su consumo retrasa el envejecimiento hasta dos años y medio.
Además, se ha visto que reducen la inflamación. La inflamación es la base de muchas enfermedades como la diabetes y una señal de que el organismo envejece. Además, los prebióticos de estas bayas mejoran la microbiota, lo que también contribuye a reducir la inflamación intestinal.
Por si fuera poco, disminuyen el colesterol. Los arándanos son riquísimos en fibra soluble que ayuda a eliminar el colesterol a través del intestino.
Cómo disfrutar de los arándanos
Los arándanos son muy versátiles y se pueden disfrutar de diversas maneras.
- Frescos: La forma más sencilla de consumir los arándanos es comiéndolos frescos. Lávalos bien y simplemente añádelos a tu tazón de cereales, yogur o ensalada de frutas.
- Batidos y smoothies: Mezcla arándanos con plátanos, yogur y un poco de hielo para hacer un batido lleno de antioxidantes. Puedes añadir leche o alguna bebida vegetal para ajustar la consistencia.
- Mermeladas y salsas: Cocina arándanos con azúcar y un poco de agua para hacer una deliciosa mermelada. Úsala en tostadas, panqueques... También puedes preparar una salsa para acompañar carnes o postres.
- Ensaladas: Incorpora arándanos en ensaladas verdes para agregar un toque dulce y ácido. Combínalos con nueces, queso feta y vinagreta balsámica para una ensalada fresca y vibrante.
- Repostería: Añade arándanos en tus recetas de muffins, panes o pasteles. La acidez de los arándanos puede equilibrar la dulzura de los postres y darles un sabor único.
- Helado de yogur con arándanos: Mezcla arándanos en yogur y congélalo en moldes para hacer paletas de helado saludables y deliciosas.
- Granola con arándanos: Añade arándanos secos a tu mezcla de granola casera para un toque frutal. Puedes disfrutarla con leche, yogur o simplemente como un snack.
- Acompañamiento para carnes: Cocina arándanos con cebolla y vinagre balsámico para hacer una salsa que complemente carnes asadas o a la parrilla.
- En salsas para avena o cereales calientes: Mezcla arándanos frescos o secos en avena o algún cereal caliente para agregar sabor y textura.
- Infusiones y aguas saborizadas: Añade arándanos a tus infusiones de agua o prepara aguas saborizadas para darles un toque frutal y refrescante.