En España están cayendo un mito de salud detrás de otro. Primero fue la advertencia de que estamos perdiendo a pasos agigantados los buenos hábitos de la dieta mediterránea. Los nutricionistas advertían que se está optando por platos que poco tienen que ver con esta dieta.
Ahora se desmonta que nuestro estilo de vida sea tan saludable. Nada menos que investigadores de la Universidad de Harvard están detrás de un estudio que pone en tela de juicio los horarios españoles de las comidas.
Cómo afecta el horario al metabolismo
Los investigadores no buscaban apuntar directamente a nuestro país. Simplemente querían comprobar cómo afectaba al metabolismo las cenas tardías y hasta qué punto se las podía culpabilizar del sobrepeso.
Para ello, se pidió la colaboración de 16 voluntarios, todos pacientes con sobrepeso u obesidad, que tomaran la misma dieta. Pero se les dejó elegir la cantidad de comida. También se equiparó la actividad física y las horas de sueño, entre otros factores.
Lo único que se variaba era la hora en que hacían sus comidas. Se dividieron en dos grupos: unos tomaban la última comida del día seis horas antes de acostarse y otros dos horas y media antes.
Luego pasaban una encuesta, para saber su nivel de hambre en los diferentes momentos del día. Se les hizo también periódicamente análisis de sangre para comprobar sus indicadores de salud y los niveles de grasa corporal. Los resultados reflejaron que los que cenaban más tarde comen más.
Qué ventajas tiene cenar más temprano
La explicación que han dado los científicos de Harvard está en dos hormonas, la grelina y la leptina, que son las que controlan el hambre y la sensación de saciedad. Los niveles bajan si se cena más tarde, por lo que se tiene más hambre y menos sensación de estar lleno.
![¿Dejar de cenar puede ser bueno para tu cuerpo?](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 990 660"%3E%3C/svg%3E)
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Además, los voluntarios que comían más tarde favorecían que el metabolismo creara más tejido adiposo, el que almacena la grasa, que se quemen calorías más lentamente y que aumente la grasa.
Si vemos los resultados de las personas que tomaron una última comida mucho antes, que es lo habitual de los países nórdicos de Europa, ocurre lo contrario.
El metabolismo se mantiene activo y juega a su favor: las calorías ingeridas se queman antes y por tanto no se acumulan en forma de kilos de más en el cuerpo.
La importancia del estilo de vida
Este estudio pone en debate dos concepciones. Nada es blanco y negro. Es cierto que cenamos más tarde, pero en España hay una vida social que también ha demostrado ser muy beneficiosa para la salud.
La alegría de vivir no es un tópico y varios estudios avalan esos lazos sociales. Lo que ocurre es que estamos planteando un disyuntiva que no existe. Porque se pueden mantener relaciones sin estar hablando hasta la una de la madrugada en el restaurante.
No cambiará nuestro modo de ser porque adelantemos los horarios. Ya hay muchos sitios donde el tardeo, la fiesta de tarde, gana adeptos. Hace unos años era impensable una discoteca si no estaba llena de humo y fumadores. ¿Se ha perdido la diversión porque ya no se fume?
¿Mejor cenar mucho pronto o tarde y poco?
En los países nórdicos cenan pronto, porque comen poco y la cena es la comida fuerte del día. El problema surge en España cuando la cena no solo es tardía, sino que es también copiosa.
La solución pasa por hacer una buena comida a mediodía y que la cena sea muy ligera. En ese caso, no importa tanto que no se quemen lento las calorías, porque habremos tomado pocas y no engordaremos más.
Por último, fíjate que los profesores de Harvard solo se han planteado la última cena dos horas antes de irse a dormir. Desde un punto de vista norteamericano resulta totalmente excepcional cenar e irse directamente a la cama. Algo que aquí hacemos con mucha más frecuencia.
Ese sí es el mayor error posible. No es ya solo que tu metabolismo no te ayuda a quemar la grasa. Es que obligas a trabajar a tu estómago y a todo tu cuerpo durante el tiempo en el que se supone que debe descansar y recuperarse. Dormirás mal, descansarás poco y son factores que se suman a una mayor riesgo de obesidad.