Los 7 beneficios de pasar de los 50 años (y por qué es la época más feliz en la vida)

La vida no se ha de mirar como un inevitable camino hacia la vejez. Se ha de vivir como un viaje apasionante en el que en cada etapa ocurren cosas nuevas. Sería terrible si solo pensáramos en él como una continua pérdida. Porque no lo es. Lo que los años te quitan por un lado te lo dan por otro.

La madurez de los 50 años no tiene que significar perder la curiosidad, la sorpresa, la pasión por las cosas. Quizá ya no hay el ímpetu de la juventud, pero sigue habiendo desafíos que pueden emocionarnos. Y hemos ganado en experiencia. Tenemos otra perspectiva que nos permite afrontarlos disfrutando más de la vida.

Artículo relacionado

Ni leer ni escribir: esta es la mejor afición para aumentar el bienestar emocional según la ciencia

Qué alicientes tiene esta etapa

Todo en esta vida es cuestión de perspectiva. Si quieres que el otoño sea una estación triste, lo será. Para muchos el otoño es aún cálido y romántico. Si tienes una mentalidad infantil, es ese tiempo fantástico que nos lleva a la magia de la Navidad.

En esta metáfora estacional, se establece que el verano es la juventud, luminosa, acalorada, llena de fuerza sexual. El otoño se asocia a la madurez. Medimos más nuestras fuerzas. También somos capaces de saborear mejor cada momento, cada día de sol y buen tiempo.

“El ser humano otoñal es un gourmet de la vida”, decía el escritor Francesc Miralles, especialista en desarrollo personal. “Desde donde estamos, vamos ayudando a los más jóvenes a encontrar su propio camino. Y hemos aprendido ya a embellecer el nuestro.”

En la niñez no somos conscientes del tiempo. En la adolescencia lo medimos, miramos el reloj, aunque seguimos sin darle valor. Es más, podemos quedarnos tumbados sin hacer nada horas enteras, por no darle importancia. Un error.

Las siete ventajas de tener más de 50 años

Esto nos lleva a uno de las siete beneficios para el bienestar que Miralles apunta como siete pilares de esta etapa que empieza en los 50 años.

1.  
2. Valoras más el tiempo. Superado el ecuador de la vida, te das cada vez más cuenta de que las horas no tienen precio. Pasa rápido y no has de malgastarlo. Lo vives más intensamente.
3. No necesitas fingir. Nos cuesta menos expresar lo que de verdad pensamos. De jóvenes tienes miedo de que tu forma de ser no te deje encajar en tu grupo. A partir de los 50 somos más nosotros mismos. No pasa nada si has de decir no.
4. Practicas más la empatía. La adolescencia es egoísmo. La madurez es ver que formas parte de algo más grande. Te da perspectiva. Te ayuda a comprender más a los otros, a mayor generosidad.
5. Sabes divertirte mejor. La vida ya ha hecho que conozcas la pérdida de seres queridos y aprendas a valorar el aquí y ahora. Carpe diem, aprovecha el momento. Sabemos disfrutar más de las circunstancias felices.
6. Valoras la belleza interior. El aspecto físico pierde valor. Nos seguimos cuidando, pero sabemos que hay cosas que ya no podremos cambiar. En cambio, cuidamos más de la salud, del cuerpo y, sobre todo, de la mente. La personalidad del otro nos deslumbra ya más que la belleza externa.
7. Tienes nuevas inquietudes. Descubres que no hay edad para reinventarse y vivir nuevas experiencias. Empezar a escribir, a practicar un hobby nuevo, a estudiar una carrera. Perteneces a una generación que no se frena.
8. Disfrutas de una perspectiva serena. Los años nos ayudan a dar menos importancia a cosas que antes nos alteraban. ¿Te acuerdas del chiste? “Soy longevo porque nunca discuto” “Hombre, no será solo por eso”. “Pues no será solo por eso”.

 

Cómo ser más feliz a partir de los 50

Madurar es amar la vida sabiendo más. A veces no somos conscientes de todo ese poso que tenemos. La felicidad en esta época es fácil de conseguir. Aunque no llega sola, la actitud cuenta.

Aquí tienes algunos consejos claves para disfrutar de la madurez:

• Saber que lo que sube baja. La felicidad no puede ser constante. Has de saber perder para poder ganar.
• Disfrutar de la soledad. Las relaciones sociales, las buenas amistades son fundamentales en la vida. Pero, como decía Albert Einstein, si la juventud en soledad duele, en la madurez es estupenda. Valoremos estar con nosotros mismos.
• Saber perdonar. El tiempo relativiza las ofensas del pasado. Malgastar el tiempo con odios es signo de inmadurez.
• Querer poco pero mejor. Para qué tanta ropa que luego no te pones. Mejor una prenda de calidad que no pasa de moda. Para qué tanto conocido superficial. Mejor pocos amigos que siempre estarán allí.
• Sentirte más espiritual. No importa que no seas creyente. Sientes que la vida es un proceso de algo mucho más grande. Eres pequeño en un planeta pequeño, de una estrella pequeña, de una galaxia pequeña en un universo que supera nuestra comprensión.
• Ganar en paciencia. Un niño no puede esperar. La madurez es disfrutar también de la espera. A veces la organización del viaje es tan placentera como el viaje mismo.