La concatenación de borrascas y lluvias continuas que hemos estado viviendo en España durante este mes de marzo va a complicar la primavera para las personas alérgicas al polen. Así lo teme la doctora Magdalena Lluch, miembro del servicio de alergología del Hospital La Paz de Madrid, que ha avisado de que ya estamos en un inicio de estación con altos niveles de pólenes.
De todas formas, la situación podría cambiar. “Una primavera también lluviosa sería la situación ideal: las plantas polinizan y los pacientes mejoran”, apunta. La lluvia ayudaría a que caigan y no floten en la atmósfera. Es difícil saber cómo va a evolucionar el polen en estos meses.
De momento, lo que parece es que lo van a pasar especialmente mal los alérgicos al polen de las gramíneas, el tipo de planta que causa más alergia, y al de los árboles plataneros. Pero no todas las provincias se verán igual de afectadas.
Las alergias cada vez se alargan más
A final del invierno la Sociedad Española de Alergología (SEAIC) analiza cómo está la vegetación para poder dar algunas indicaciones de cómo se prevé el riesgo de alergias en la primavera.
En el informe que acaban de presentar explican que hay factores preocupantes que cada vez hacen más difícil la gestión de la alergia. No solo se ha tenido en cuenta la afectación de las recientes lluvias de febrero y marzo.
Las temperaturas altas de principio de año también han ayudado a que el polen permanezca de manera más persistente en la atmósfera. Eso hace que los niveles altos de polen se alarguen más en el tiempo. El problema no es solo en primavera.
“Algunos de nuestros pacientes vienen de sufrir los efectos de una polinización de ciprés intensa y larga por las altas temperaturas de este invierno -explica la doctora Lluch-. El hecho de que cada vez con más frecuencia los pacientes son alérgicos a pólenes de estaciones diferentes, hace que muchos de ellos tengan síntomas casi todo el año.”
No influyen solo las lluvias
Pese a que ha llovido en prácticamente toda España, la situación no es en absoluto homogénea. La doctora Lluch enfatiza que “los niveles de polen no dependen solo de las plantas. Además de la lluvia, otras condiciones ambientales, como el viento, afectan de forma importante a los niveles de polen en la atmósfera”
Además, hay otros factores, como la contaminación o el cambio climático que influyen en la intensidad de la alergia:
- “La contaminación ambiental empeora las cosas, y es bien conocido que las plantas de áreas polucionadas producen más cantidad de polen con mayor capacidad de producir alergia”, explica la experta.
- El calentamiento global está provocando también un aumento de la polinización y de la cantidad de elementos potencialmente alérgicos de ese polen. Está aumentando el número de personas alérgicas y cada vez a más alérgenos.
Qué zonas tendrán más alergias
La zona donde los alérgicos se van a ver más afectados es en el sur de España, en especial en Extremadura. Las dos provincias tienen unos niveles de polen extraordinarios. “La concentración de granos de gramíneas más altos desde que hay registros”, ha advertido el doctor Juan José Zapata, presidente del comité de aerobiología de la SEAIC.
Situación similar se está viviendo en Sevilla y Jaén, con niveles de 1.000 hasta 16.000 granos por metro cúbico, prácticamente igual que Cáceres y Badajoz. La situación es moderada en Córdoba y Granada y más suave en Málaga, Almería, Cádiz y Huelva.
La previsión es también moderada en las dos Castillas y la Comunidad de Madrid. La excepción es Toledo, donde se espera que la concentración llegue a los 6.000 granos/m3.
En Aragón, Canarias y toda la zona este (Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Balares) las previsiones son mucho mejores. Pese a las lluvias, el viento hace pensar que dispersará mejor el polen.
En la zona norte, es complicado hacer pronósticos porque se espera fuerte variedad. Leve en Galicia, Santander y País Vasco (salvo en Vitoria que será intensa) y moderada en Pamplona.