Ligera, proteica, esponjosa y lista en 5 minutos: así se hace la mejor tarta de yogur griego

Celebramos la llegada del buen tiempo apostando por una receta de tarta esponjosa y ligera con el yogur griego como ingrediente principal, un alimento muy rico en proteínas. Saludable y fácil de hacer, este postre quiere convertirse en tu favorito.

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Charlie Masdeu

Periodista especializada en estilo de vida y nutrición

Actualizado a

pastel yogur

Cremosa y esponjosa, esta tarta es muy ligera.

iStock

Soy una gran apasionada de los dulces, aunque si he de escoger uno, me quedo con las tartas. Con un sinfín de variedades y sabores para todos los gustos, con los años he ido buscando recetas que sean sanas y sabrosas para que la culpa no aceche tras el primer mordisco. Escogiendo el yogur griego como ingrediente principal, esta receta nos propone una tarta esponjosa y muy ligera que se prepara en tan solo 5 minutos. Perfecta para celebrar la llegada del buen tiempo y optar por un capricho sano, esta tarta quiere colarse en tu ranking de favoritos. Y es posible que lo logre.

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Tarta ligera de yogur griego, un postre suave y esponjoso

Con la pretensión de lograr un postre delicioso, pero bajo en calorías, este pastel de yogur logra apostar por un equilibrio perfecto entre sabroso y sano. Aunque tan solo lleva dos cucharadas de azúcar, siempre podemos cambiar este ingrediente por otro tipo de edulcorante (o  azúcar moreno), para hacerlo todavía más sano. Preparándolo con yogur griego sin azúcar y una cucharada de maicena, lograremos una textura esponjosa y muy ligera.

Tanto, que se convertirá en la tarta de verano favorita para nuestros invitados -de eso no tenemos dudas-. Requiere de una preparación tan sencilla que incluso las personas negadas como yo (por más que lo intente, el mundo de la repostería siempre se me resiste) pueden lograr un resultado asombroso. Optando por ingredientes sencillos y en apenas 5 minutos de preparación, una vez la hayas probado te preguntarás porqué no la hiciste antes.

¿La mejor parte? Su textura: es tan esponjosa que se deshace en la boca y me recuerda a las tartas de queso japonesas, que tienen una masa como de nube. Para que no perdamos esponjosidad, el truco está en separar las claras de las yemas. Una vez las tengamos separadas, batiremos muy bien las yemas con el azúcar hasta que doblen su tamaño y logren esa textura cremosa tan deseada (misma técnica que usan los japoneses).

Ingredientes para hacer esta tarta ligera en casa

  • 4 huevos

  • 70 gramos de azúcar
  • 350 gramos de yogur griego sin azúcar
  • 40 gramos de harina de maíz
  • 4 gramos de levadura química
  • Ralladura de limón
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla (si queremos)

Paso a paso a seguir para que esta receta nos salga deliciosa

  1. Empezaremos la receta precalentando el horno a 170ºC. Una vez lo hayamos puesto en marcha, batiremos las yemas en un cuenco grande (las habremos separado de la clara previamente) y les agregaremos el azúcar. Deberemos batir bien durante unos minutos con la ayuda de unas varillas eléctricas. Tenemos que fijarnos que las yemas queden bien integradas con el azúcar, doblando así su volumen. Cuando logremos una mezcla homogénea y cremosa sabremos que está lista.
  2. A esta mezcla le añadiremos la ralladura de limón junto con el yogur (el ingrediente estrella de la receta) y mezclaremos de nuevo con la ayuda de las varillas. Una vez la mezcla quede integrada, verteremos la esencia de vainilla (este paso es opcional). Personalmente me gusta ese toque delicado que le da al final.
  3. En un bol más pequeño, vamos a mezclar la levadura con la harina de maíz y cuando este bien integrado, la añadiremos a la preparación anterior. Con la ayuda de las varillas, mezclaremos hasta lograr una crema lisa y homogénea.
  4. Gracias a la ayuda de las varillas eléctricas vamos a batir las claras (separadas al principio) hasta que queden a punto de nieve y de una buena cremosidad.
  5. Llegados a este punto, añadiremos las claras montadas a punto de nieve a la tarta y, con la ayuda de una espátula de silicona, removeremos lentamente mediante movimientos envolventes. Debemos lograr que todo quede integrado.
  6. Humedeceremos una lámina de papel sulfurizado para arrugarlo seguidamente con las manos. Lo estiraremos de nuevo y forraremos el molde desmontable. Este truco me lo enseñó mi madre y ayuda a que el papel tome la forma que queramos. Verteremos la mezcla de la tarta en él y lo vamos a hornear por media hora.
  7. Pasado este tiempo, apagaremos el horno y, con la puerta abierta, dejaremos reposarla durante 15 minutos más.
  8. Llega mi momento favorito: desmoldar. Colocaremos la tarta sobre una rejilla y dejaremos que la masa se temple antes de desmoldar.
  9. Serviremos espolvoreando un poco de azúcar glas.

No hay excusas para poner a prueba tus dotes culinarias, esta tarta sacará lo mejor de ti.