Si te digo azúcar, jarabe de glucosa o fructosa y gelatina puede que no sepas de qué te hablo. Pero si te digo chucherías ¡seguro que sí! Porque nos acompañan en los cumpleaños, en el cine o hasta cuando tomamos un gin tonic. Momentos divertidos ¡que no lo son tanto para nuestra salud! Vamos a mirarlas de cerca.
Los ingredientes de las gominolas
En el etiquetado el orden de los factores sí que altera el producto. Por eso, no sorprende que el ingrediente que encabeza el listado sea el azúcar, porque lo contienen en mayor cantidad que el resto ¡un 60 % de su composición o más!
Le siguen los gelificantes, que suelen ser proteína de origen animal extraída del tuétano, colágeno, de bovino o porcino. También pueden ser de origen vegetal, como el agar-agar, que se extrae de las algas, pero eso no las convierte en más sanas.
¿Y ese rojo tan chillón? ¿Ese amarillo tan brillante? Os presento a los colorantes, aditivos seguros pero que engañan a nuestro cerebro para que genere apetencia por las chuches “¡Son tan atractivas, estarán deliciosas!", eso es lo que piensa.
Los potenciadores de sabor y los aromas no se quedan atrás. Son los encargados de que no podamos dejar de comer chucherías, con instinto primario, porque esos sabores son sinónimo de energía... pero de la mala.
La industria alimentaria se lo curra para que encima, estén blanditas y cada bocado sea divertido ¡por su ácido cítrico! Vaya, que lo tenemos complicado para no hacer un consumo compulsivo de gominolas.
Traducido al lenguaje de las calorías, 100 g de chuches de sandía, por ejemplo, que te comes fácilmente de una sentada, nos aportan la friolera de casi 400 kcal, mientras que 100 g de sandía de verdad, solo 21 kcal. ¿Cómo te quedas?
Trucos para reducir el consumo de chuches
No coloques el paquete de gominolas entero encima de la mesa. Sirve en un tarro pequeño las que te vayas a comer. Esto es aplicable también al puesto de chucherías del cine o de la calle: coge una bolsa de plástico de las pequeñas, para no pasarte con las cantidades.
También es una buena idea evitar la sección de chucherías del supermercado y no pasar por la caja que tiene todo el catálogo de gominolas mirándote fijamente para que las sumes a tu compra. Deja el consumo de chucherías para momentos de ocio ¡y evita tenerlas disponibles en la despensa!
Y si te gustan mucho, prueba esta opción. Es una idea genial para pasar una tarde en familia cocinando.
Prepara tus propias gominolas saludables
Elabora tus gominolas caseras para que darte el gustazo no sea algo puntual. Fíjate en estas de frambuesa; solo necesitas dos ingredientes y no llevan azúcar añadido.
Ingredientes (para 50 gominolas):
- 300 g de frambuesas
- 6 g de agar-agar (1 sobre)
Preparación:
- Tritura las frambuesas y haz un puré fino con ellas.
- Mezcla con el agar-agar y lleva el conjunto a ebullición, durante 2 minutos, sin dejar de remover con unas varillas.
- Rellena un molde de silicona para hacer gominolas con ayuda de una pipeta. Online venden el pack entero.
- Deja enfriar un mínimo de 4 horas en la nevera, desmolda ¡y listo!