No, no los pierde, puedes estar tranquilo. Y haces bien en llamarla bebida. La de avena –como la de soja, arroz o almendra–, no se puede denominar ‘leche’ porque la legislación define a esta como la secreción mamaria normal de animales lecheros mediante ordeño.
En general, las bebidas vegetales aportan menos grasas y muchas menos proteínas que la leche de vaca. Pero son deficitarias en calcio y vitamina D de manera natural, por lo que si las tomas como sustitutas de la leche de vaca debes elegir las que sean ricas en estas dos sustancias.
Hay muchas marcas en el mercado de bebidas vegetales, y cada una tiene una composición diferente. Por este motivo, es muy útil mirar la etiqueta nutricional y elegir la de mejor calidad. Normalmente no suelen tener más del 15% del fruto seco (legumbre o cereal) y el resto suele ser agua, azúcar, emulgentes, estabilizantes o, incluso, aceite de girasol.
Es importante saber que los ingredientes aparecen en la etiqueta por orden de cantidad. Así que si en una bebida el primer ingrediente es el azúcar, la puedes descartar tranquilamente.