Ni lejía ni jabón: este es el método más seguro para lavar frutas y verduras y eliminar pesticipas y virus

La mayoría de infecciones alimentarias se producen en casa. Hay errores muy extendidos de cómo hay que lavar los alimentos, y en especial las frutas y verduras. No es igual que lavarse las manos.

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lavar frutas y verduras

Frutas y verduras pueden acumular muchos pesticidas.

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Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

El infierno está lleno de buenas intenciones”, apunta un viejo dicho. Y en el caso de la limpieza en la cocina no le falta razón. La manipulación de alimentos tendría que ser asignatura obligatoria y hay muy poca educación al respecto. Incluso quienes se preocupan por lavar los alimentos frescos es fácil que comentan errores, porque hay muchas falsas creencias.

Por eso, cada año oímos casos de personas que han sufrido una intoxicación alimentaria. Las que suelen llamar la atención son las de los establecimientos de restauración o un lote de productos en el supermercado. Pero son las menos. Son profesionales y tienen obligaciones legales. La gran mayoría de intoxicaciones, y que no se publicitan, pasan en las casas. Te explicamos el porqué.

Los errores habituales al limpiar alimentos

El primer error es directamente no limpiar porque se cree que todo llega ya limpio de la tienda. Por supuesto que las empresas de alimentación tienen un compromiso y unos estándares. Sin embargo, no son policías. La zona de alimentos frescos, sobre todo fruta y verdura, está desprotegida.

¿Cuánta gente ves que se pone guantes de plástico para tocar y coger los alimentos? Cada mano que pasa es un potencial contaminador, empezando por las tuyas.

Dejarlos en agua al llegar a casa tampoco soluciona del todo el problema. El agua estancada puede permitir que bacterias, virus y productos tóxicos se mantengan a flote. Uno de los últimos estudios, realizado por la Universidad de Sao Paulo, en Brasil, comprobó que frutas y verduras mantenían al menos un 10% de pesticidas en remojo.

Los alimentos tampoco se tratan igual que tratamos nuestra piel o la ropa. No se limpian con agua y jabón. Menos con detergente de lavavajillas o con lejía. El motivo es que la piel de la fruta y verdura puede ser porosa y absorber parte de los productos químicos.

Los errores se extienden a huevos y carne. Aquí precisamente el fallo es lavarlos. Los huevos tienen una capa en la superficie que aísla el interior, si los lavas la quitas y las bacterias pueden penetrar más fácilmente. Y en la carne, el agua puede arrastrar los microbios y esparcirlos. Lo que hay que hacer es asegurarse que no quede ninguna zona cruda. El calor los mata.

Los pasos para limpiar bien frutas y verduras

Vamos con los pasos que hay que seguir para asegurarnos que no vamos a traer infecciones a la mesa. La limpieza empieza desde el momento de la compra:

  • Elige bien el producto, sobre todo cuando no viene ya envasado y protegido. Asegúrate de que no esté golpeado o directamente la fruta tenga algún corte en la piel.
  • Vigila la colocación al guardarlos. Las carnes y los huevos deben estar guardados en zonas diferentes de las frutas y verduras para que no haya contaminación cruzada.
  • Lávate las manos antes de empezar con cualquier preparación. Recuerda que es tan probable que haya microbios en tus manos, que han pasado por muchas superficies, como en los alimentos.
  • Quita las hojas exteriores de lechuga y verduras similares. No solo es porque suelen estar más marchitas, también son las que acumulan más suciedad.
  • Pasa por el chorro de agua todos los vegetales. Hay productos específicos para lavarlos, lejías o vinagres, pero el agua a conciencia es suficiente.
  • Frota los alimentos duros. Los que son duros, como manzanas, naranjas o patatas puedes frotarlos con un cepillo. Es obligado aunque los peles. Cuando pasas el cuchillo puedes arrastrar los microbios de la superficie y que pasen a la fruta.
  • Si los secas es mejor. Con hacer que corra el agua ya arrastras la suciedad. De todas formas, si quieres asegurar, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición aconseja secarlos sobre una toalla limpia o papel absorbente. Si usas un colador, no lo utilices con dos alimentos distintos sin limpiarlo antes.

Otros consejos para ir sobre seguro

Si es aconsejable seguir estos consejos cada vez que cocines, cuando suben las temperaturas, en primavera y verano, se convierte en un imperativo.

Recuerda que la mayoría de microorganismos sobreviven mejor a temperaturas cálidas y los alimentos son un lugar idóneo para ellos donde encontrar humedad y nutrientes.

Cuidado con los huevos. Muchas de las preparaciones culinarias los incluyen y cometemos muchos errores con ellos:

  • Los cambios de temperatura les afectan especialmente. No los tengas en la puerta de la nevera, donde se dan más esos cambios.
  • No los casques en el borde del mismo recipiente donde los prepares. Además, se usa con frecuencia la cáscara del huevo para separar clara y yema, un riesgo añadido si hay suciedad.
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