Sara Mansa, nutricionista, sobre los alimentos adictivos: "Al cerebro le sorprende la suma de sal, grasa y azúcares que no está en los alimentos de forma natural"

En muchas ocasiones los elegimos por impulso... y no podemos parar. Te proponemos alternativas gustosas y más saludables.

Sara Mansa nutricionista
Sara Mansa

Dietista y nutricionista

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mujer comiendo donut
ISTOCK

La relación entre la mente y el apetito es compleja y sigue rodeada de cierto misterio. Muchos investigadores se han centrado en averiguar cuáles son los alimentos más adictivos, qué hace que lo sean y por qué el cerebro recurre a ellos de forma instintiva para calmar las emociones, ya que generan hormonas del placer. A pesar de ello, y de que la industria no deja de ofrecernos productos que despierten nuestro deseo, queda mucho por conocer.

La lista de los que más atrapan

Un trabajo de expertos de la Universidad de Michigan (EE. UU.) reveló cuáles son los alimentos más adictivos. De las 35 opciones presentadas a los participantes, se clasificaron como “extremadamente adictivos” las patatas chips, el chocolate blanco, el chocolate con leche y la pizza. Todos parecen cumplir los mismos requisitos: alta cantidad de grasa, sal y azúcares añadidos. Esto los convierte en alimentos muy sabrosos, irresistibles, que activan las zonas cerebrales de placer y recompensa. Son los llamados alimentos hiperpalatables. En realidad, esta fórmula es intencionada y está muy bien estudiada por la industria para que enganche y nuestro paladar la reclame. 

El cerebro se sorprende

En la naturaleza no existen alimentos con una cantidad tan alta de los tres componentes mencionados (sal, grasa y azúcar) y esa explosión de sabor y textura resulta asombrosa para nuestro cerebro. Por eso, la lista de productos adictivos se completa con las galletas, los helados, las patatas fritas en bastones, las hamburguesas con queso, los refrescos (por el azúcar y la cafeína), los pasteles y los quesos.

Sustituir, no prohibir

Evitar continuamente un alimento genera más necesidad de comerlo y fomenta la ansiedad con la comida en general. Sin embargo, hay que tener en cuenta que elegir estos productos ricos en azúcares, grasas y sal de forma recurrente puede perjudicar la salud. Por eso, te sugerimos probar otras alternativas con un sabor y una textura que siguen atrayendo al cerebro pero que también son nutritivos. Las puedes preparar en pocos minutos (o tenerlas ya listas para tomar) y disfrutarlas en esos momentos en los que te lanzarías a por cualquier cosa.

Alternativas dulces

Estas propuestas son muy fáciles de hacer y sus ingredientes, muy atractivos.

Brownie a la taza

Es una receta con ingredientes saludables que también satisface el hambre emocional. Bate 1 huevo en una taza, añade 3 cdas. de leche o bebida vegetal, 1 cda. colmada de harina integral, 1 cdita. de cacao puro en polvo, 1 cda. de aceite de oliva virgen extra, 1 cdita. de levadura química y edulcorante al gusto. Puedes añadir un dátil triturado o puré de plátano para darle un toque más dulce sin usar edulcorantes. Solo necesita 2 minutos de microondas.

Naranja confitada recubierta de chocolate negro

Lava la fruta y córtala en rodajas finas. Ponlas en una sartén, vierte agua hasta cubrirlas y añade 1 cda. de sucralosa o 1/2 de estevia. Deja reducir el agua y remueve de vez en cuando hasta que hayan transcurrido 20 minutos. Después deja las rodajas sobre una rejilla, y cuando se hayan secado y enfriado ponlas 15 minutos en el congelador. Sumérgelas en chocolate negro fundido y guárdalas en la nevera.

Galletas de frutos secos y semillas

Mezcla 80 g de harina integral, 1 cda. sopera de cacao en polvo, 1/4 de cdita. de bicarbonato, 1/4 de cdita. de sal, 100 g de crema de cacahuete, 1/2 cdita. de vainilla, 4 cdas. de endulzante (pasta de dátil o puré de plátano), 3 cdas. de sésamo blanco y 3 cdas. de semillas de lino. Haz bolas, aplástalas sobre papel de horno y hornea durante 8 minutos a 180º. 

Pudding de huevo

Bate 2 minutos 6 huevos, 170 g de queso crema, 50 g de mantequilla, 2 dátiles, ralladura de limón y 3 gotas de esencia de limón. Forra un molde de 20 x 10 cm con papel de horno, vierte la mezcla y hornéala 45 min a 170º. Sírvelo con mermelada.

Propuestas saladas

Estas cuatro recetas no tienen un exceso de sal ni de grasas perjudiciales.

Brochetas de olivas y bolitas de mozzarella

En un palo de brocheta coloca una aceituna sin hueso, un tomatito cherry y una bola pequeña de mozzarella. Repite hasta llenarla por completo. Es un picoteo ligero, rápido y delicioso.

Napolitana de jamón y queso

Rellena una tortilla integral para fajitas con jamón serrano y queso semicurado. Dóblala, píntala con huevo batido, decórala con semillas de sésamo y hornéala hasta que esté bien dorada. Hay muchas opciones de relleno: huevo duro, hummus de legumbres, salmón ahumado, atún al natural, aguacate, tomate, pimiento asado…

Bastones de pan integral con queso parmesano

Barniza unos palitos de pan integral alargados con huevo batido y espolvoréalos con queso rallado. Puedes añadir también orégano y unas semillas de sésamo. A continuación, dale un ligero toque de 5 minutos a 180º en el horno o en la freidora de aire para que el huevo se dore y el queso se funda.

Focaccia de aceitunas y hierbas aromáticas

Tritura 120 ml de claras de huevo, 50 g de copos de avena, 3 cdas. de tomate natural triturado, albahaca, orégano, ajo en polvo y un poco de sal. Vierte esta preparación en un molde alargado y decórala con unas aceitunas troceadas y unos tomates cherry laminados. Hornéala a 180º durante 30 minutos. Corta en rebanadas; si lo prefieres, puedes tostarla antes de comerla.