El hábito para empezar el lunes feliz y que la energía te dure toda la semana

Se está popularizando gracias a las redes sociales un hábito de lunes para empezar la semana con mejor ánimo y energía. Un psicólogo confirma que tiene base científica y es positivo.

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MUJER TRABAJANDO OFICINA ORDENADOR

A la mayoría de la gente le da pereza volver al trabajo los lunes.

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Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Para una amplia mayoría de la población, el lunes es el peor día de la semana. Las razones son obvias. Tienes cinco o hasta seis días de trabajo por delante. Todos los problemas que dejaste aparcados el viernes vuelven a primer plano. Y seguramente el cambio de hábitos, como irte a dormir más tarde el sábado, han trastocado también tu reloj biológico.

Las encuestas apuntan que a un 58% de la población no le gustan los lunes. Y hasta una famosa canción del grupo Bottom Rats, I don´t like Mondays, recuerda que “no me gustan los lunes” fue la excusa para una terrible masacre escolar.

Sin llegar a estos extremos, sí que es cierto que la psicología estudia trastornos relacionados con el malestar de la vuelta al trabajo.

Cómo nos afectan los lunes

Los psicólogos hablan de dos tipos de reacciones típicas de inicio de semana. Una es la ansiedad del domingo, que aparece las últimas horas del día provocada por la inminencia de la nueva semana. Una estadística reciente en Estados Unidos establecía que hasta un 75% sentía una sensación de estrés.

También se habla de la tristeza del lunes. No es una señal de depresión, sino un simple sentimiento de vencimiento, de que llevas una vida que no te gusta. Muchas veces está relacionada con algún tipo de nivel de ergofobia, una patología que supone odio o pánico al trabajo.

 

Mujer feliz en el trabajo

iStock

No te vamos a negar que la sensación de frustración y ansiedad que puede generar el trabajo es bastante amplia. Por eso no todos los expertos en psicología y psiquiatría están de acuerdo en que alguna de estas manifestaciones pueda considerarse una patología.

Sin embargo, hay más consenso en que la mayoría de veces el estrés laboral a que nos empuja la sociedad competitiva y la situación de crisis económica en que vivimos instalados desde hace años nos afecta en especial los lunes y puede perjudicar nuestra calidad de vida.

El truco para afrontar mejor la semana

A través de las redes sociales se ha popularizado una tendencia: el “lunes del mínimo esfuerzo” (o “Bare Minimum Monday”, como la han bautizado sus creadores norteamericanos). Su nombre ya es bastante explicativo de la propuesta. Se trata de hacer lo justo para cumplir con el día.

Es decir, los lunes vemos por delante todas las tareas y objetivos semanales. Salimos disparados porque se supone que estamos frescos tras el descanso. Es un error. Esta tendencia aconseja que:

  • El lunes evita asumir responsabilidades y tomar decisiones siempre que sea posible.
  • Si puedes, llega un par de horas tarde al trabajo. Tómate ese tiempo para relajarte en casa, desayunando tranquilamente, leyendo o con un rato de meditación.
  • Si has de estar en la oficina, las primeras horas de trabajo que sean sin teléfonos ni estar constantemente conectado.

Una estrategia apoyada por psicólogos

El objetivo es liberarse de esa presión de la productividad constante. Pasar el lunes sin que sea el día más estresante, como suele ocurrir.

Es una estrategia para cuidar la salud mental y evitar el agotamiento. Plantea un enforque más equilibrado y sostenible del horario laboral.

Y los profesionales han dado la razón a la propuesta. En un artículo, el psicólogo norteamericano Mark Travers analizó la lógica de este movimiento. “El lunes del mínimo esfuerzo aporta mejores dinámicas de trabajo y prioriza el bienestar a la productividad”, escribe.

Las personas que más lo necesitan son aquellas que vean que están poniéndose mucha presión, más de la que pueden asumir. Y que tienen ante sí un listado de tareas prácticamente imposible de cumplir y que los lleva a una sensación de frustración y culpa. “Te puedes acabar sintiendo infravalorado o incapaz”, concluye el psicólogo.

Qué beneficios aportan estos hábitos

En teoría está muy bien la propuesta. Pero en la vida real es difícil ponerla en práctica. ¿Qué jefe o empresa te comprará la idea? Pues vale la pena plantearlo, porque lo que se ha comprobado es que es efectivo y beneficioso para todos. El psicólogo Travers resume en dos aspectos fundamentales las ventajas de seguir estos hábitos:

  • Resulta más saludable. Empiezas pensando en ti, y eso es positivo. “No solo te facilita el lunes, sino que proporciona una actividad laboral más equilibrada y sana”. Empezar con mindfulness, un baño o cualquier actividad placentera te da fuerzas para la semana.
  • Repartes mejor la energía. En lugar de quemarte rápido los primeros días, y llegar al viernes agotado y sin la misma capacidad de producción, vas manteniendo a fuego lento tus energías. Reduce el riesgo de acabar quemado laboralmente y en lugar de llegar a media semana agotado, eres productivo hasta el viernes.

Más horas de trabajo no siempre redundan en una mejor producción”, recuerda este psicólogo. Es más, la jornada de cuatro días está ganando adeptos en muchos países y las pruebas que se han hecho ponen en evidencia que la productividad no se resiente.

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