Ritmos ultradianos: por qué es importante dar un descanso al cerebro cada 90 minutos

El doctor Mario Alonso Puig señala qué tres ejercicios son necesarios para que el cerebro se recupere, la mente descanse y así, poder ser un poco más felices.

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Eva Carnero

Periodista especializada en bienestar y nutrición

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Para ser felices, el cuerpo y la mente deben estar en armonía. 

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Si ya es difícil describir la felicidad, todavía lo es más encontrar el modo de alcanzarla y, algo todavía más complicado, mantenerla cerca de nosotros. Sin la intención de profundizar en la definición de este anhelo universal, de lo que sí hablaremos en este artículo es sobre una de las posibles vías que existen para conseguir la felicidad y disfrutar de ese sentimiento. 

Mario Alonso Puig, médico, escritor y conferenciante, asegura que una de las claves que nos acercan a la felicidad consiste en recargar pilas. Para ello, tal y como veremos más adelante, el experto señala tres maneras de hacerlo.

unión cuerpo y mente

El doctor asegura que una de las condiciones necesarias para ser felices es que la mente esté tranquila, que nos encontremos en paz con nosotros mismos. Algo que, tal y como vivimos en la actualidad, no resulta fácil. Y es que son muchos los estímulos que a nuestro alrededor interfieren dificultando esa serenidad. Sin embargo, siempre podemos intentarlo. 

En cualquier caso, para ello es importante conocer, aunque sea someramente, cómo funciona nuestro cerebro y por qué necesita descansar para sentirnos bien. Así lo explica el experto: "Seguimos distintos ritmos biológicos, uno es muy conocido, el ritmo circadiano. Es el ritmo del cortisol, una hormona que va cayendo al llegar la noche y que sube cuando va apareciendo el sol. Pero tenemos también otro tipo de ritmos que se llaman ultradianos y que suceden aproximadamente cada 90 minutos. Si, cada 90 minutos, al cerebro no se le da ese descanso después de una actividad mental intensa, experimenta una gran fatiga". Y continúa: "Muchas personas se han acostumbrado ya a descansar sus ojos después de pasar un rato largo ante el ordenador y la pantalla, pero lo cierto es que pocos permiten que su cerebro tenga esos descansos periódicos. Debemos dárselos, tal y como hacemos con los ojos. ¿Y cómo podemos lograr que descanse?".

la respiración es clave

Inhalar y exhalar de forma consciente es fundamental para calmar las fluctuaciones de la mente. A través de la respiración controlada el cuerpo es capaz de relajarse transmitiendo a la mente esa agradable sensación que nos acerca a la felicidad a través del bienestar. 

Partiendo de esta idea, el médico sugiere hacer ejercicios respiratorios abdominales cada 90 minutos, lapso que, recordemos, es el máximo que debería estar el cerebro sin descansar. "La respiración abdominal, diafragmática (llevando el aire e inflando el abdomen, no el pecho) es totalmente distinta a la intercostal o torácica. Es diferente por varias razones: la primera es porque la oxigenación del organismo es mucho mejor con la respiración diafragmática; la segunda, porque produce automáticamente relajación, es decir, baja la tensión. Por eso, en el mundo oriental al diafragma se le llama el músculo sagrado. En tercer lugar, porque cuando uno se enfoca en la respiración abdominal de alguna manera deja de prestar atención a todos esos pensamientos que muchas veces son una jaula de grillos".

Tal y como apunta Alonso Puig, la respiración diafragmática tiene la capacidad de relajar cuerpo y mente. Este tipo de ejercicios de respiración reciben el nombre de pranayama en el mundo del yoga, y son una práctica habitual en las sesiones de esta disciplina milenaria. 

Por otro lado, poner toda la atención en la respiración hace que ejercitemos la atención, lo cual es muy útil para mejorar nuestra capacidad de concentración, facultad que se está perdiendo de forma acelerada en los últimos tiempos. Recuperar el poder de concentración también nos acerca a la felicidad.

El movimiento es felicidad

Caminar

Caminar es uno de los ejercicios más saludables que existen.

ISTOCK

El segundo consejo del doctor se centra en el movimiento. Sugiere caminar 10 minutos tres veces al día. Esta recomendación es el resultado de estudios que certifican que necesitamos mover el cuerpo, salir del sedentarismo 30 minutos al día. Se puede hacer del tirón o se puede hacer en episodios de 10 minutos. Lo que es importante es saber que cuando caminamos, tenemos que acelerar el pulmón y el corazón. Lo fascinante es que, cuando eso ocurre, en el cerebro se empiezan a liberar tres sustancias (BDNF, o factor neurotrófico derivado del cerebro; IGF, o factor proinsulínico, y VGF, o factor de crecimiento nervio- so inducible ) que lo que hacen es favorecer la conexión entre las neuronas y la formación de nuevos vasos sanguíneos. Estamos moviendo el cuerpo... pero también estamos mejorando el funcionamiento del cerebro.

Tensión y distensión

Por último, el experto propone llevar a cabo una técnica inventada por el médico norteamericano Edmund Jacobson que consiste en apretar y soltar los puños o cualquier otra parte del cuerpo.

A grandes rasgos, la relajación progresiva de Jacobson repasa una a una varias partes del cuerpo, recorriéndolo de arriba a abajo. Comienza por la cara, la mandíbula y el cuello, continúa con los hombros, brazos, manos, y sigue con los muslos, pantorrillas y pies. En cada una de las paradas, habría que detenerse para contraer los músculos unos 20 o 30 segundos.

La repetición de estas contracciones musculares produce, entre otras cosas, calma y serenidad, que es exactamente lo que necesita el cerebro para recuperarse y cargar pilas.