Definitivamente, el café dificulta el proceso de filtración de la sangre que realiza el riñón. Y esto puede ser especialmente perjudicial en aquellas personas con una salud renal frágil.
Así lo ha demostrado un estudio realizado por investigadores del CIBEROBN y la Universitat Rovira i Virgili, que sugiere que el consumo de bebidas con cafeína, ya sea café o té, se relaciona con un mayor deterioro de la función renal.
La dieta influye en el riñón
La enfermedad renal crónica afecta a un 10% de la población adulta mundial y a más del 20% de los mayores de 60 años. En ella influyen muchos factores y deteriora en gran medida la calidad de vida del enfermo, sobre todo si son personas mayores con obesidad.
Por eso es tan importante establecer estrategias preventivas que ayuden a frenar el deterioro del riñón. Y una de ellas es, sin duda, cuidar la alimentación.
- Muchos componentes dietéticos desempeñan un papel clave en la preservación de la función del riñón y la prevención o el retraso de la progresión de la enfermedad.
- Partiendo de esta base, los investigadores del CIBEROBN y la Universitat Rovira i Virgili decidieron explorar la posible asociación entre el consumo de café y té y los cambios que se producían en un año en la tasa de filtración glomerular, que es un marcador importante de la función renal.
Para ello realizaron un trabajo en colaboración con otros 23 centros de investigación españoles y con la participación de 5851 personas mayores con sobrepeso u obesidad.
El café y el té no son buenos para el riñón
El estudio demuestra que lo que puede ser bueno para la salud general puede no serlo para el riñón.
Es el caso del café y el té, dos bebidas que contienen cafeína y que se consumen ampliamente en todo el mundo.
- Las semillas del café se caracterizan por su alto contenido en polifenoles (sustancias con propiedades antioxidantes), cafeína, vitaminas, minerales y fitoquímicos bioactivos con potenciales efectos beneficiosos para la salud.
Tomabar más de 2 tazas de café al día puede afectar a la filtración del riñón
Los estudios epidemiológicos realizados hasta ahora sobre la cafeína y la función renal no habían revelado resultados consistentes, es decir, no habían demostrado un efecto positivo pero tampoco negativo en los riñones.
Sin embargo, el estudio del equipo del CIBEROBN liderado por Jordi Salas y Andrés Díaz en el marco del proyecto PREDIMED-Plus sí ha encontrado un vínculo y no es bueno.
- Los autores observaron que el consumo de café con cafeína y té, pero no el de café descafeinado, se asociaba con una disminución de la tasa de filtración glomerular al cabo de un año de seguimiento.
- Se vio que las personas que tomaban más de 2 tazas de café con cafeína al día (50 ml aproximadamente por taza) presentaban un deterioro superior de la tasa de filtración glomerular que los que tomaban menos de una taza al día o que los no bebedores de café o té.
- Además, el consumo de más de 2 tazas de café con cafeína al día se asoció con un 19% más riesgo de tener una pérdida de la función renal más rápida.
"El té y el café son ricos en compuestos bioactivos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias con posibles efectos beneficiosos par ala salud", señala Jordi Salas.
No obstante, "existen efectos secundarios potenciales de la cafeína que, incluso en dosis moderadas, pueden empeorar la salud cardiovascular de las personas con enfermedad renal crónica", concluye.
Mejor descafeinado
El café es una de las bebidas más consumidas y la principal fuente de cafeína de la dieta mediterránea.
Es cierto que, como decíamos, tiene propiedades saludables, pero según los resultados de este estudio es perjudicial para el riñón.
- Por eso los investigadores aconsejan a las personas de edad avanzada con obesidad y riesgo cardiovascular reducir su consumo o, mejor aún, sustituirlo por descafeinado para preservar la salud renal.
Cabe señalar que este estudio es observacional y sus resultados deben confirmarse con un ensayo clínico. Pero si se acaba de confirmar, los consejos sobre consumo de café y té deberían incluirse en las estrategias nutricionales para prevenir la enfermedad renal de la misma manera que se aconseja reducir los hidratos en la diabetes.