En los tiempos que corren la preocupación por la salud y la alimentación se han vuelto temas de candente actualidad. El sobrepeso, la obesidad, la diabetes y la hipertensión cada vez resuenan con mayor frecuencia en los debates y las conversaciones del día a día. La solución para muchas de ellas nos parece evidente: una mejor alimentación y ejercicio físico diario.
Pese a que la solución parece sencilla, siguen apareciendo muchos remedios caseros que buscan ayudar a bajar peso, a reducir el nivel de azúcar en sangre o a mantener el cuerpo sano. Uno de los más populares, últimamente, es el truco del vaso de agua con vinagre antes de cada comida. Pero ¿realmente funciona? ¿Qué beneficios aporta? ¿Es mito o realidad? Te lo contamos.
El truco del vaso de agua con vinagre
Aunque para algunos pueda parecer asqueroso, este truco sencillo y fácil de ejecutar está ganando mucha relevancia, tanto en consultas especializadas de nutricionistas como en foros de internet. Pero lo primero que debemos preguntarnos es, ¿es bueno para la salud?
La dietista-nutricionista Blanca García-Orea Haro, experta en patologías digestivas, desmonta los mitos tras este truco casero para desvelarnos que, efectivamente, puede tener beneficios para la salud. Eso sí, hace hincapié en que debemos elegir siempre vinagre sin filtrar.
La experta también nos ofrece algunas indicaciones sobre cómo debemos llevar a cabo este truco. Lo ideal es diluir una cucharada de vinagre en un vaso con 2 o 3 dedos de agua. Hay que tomarlo justo antes de la comida, y no más de dos veces al día. De hecho, García-Oreo afirma que basta con un vaso con vinagre al día para notar sus beneficios.
Otras de las precauciones que nos ofrece la experta, antes de empezar a analizar sus beneficios, es que debe evitarse si se padece gastritis eosinofílica, úlceras gástricas o reflujo severo. Tampoco es recomendable si se tienen niveles bajos de potasio en sangre o si se tiene la histamina alta.
Además, nos advierte, el vinagre puede tener un efecto erosivo en el esmalte de los dientes, dado su alto grado de acidez. Se puede reducir este efecto secundario bebiendo con pajita.
Por último, queremos destacar que, aunque este pequeño truco casero puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre,no es un remedio para que las personas que padecen diabetes (de cualquier tipo) puedan consumir azúcar sin restricciones. No sustituye el uso de ningún medicamento ni de insulina recetada por un especialista.
¿Por qué es bueno tomar agua con vinagre antes de comer?
Con todas las advertencias sobre la mesa y el consejo de una experta para poner en práctica este sencillo truco casero, es hora de preguntarnos, ¿en qué puede beneficiarnos? Lo cierto es que el vinagre es un compuesto muy peculiar, que ofrece múltiples beneficios para el cuerpo humano.
Mejora la digestión
El vinagre, y en especial el vinagre de sidra de manzana, contiene una alta cantidad de ácido acético, que es la clave de muchos de sus beneficios. En particular, este compuesto puede aumentar la acidez estomacal.
Gracias a este efecto, se facilita considerablemente la descomposición de los alimentos, así como la rápida absorción de los nutrientes. Es por eso que, si sufres de digestión lenta, tomar un vaso de agua con vinagre antes de comer puede ayudarte a aliviar el malestar estomacal.
Ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre
Este es, probablemente, el beneficio más interesante de cuantos puede ofrecer el vinagre antes de las comidas. Varios estudios han demostrado que el ácido acético puede desactivar, de forma temporal, la enzima alfa-amilasa, que es la responsable de convertir los almidones en azúcares. De esta forma, consigue reducir los picos de azúcar en sangre que tienen lugar tras cada comida.
En palabras más sencillas, gracias al ácido acético, el vinagre puede reducir los niveles de azúcar en sangre, en especial cuando consumimos carbohidratos. Esto es especialmente beneficioso para personas que padecen resistencia a la insulina.
Tiene propiedades antimicrobianas
Otra de las ventajas que el ácido acético le ofrece al vinagre son sus propiedades antimicrobianas. De forma tradicional e histórica, este producto se ha utilizado como conservantes de alimentos y desinfectante natural por una razón: el vinagre puede acabar con las bacterias dañinas que contienen ciertos alimentos.
No obstante, esto no sustituye de ninguna forma la buena higiene alimentaria. Aunque sí puede facilitar la digestión, en especial cuando hay irregularidades en la flora bacteriana.
Puede tener efectos probióticos
Aunque el vinagre no es en sí mismo un probiótico, sus propiedades le permiten actuar como tal. Para empezar, el ácido acético puede inhibir el crecimiento de ciertas bacterias dañinas en el intestino, como hemos visto anteriormente. Pero, además, este compuesto favorece el crecimiento de aquellas que podemos considerar como bacterias beneficiosas.
Además, y en especial si hablamos de vinagre de manzana sin filtrar, este producto puede contener polifenoles. Estos compuestos antioxidantes pueden servir como alimento para estas bacterias “buenas” que viven en nuestro intestino.
Aporta propiedades antiinflamatorias
Para acabar, el vinagre contiene otro compuesto interesante: el butirato. Este ácido graso es conocido por tener probadas propiedades antiinflamatorias en el intestino. Gracias a esto, este truco casero se convierte en una gran ayuda para personas con enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.
Pero esto no es todo. El butirato es una importante fuente de energía para las células que forman el revestimiento intestinal. Gracias a esto, este compuesto puede ayudar a mejorar el funcionamiento del intestino, ayudando a prevenir problemas digestivos a largo plazo.
Por último, algunos estudios apuntan que el butirato podría tener efectos protectores sobre el sistema digestivo, protegiéndolo de enfermedades como el cáncer de colon o la falta de permeabilidad intestinal.