El sencillo hábito que practican 3 veces por semana las personas más felices de mundo

Cada año vemos en el Índice global de felicidad como Finlandia se mantiene en el primer puesto. Son ya seis años consecutivos los que mantiene su puesto en cabeza, mientras que otros países, como España siguen bajando puestos. En particular, en nuestro país hemos perdido puestos desde la posición 24, que ostentábamos en 2021, hasta la 36, puesto que hemos obtenido en 2024.

La pregunta es, ¿cuál es la clave de la felicidad de este país? ¿Por qué se sienten tan satisfechos sus habitantes? Lo cierto es que no hay una única respuesta. Un buen nivel de vida, igualdad social, libertad, un alto nivel de confianza en sus vecinos y dirigentes políticos, naturaleza y tradiciones milenarias parece ser la mezcla perfecta para conseguir estos resultados. Pero hay algo más. Un pequeño hábito, sencillo y agradable, que parece garantizar los mejores puestos de felicidad a los finlandeses.

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Un pequeño hábito, una gran felicidad

Si la base de la felicidad de los pueblos escandinavos está en la confianza que sienten hacia sus vecinos y sus tradiciones milenarias, hay un lugar en el que todo esto se combina y se mezcla para dar como resultado un hábito imprescindible en la vida de las personas más felices del mundo.

Es un hábito sencillo, que en España no es común, y que les permite cuidar de su salud y de sus relaciones sociales al mismo tiempo. Un hábito que requiere de ciertos medios, de cierta infraestructura y que, en Finlandia, está al alcance de todos.

Estamos hablando de la sauna. Algo que, en países más cálidos, como España, parece reservado para experiencias de lujo, y que en Finlandia es el pan de cada día. El 90% de su población van a la sauna al menos una vez por la semana. Y cuentan con más de 3,2 millones de instalaciones en el país, una cifra que no deja de sorprender para una población de 5 millones de habitantes.

Pero ¿qué hace tan especial a la sauna? La clave de su efectividad en lo que se refiere a aportar felicidad parece residir en una mezcla de beneficios físicos, psicológicos y sociales.

Beneficios de ir a la sauna para la salud

Para los finlandeses, la sauna no es solo un lugar de relajación y socialización, es un espacio en el que cuidar de tu salud. Es un centro de bienestar general, en el que toda la población confía para reforzar su salud física y mental. Y es que los beneficios de este tipo de prácticas han sido demostrados y reforzados por múltiples estudios. Entre los más interesantes, encontramos los siguientes:

• Mejora la circulación sanguínea. Al entrar en contacto con el calor de la sauna, se dilatan los vasos sanguíneos, aumentando el flujo de la sangre y mejorando, en general, la circulación de todo el cuerpo. Está demostrado que, gracias a este efecto, ir a la sauna de forma habitual tiene efectos positivos sobre la presión arterial, el colesterol y la función vascular.
• Relaja la musculatura. La mejora de la circulación sanguínea es, por sí misma, un beneficio. Pero, además, este mayor flujo de sangre contribuye a aliviar la tensión muscular y a reducir la sensación de rigidez, permitiendo que los usuarios experimenten una sensación de relajación profunda y renovadora. Este efecto antiinflamatorio es muy beneficioso la para la salud en términos generales. 
• Reduce el estrés y la ansiedad. El calor, la relajación muscular y el ambiente tranquilo de la sauna proporciona un refugio que permite desconectar del mundo exterior, centrándose solo en el momento presente. Es esta mezcla de características la que ayuda a reducir los niveles de cortisol, responsable del estrés con el que todos solemos lidiar día a día.
• Ayuda a eliminar toxinas. Gracias a la sudoración, nuestro cuerpo puede eliminar toxinas y desechos del cuerpo, lo que mejora la salud general de nuestro organismo. Este punto es clave para comprender sus beneficios antiedad, que permiten retrasar el envejecimiento celular. 
• Refuerza el sistema inmunológico. La exposición al calor de la sauna puede ayudarnos a aumentar la producción de glóbulos blancos, células encargadas de la respuesta inmunitaria de nuestro organismo. De esta forma, este hábito puede ayudar a fortalecer la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades e infecciones.
• Mejora la calidad del sueño. Para acabar, recientes estudios han descubierto que la exposición al calor y la relajación muscular que produce la sauna tiene una clara relación con la mejora de la calidad del sueño. Es por eso por lo que, en Finlandia, muchas personas incorporan este hábito a su rutina nocturna, como forma de relajarse antes de irse a dormir. Y con un sueño de mejor calidad, la salud mental mejora considerablemente.

Otros beneficios de la sauna para la felicidad

Además de mejorar la salud física, algo esencial para tener una vida plena, libre de preocupaciones y malestares, la sauna presenta para los finlandeses algunos beneficios especiales que le aseguran un estado de bienestar que va más allá de la sensación física.

Para empezar, este hábito los obliga a encontrar un poco de equilibrio entre el trabajo y la vida personal. No puedes llevarte el teléfono móvil, el ordenador ni ningún dispositivo que te mantengan enganchado al trabajo a la sauna, por lo que mientras estás allí, estás obligado a desconectar.

Otro punto clave para comprender la felicidad que les comporta la sauna a los finlandeses reside en que, en una comunidad tan activa en este hábito, este lugar se ha convertido en un espacio de socialización. Durante la estancia en la sauna comparten tiempo con conocidos, personas que ven día a día, y con las que forman una comunidad real, lejos de las pantallas y el estrés diario.

Este último punto es también muy importante. La sauna se percibe como un autocuidado en Finlandia, además de como una tradición. Es un espacio en el que dejar de pensar en aquello que te agobia, para concentrarte en la sensación cálida y agradable del calor.

Lo cierto es que, dado que en España no tenemos esta idea de comunidad y tradición alrededor de la sauna, puede que este hábito no nos comporte estos últimos beneficios. Pero sí podemos buscar espacios en los que convivir con las personas a las que queremos, apagando las pantallas para que no nos devuelvan al mundo del estrés y promoviendo nuestro autocuidado y satisfacción personal.