¿Te cuesta hacer dieta? No eres tú, es tu cerebro: claves para 'entrenarlo' para que te ayude a adelgazar

Muchas personas se proponen perder peso y mejorar su salud poniendo el foco en dietas para adelgazar, pero se encuentran con un obstáculo que les impide hacerlo: su cerebro. Y es que, el cerebro no solo regula el apetito y el metabolismo, sino que también influye en nuestros hábitos, emociones y pensamientos, que pueden sabotear nuestros esfuerzos por adelgazar.

¿Por qué tienes más hambre cuando estás estresada o triste? ¿Por qué te cuesta tanto resistirte a la comida basura o al dulce? ¿O por qué, aunque te lo propongas, cuesta tanto ponerse a dieta? Estas son algunas de las preguntas que te habrás planteado si quieres adelgazar, y que tienen que ver con cómo se encuentra nuestra mente y las emociones mal gestionadas.

La mente influye en la pérdida de peso

Pensar continuamente en la comida o usarla como vía de escape puede sabotear nuestros mejores esfuerzos para perder peso. Por eso, entender cómo funciona tu cerebro y aprender a canalizar las emociones es fundamental para alcanzar tus objetivos.

Pero no todo está perdido. El cerebro también es capaz de aprender, cambiar y adaptarse, y puedes aprovechar esta capacidad para 'entrenarlo' mediante algunas claves que te ayudarán a adelgazar, basadas en la psico-neuro-nutrición.

Claves para adelgazar entrenando tu mente

El doctor francés Yann Rougier, especialista en neurociencias aplicadas, la nutrición saludable y la psico-neuro-inmunología, ha encontrado la fórmula para que tus emociones y pensamientos no influyan en tu meta, que se debe principalmente al desequilibrio en la producción de dos hormonas del bienestar y el placer: la dopamina y la serotonina.

En su libro ‘Entrena tu cerebro para adelgazar’, sostiene que para adelgazar debe existir un reequilibrio metabólico global, no solo un plan de alimentación, ya que "el sistema nervioso, el mental y las emociones se ven implicados en cualquier proceso de pérdida de peso".

Para ello, ofrece 5 herramientas que te ayudarán a seguir el proceso a tu ritmo, sin privaciones y cuidando tu bienestar general, haciendo que el cerebro se prepare para la pérdida de peso y esté entrenado antes de comenzar cualquier dieta.

Regula la respiración

Cuando te entren ataques de hambre sin tenerla o recurras a la comida para combatir un momento de presión o estrés, la respiración puede ser clave para entender qué es lo que tu cuerpo necesita realmente.

Respirar bien, inspirando profundamente por la nariz y espirando lentamente por la boca, mejora la oxigenación de las células, lo que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, y a aumentar la sensación de saciedad. Puedes hacerlos varias veces al día, especialmente antes de las comidas y al acostarte.

Visualización mental

Esta técnica consiste en imaginar con detalle esa situación que deseas vivir o lograr, activando así las mismas áreas cerebrales que si la estuviéramos experimentando realmente. Puedes visualizar, por ejemplo, cómo te sentirías al alcanzar tu peso ideal, cómo te verías con la ropa que nos gusta o cómo disfrutarías de una alimentación sana y equilibrada.

Los cambios empiezan en tu mente, y esta herramienta es indispensable para alcanzar tus metas porque refuerza tu confianza, aumenta la motivación y la determinación, mejora la concentración y el enfoque en tus objetivos, y facilita el aprendizaje de nuevos hábitos saludables. 

Escucha a tu cuerpo

Para entender a tu cuerpo hay que prestar atención a las señales internas que nos envía, como el hambre, la saciedad, la tensión muscular, los niveles de cansancio, el estrés, etc., y saber interpretarlas correctamente.

Esto te ayudará a controlar mejor la cantidad y la calidad de lo que comes, adaptar el ejercicio físico a tus necesidades y capacidades, y detectar y resolver posibles problemas de salud. 

Di adiós a lo tóxico

Tanto en la alimentación como en tu vida. Evita aquellos alimentos y bebidas nocivas para el organismo, como los aditivos, las grasas trans, el azúcar refinado, el alcohol, etc., y despídete de aquellas situaciones, personas o hábitos que te generan malestar, estrés, ansiedad, tristeza, ira, etc., ya que puede repercutir en la forma en la comes y por ende, en tu físico.  

Apuesta por una alimentación más saludable

Por último, cuando hayas preparado tu cuerpo y entrenado tu mente y tu cerebro, opta por una alimentación más saludable para regular el apetito, controlar las calorías, optimizar el metabolismo, prevenir el efecto rebote y mejorar la composición corporal.

Una alimentación saludable es aquella que se considera variada y equilibrada. Incluye todo tipo de alimentos, pero reduce las porciones de los que aportan más calorías. Toma abundantes frutas y verduras frescas, elige cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, pescado, huevos y carnes magras; limita las grasas saturadas, el azúcar y la sal; y no te olvides de beber mucha agua.

Adelgazar no es solo una cuestión de dieta, sino también de cómo se encuentra tu cerebro. Por eso, es importante entrenarlo para que te ayude a perder peso de forma saludable y duradera, usando herramientas como ejercicios de respiración y relajación para controlar el estrés, una reprogramación del esquema corporal y la eliminación de ciertos obstáculos psíquicos y tóxicos en nuestra vida.

Sin embargo, a veces podemos encontrarnos con dificultades para aplicar estas herramientas, sobre todo si tenemos problemas emocionales que nos impiden cambiar nuestros hábitos o que nos llevan a comer de forma compulsiva o desordenada. En estos casos, lo mejor es buscar la ayuda de un profesional que te oriente, te apoye y te acompañe en este proceso de transformación, para evitar errores a la hora de adelgazar y hacerlo de manera saludable y consciente.