Esta tarta keto me fascina: se prepara en un momento, está deliciosa y repleta de proteínas

Con la única intención de encontrar maneras más saludables para cuidar nuestro cuerpo de manera sencilla, son muchas las personas que año tras año descubren la famosa dieta keto. También conocida bajo el nombre de dieta cetogénica, ésta nos propone quemar grasas de manera más eficaz mediante un plan alimenticio donde los carbohidratos aparecen de manera muy escasa. Perfecta para cuidarnos sin la necesidad de pasar hambre, este tipo de dieta apuesta por un consumo moderado de proteína y un aumento en la ingesta de grasa. Con estas premisas, he dado con la receta de tarta keto perfecta para sorprender a todos mis comensales. Fácil de hacer, rápida y sin necesidad de horno, este dulce te sorprenderá por su delicioso sabor y su llamativa textura. 

Buenísimo

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La tarta keto que se ha convertido en una de mis favoritas

Jamás pensé que una tarta keto podía ser tan deliciosa y eso es culpa de mi desconocimiento hacia este tipo de dieta. Aunque hasta hace poco no sabía qué era, lo cierto es que desde que me enseñaron esta receta no puedo parar de hacerla. Lejos de necesitar una gran lista de ingredientes o de tener mucha experiencia en el mundo de la repostería, esta tarta se hace con muy poco siguiendo unos sencillos pasos que incluso mi sobrino pequeño sigue sin dificultad. 

No hay excusas que valgan: no necesita horno para su cocción, por la que lo convierte en el dulce más goloso y rápido de cocinar. Aprovechando que estamos ante las puertas del fin de semana, este postre sorprenderá a todos nuestros comensales (y se convertirá en uno de nuestros platos estrella). 

Lo que más me gusta de ella es que, a pesar de ser un dulce muy goloso, no lleva nada de azúcar. Se adereza de una deliciosa mermelada de frambuesa que rompe con todo y se convierte en clave para aportar sabor y acidez. Se hace en menos de 20 minutos y, aunque necesite un reposo mínimo de 2 horas, es perfecta para celebrar la llegada del buen tiempo. 

Ingredientes que vamos a necesitar para hacer esta tarta keto

• 150 g de harina de almendra.
• 60 g de aceite de coco.
• Canela.
• 250 g de nata líquida.
• 250 g de queso crema.
• 150 g de frambuesas.
• 105 g de eritritol. 
• 4 láminas de gelatina. 
• Vainilla.

El sencillo paso a paso

1. Empezaremos mezclando los ingredientes para la base de nuestra tarta. Eso significa que en un bol echaremos la harina de almendra, el aceite de coco, 40 g de eritritol y canela (al gusto). El eritritol es un edulcorante de origen natural que podemos encontrarlo en frutas y vegetales -también está presente en algunos productos fermentados como la cerveza-. Además, ha ganado mucha popularidad por su escaso valor calórico.
2. Una vez tenemos la mezcla lista y compacta, lo pondremos en un molde antiadherente con la intención de que todo quede bien compacto. Cuando esté listo, reservaremos.
3. En un bol pondremos a remojar las 4 las láminas de gelatina en agua muy fría durante 5 minutos.
4. Para hacer el relleno vamos a mezclar la nata líquida, el queso crema (ingrediente que aportará proteína), 30 g de eritritol y un chorrito de vainilla. Removeremos bien y calentaremos la mezcla en el microondas unos segundos para que quede templada. Si lo preferimos, siempre podemos sustituir el queso crema por mascarpone, aunque éste cuenta con menos cantidad de proteínas. 
5. Escurriremos las láminas de gelatina y las incorporaremos a la mezcla.
6. Una vez quede una mezcla homogénea, la verteremos encima de la base del pastel y reservaremos en la nevera.
7. Para preparar la mermelada añadiremos a un cuenco las frambuesas junto 35 g de eritritol. Calentaremos la mezcla en el microondas durante unos 5-8 minutos. Si lo preferimos, podemos calentar estos ingredientes en una sartén. Una vez el agua se haya evaporado, echaremos una hoja de gelatina (previamente remojada).
8. Para que la mermelada quede suave, podemos colarla para quitarle todas las semillas de la fruta (este paso es opcional).
9. Una vez que la tarta ya esté sólida (ha de pasar mínimo una hora), le echaremos por encima la mermelada que acabamos de preparar y la volveremos a poner en la nevera para que repose.

Lo mejor de esta receta es que podemos ir modificándola para hacerla m��s nuestra (y más deliciosa). Si lo preferimos, siempre podremos sustituir la harina de almendra por otro fruto seco en su versión rallada.

Se trata de un postre ligero, fácil y delicioso, por lo que te recomiendo que lo pruebes en casa.