3 alimentos que parecen sanos pero debes evitar en el desayuno: suben el azúcar y provocan ataques de hambre

El menú del desayuno no destaca precisamente por su variedad. De hecho, desayunamos prácticamente lo mismo todos los días: café con leche, tostadas, quizá algo de fruta, cereales... Alimentos que solemos considerar saludables y que, sin embargo, quizá no lo sean tanto.

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Desayuno continental

El desayuno continental es uno de los más habituales.

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Eva Carnero

Periodista especializada en nutrición y bienestar

Cada vez interesan más los asuntos relacionados con la nutrición. Basta con echar un vistazo a las redes sociales para comprobar que están inundadas de posts dedicados a dietas para mejorar nuestra salud y de consejos sobre hábitos saludables. Precisamente, por este aluvión de información, cada vez es más importante ser crítico y atender, en la medida de lo posible, solo aquellos mensajes difundidos por expertos en este ámbito. 

Esta enorme diversidad hace que en muchos casos se aprecien mensajes contradictorios, lo que se traduce en desinformación y confusión entre los usuarios de las redes. Ahora bien, existen ciertas ideas sobre las que sí hay cierto consenso (aunque no total), como por ejemplo, la importancia de comer 5 veces al día, o que el desayuno es la comida más importante del día. 

En este artículo, nos centraremos en el desayuno y en qué alimentos solemos considerar como "ideales" para comenzar el día y que, sin embargo, puede que no sean tan adecuados. 

De modo que, sin rechazarlos totalmente, lo que sí haremos es señalar algunos matices que no se deberían pasar por alto. 

¿Existe el desayuno perfecto?

No parece que tenga mucho sentido hablar de un desayuno ideal o de un modelo nutricional estricto, ya que si recorremos algunos países, veremos las enormes diferencias que hay entre las propuestas de desayuno. Incluso, dentro de nuestro país, detectaremos distingos, más o menos, sutiles.

Ahora bien, además de las diferencias, también encontraremos bastantes similitudes. Por ejemplo, es habitual incluir en el desayuno, muesli, tostadas de pan blanco y zumo de naranja. Tres alimentos que, la inmensa mayoría de la gente considera saludables. De hecho, se les suele dar prioridad frente a las galletas o la bollería industrial, bajo el criterio de ser mucho más convenientes para la salud. 

Sin embargo, ¿realmente son tan saludables como creemos? ¿Son el muesli, el pan blanco y el zumo de naranja la mejor opción para el desayuno

cereales muesli

¿Tomas cereales para desayunar? Descubre los más sanos (y no es el muesli)

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Hace tiempo que la costumbre de comer cereales muesli se extendió en la sociedad, tanto entre los niños, como entre los adultos. El problema es que, aunque es cierto que son un alimento muy completo, ya que consisten en una mezcla de frutos secos, cereales y frutas desecadas, también lo es que incluyen mucha azúcar, demasiada. 

Así lo advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Según un estudio comparativo de 321 cereales de desayuno realizado por esta organización, los azúcares representan el 19% del contenido de los de tipo muesli. Es más, otro 5% son grasas saturadas, sobre todo entre los cereales que incorporan trozos de chocolate. De hecho, solo uno de cada tres cereales muesli alcanza una A en Nutriscore, que distingue a los productos con un perfil nutricional más saludable y que penaliza el exceso de calorías, grasas saturadas, azúcar y sal. 

Por tanto, parece que tenemos motivos de sobra para descartar los cereales tipo muesli si lo que queremos en tomar un desayuno saludable. 

Tostadas de pan blanco

tostada francesa integral

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Incluir hidratos de carbono en el desayuno es una buena idea. Es decir, puedes tomar un par de rebanadas de pan integral, untarlas con tomate y echarles un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Ahí, está el quid de la cuestión. Es clave que el tipo de pan que escojas sea integral, es decir, que la harina con el que se ha elaborado no sea refinada. 

Esta recomendación se basa en que los hidratos de absorción lenta (los de los alimentos integrales), nos ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en sangre, mientras que los carbohidratos simples (de absorción rápida), son los responsables de los picos de glucosa, lo cual es el origen de numeras enfermedades relacionadas con el metabolismo. Además, favorece que tengamos hambre al poco tiempo de haber comido, lo que, a su vez, aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad. 

En conclusión, la recomendación sería incluir un par de rebanadas de pan. Eso sí, mejor que sean integrales. Además, conviene vigilar con qué acompañamos el pan. De poco sirve escoger el pan adecuado, si después lo cubrimos con mantequillas y mermeladas cargadas de azúcares añadidos. 

Zumo de naranja

zumo naranja

Sin duda, uno de los alimentos estrella de los desayunos saludables son los zumos de naranja. Y es que, tomar el jugo de un par de naranjas es algo que solemos identificar con un hábito nutricional saludable. Sin embargo, es importante tener en cuenta dos aspectos fundamentales que, o bien se desconocen, o bien no se valoran lo suficiente. 

Por un lado, cuando preparamos un zumo de naranja o de cualquier otra fruta, una de las consecuencias que tiene es que renunciamos a gran parte de la fibra que contiene, sobre todo, si después de exprimirla pasamos el zumo por un colador. Desde el punto de vista de la salud, al privarnos de la fibra dejamos de aprovechar sus propiedades nutricionales, como son que facilita el tránsito intestinal, ayuda a mantener los niveles de azúcar estables, favorece el control de peso gracias a su poder saciante y reduce los niveles de colesterol.

Y, por otro lado, al exprimir las naranjas, los azúcares intrínsecos, aquellos que contiene la fruta de forma natural, se transforman en azúcares libres. El problema es que los azúcares intrínsecos se absorben lentamente, mientras que los libres son de absorción rápida, lo cual provoca puntas en los niveles de glucosa en la sangre. Algo que conviene evitar por sus efectos dañinos para la salud. 

De modo que la conclusión es que lo ideal es tomar fruta entera en el desayuno, aunque los zumos naturales no son la peor de las opciones. Todavía es menos conveniente el consumo de zumos industriales.

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