Adiós a los ultraprocesados: los pequeños trucos para identificar estos alimentos

La publicidad y las etiquetas con medias verdades pueden llevarte a engaño. Nos hacen creer que los alimentos ultraprocesados son más nutritivos y sanos de lo que de verdad son. Te damos algunos trucos para que los detectes rápido.

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ALIMENTOS ULTRAPROCESADOS

Los ulraprocesados son ricos en grasas, azúcares y aditivos.

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Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Si divides el espacio de un supermercado verás con asombro que la parte dedicada a alimentos frescos y naturales ocupa apenas una pequeña parte. ¿Qué es el resto? Pues alimentos ultraprocesados. También se les conoce como altamente industrializados, pero con esos nombres venden menos.

Por eso, lo que te encontrarás son solo ganchos de márketing, como producto listo para comer, sin azúcares añadidos, extra de vitaminas y un largo etcétera. Que no te engañen. Los nutricionistas lo tienen claro y nos insisten constantemente, los alimentos industriales invaden nuestra dieta y son la gran pandemia actual.

Los pros y contras de los ultraprocesados

La definición de un ultraprocesado es aquel producto alimenticio que ha pasado por un proceso de fabricación con más de cinco ingredientes distintos. No cualquier ingrediente, claro. Entre ellos debe haber harinas, aceites vegetales, aditivos, azúcares o sal.

  • Estos productos están muy estudiados para que nos entren por la vista, el olfato y el gusto. Contienen sustancias que los hacen muy agradables al paladar, cuando no directamente adictivos.
  • Además, la mayoría de las veces no requieren apenas preparación. Los podemos comer tal cual. Nos ahorran tiempo.
  • Y la baja calidad de sus ingredientes, permite que tengan un precio muy competitivo.

La lista de los motivos para no consumirlos es larga. Para empezar, estas creaciones alimenticias son recientes y nuestro organismo no está bien adaptado. Los procesa muy rápido.

Es fácil que sus ingredientes no sean sanos (exceso de azúcar, de sal, de grasas). Y lo peor es que no los consumimos puntualmente, sino que ya forman parte importante de nuestra dieta. Por eso crece la obesidad, los problemas cardiovasculares, el riesgo de diabetes.

Cómo te engañan los productos ultraprocesados

La mayoría de nosotros puede que no tengamos claro cuáles son realmente estos productos. Por ejemplo, un yogur de sabores la gran mayoría no lo incluiría y sí lo es. O una “saludable” barrita de cereales.

ULTRAPROCESADOS BOTICARIA GARCIA

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¿Por qué no lo detectas? Muy fácil. Unas veces porque están al lado de productos que sí son saludables. Por ejemplo, un yogur natural. Otras porque te engañan con reclamos como “bajo en grasas” o “fuente de fibra. No es falso (entonces sería denunciable) pero tampoco es verdad.

Es bajo en grasas porque tiene poca cantidad de todo tipo de nutrientes. El problema es que no te vas a comer solo uno. O tiene fibra, pero en cantidades casi ridículas.

Otras veces te dicen “sin azúcares añadidos”. Muy bien. Lo que no sabes es qué ingredientes perjudiciales ponen para sustituir a esos azúcares. Suelen ser edulcorantes aún más perjudiciales y de baja calidad, para no tener que subir el precio.

Trucos para detectar los ultraprocesados

Desgraciadamente, estos tipos de productos industriales suelen poner muy en grande sus supuestos beneficios y muy en pequeño los verdaderos ingredientes. Por eso te recomendamos unos trucos para desenmascararlos:

  • Mira la lista de ingredientes. Cuanto más larga sea esa etiquetita pequeña de abajo, más perjudicial. Ahí sí están obligados a poner todos los aditivos, conservantes, aromatizantes y saborizantes artificiales.
  • Cuidado con la terminación en “osa”. La terminología no la conocen más que los químicos y expertos en nutrición. Tú quédate con que a más nombres raros, más sospechoso es. Por ejemplo, los acabados en osa (dextrosa, fructosa, glucosa y otros) suelen ser derivados de azúcar.
  • Cuidado con los jarabes. Si tiene jarabe de malta, melaza o maíz son composiciones habituales de estos productos.
  • Atentos a estos nombres: si pone que las grasas o algún otro ingrediente ha sido hidrogenado, liofilizado o deshidratado en la mayoría de casos es sospechoso. Son procesos habituales en industria alimenticia.
  • No confíes en nutrientes añadidos. Los buenos productos no necesitan tener un extra de vitaminas o minerales. Ya las tienen de por sí. Si te las venden como reclamo, señal que el alimento en sí es poco nutritivo o piensan que forma parte de una dieta poco saludable.

¿Qué opción saludable tienes?

Puedes pensar que si nos ponemos tan estrictos, no encontraremos productos fuera de la zona de frutería. No es cierto. Hay alimentos precocinados y preparados que se cocinan con rigor y con ingredientes naturales. Como los harías tú en casa.

Lo que pasa es que esos productos quizá no sean tan dulces como los otros. No tengan esa textura tan agradable o sean más caros. Hay galletas, cereales y muchos productos más que no son ultraprocesados.

Tú decides cómo quieres que sea tu dieta. Y sí, por supuesto, que si te quedas más rato en la zona de alimentos frescos que paseando por el resto del supermercado, seguro que tu compra será más sana. Por eso, una gran mayoría de tiendas, ponen esos productos al final y te obligan a pasar por lazona de los ultraprocesados.

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