Estas son las 4 mejores frutas que puedes tomar para cenar: digestivas, quemagrasa y ayudan a dormir

¿Cuántas veces has escuchado que cenar fruta engorda? ¿O que eliminar calorías, como las del postre, es la clave para perder peso? Cuando hablamos de dietas y nutrición, los mitos sobre lo que se puede o no se puede comer para cenar aparecen siempre por todas partes. Pero, ¿sabes que hay frutas que no solo son adecuadas para cenar, sino que también pueden ayudarte a digerir mejor, quemar grasa y conciliar el sueño?

Así es. Después de que muchos expertos e investigadores hayan desmitificado que comer fruta por la noche engorda, hemos investigado sobre cómo deben incorporarse a la cena para que esta sea saludable, y a su vez, hemos descubierto cómo una cena con frutas adecuadamente seleccionadas puede ser la clave para mejorar tu salud digestiva, ayudarte a perder peso y garantizar un sueño reparador. ¿Quieres saber cuáles son y la mejor forma de incluirla en tus cenas? Te lo cuento todo.

Cómo debe ser tu cena para dormir bien y quemar grasas

Somos conscientes de que la cena es una parte crucial del día, especialmente cuando buscamos mejorar nuestra calidad de sueño y perder peso. Pero, ¿sabes cómo debería ser para mejorar tu descanso y que no arruine tu dieta?

La respuesta es simple: que sea equilibrada. Y para que una cena sea equilibrada debe incluir una combinación de proteínas magras, carbohidratos complejos, grasas saludables y, por qué no, frutas.

Lo que determina si ganas peso o no es lo que comes en general y de manera regular, no solo un componente individual como el postre. Por ejemplo, si te haces una cena con carne rebozada y patatas fritas, el total de calorías de esa comida proviene principalmente de la carne y las patatas, no de la pequeña porción de fruta que comas de postre.

También puede influir la hora en la que cenes, ya que, generalmente, se recomienda cenar al menos dos o tres horas antes de acostarse. Esto permite que tu cuerpo tenga suficiente tiempo para digerir los alimentos antes de ir a dormir y ayuda a evitar problemas digestivos y trastornos del sueño.

"Cenar mucho, graso y tarde, se tome o no fruta de postre, puede dificultar la digestión, incrementar el riesgo de obesidad y dificultar la conciliación del sueño", advierte Lucía Bultó, dietista-nutricionista y miembro de la Academia Española de la Nutrición y Dietética.

Cenar fruta ¿engorda sí o no?

Lejos de lo que muchos creen, cenar fruta no engorda. Y es que, "no existe ni la más mínima evidencia de que la fruta engorde si se toma de postre, es un bulo más", reconoce Bultó.

Por su parte, la Fundación Española de Nutrición (FEN) también apoya la falta de evidencia científica que respalde la idea de que comer fruta como postre cause molestias digestivas o contribuya al aumento de peso. 

Todo lo contrario. Las frutas son una excelente opción para la cena, especialmente aquellas que son bajas en calorías, ricas en fibra y contienen una variedad de vitaminas y minerales esenciales. Pero además, algunas tienen propiedades específicas que pueden ayudar a digerir mejor los alimentos, estimular el metabolismo y promover la relajación para un mejor descanso nocturno.

Lo que lo que realmente importa es el equilibrio general de tu dieta y no solo lo que viene en una comida específica. Cenar saludablemente, con una variedad de alimentos nutritivos entre los que se incluyan frutas, puede favorecer el descanso y ayudar a mantener un peso saludable a largo plazo.

Las 4 frutas clave para la cena

Ahora que ya has descubierto que comer fruta por la noche puede ser beneficioso, y no perjudicial, es hora de conocer cuáles son las frutas estrella para cenar: el kiwi, la piña, la papaya y la manzana. Estas frutas no solo están deliciosas, sino que también ofrecen una serie de beneficios específicos si las tomas como parte de una cena equilibrada.

• Kiwi. Esta pequeña fruta es un tesoro nutricional. Está cargada de vitamina C, antioxidantes y fibra, que favorecen la quema de grasas; y serotonina, una sustancia que promueve la relajación y ayuda a conciliar el sueño. Además, el kiwi contiene enzimas digestivas naturales que pueden ayudar a descomponer los alimentos y mejorar la digestión.

• Piña. La piña es conocida por su alto contenido de bromelina, una enzima que ayuda a descomponer las proteínas y facilitar la digestión, y que se ha relacionado con la mejora del metabolismo de las grasas. También es baja en calorías y rica en vitamina C, lo que la convierte en una excelente opción para una cena ligera con cualidades antioxidantes.

• Papaya. La papaya es famosa por sus propiedades digestivas gracias a la papaína, una enzima que ayuda a descomponer las proteínas y facilita la absorción de nutrientes. Además, es baja en calorías y rica en fibra, lo que promueve la sensación de saciedad, ayuda a prevenir el estreñimiento y mantener un sistema digestivo saludable.

• Manzana. Esta fruta de toda la vida es una opción muy buena para la cena. Es una de las frutas más saciantes gracias a su contenido en fibra soluble, especialmente la pectina, que ayuda a controlar el apetito, lo que te evitará los antojos nocturnos; a mantener niveles saludables de azúcar en la sangre y puede interferir en la absorción de grasas. 

Cómo incluir estas frutas en tu cena

Ya conoces las cuatro frutas que pueden ser muy beneficiosas para tu salud digestiva y descanso si las tomas por la noche, pero, ¿sabes cómo incorporarlas de manera efectiva en tus cenas? Pues tienes varias opciones.

Puedes disfrutarlas solas como postre, en yogures o batidos. Pero también, puedes añadirlas a tus platos, como una ensalada, y combinarlas con proteínas magras, como pollo o pescado, y carbohidratos complejos, como quinoa, para obtener una cena completa y satisfactoria. Un buen ejemplo sería una ensalada de pollo con kiwi, nueces y vinagreta de miel y limón.

Por tanto, la próxima vez que te preguntes qué comer por la noche, considera incluir kiwi, piña, papaya y manzana en tu menú para conseguir una cena saludable y nutritiva. Lo importante es cuidar tus hábitos alimenticios en su conjunto, que haya un equilibrio y prestar atención a la hora en la que cenas, en lugar de centrarte únicamente en un solo alimento de una comida.