Con el calor se dilatan las venas y empeora la circulación sanguínea.
El verano suele ser una mala época para las personas que sufren habitualmente los efectos de la mala circulación.
Con las altas temperaturas, las paredes de las venas se dilatan y hacen que la sangre no pueda regresar fácilmente hacia el corazón, con lo que la retención de líquidos empeora.
El líquido se acumula sobre todo en las piernas, porque el esfuerzo para hacer llegar la sangre al corazón es mucho mayor (piensa que va en contra de la gravedad). Esto puede provocar sensación de pesadez y cansancio, entumecimiento, hinchazón, dolor...
Estar quieto empeora las molestias
Cuando te mueves los músculos se contraen y, al hacerlo, ejercen una suave presión sobre las venas que facilita el retorno venoso. Por eso es tan importante que sigas un estilo de vida activo.
- No permanezcas sentado ni de pie mucho rato. Trata de cambiar de posición cada 20 minutos.
- Mientras ves la tele o lees en el sofá, mueve de vez en cuando los tobillos y los dedos de los pies.
- Si puedes, haz ejercicio en la piscina o pasea por la orilla del mar. Así activas la circulación.
Y si ya tienes molestias, acostúmbrate a practicar los ejercicios que te mostramos a continuación cada día y verás cómo te alivian.