La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica y crónica que se produce por un fallo en el sistema inmunitario. Las defensas atacan por error la mielina, una sustancia que cubre y protege las redes nerviosas. Es como si le quitas el plástico a un cable eléctrico.
Al dañar esta capa y quedar desprotegidas las conexiones nerviosas, la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo se vuelve más lenta o incluso se corta. No es una enfermedad minoritaria. Más de 55.000 personas en España viven con esclerosis múltiple.
Cada 5 minutos se diagnostica un nuevo caso en el mundo. Y a pesar de ello, el retraso en el diagnóstico de la esclerosis múltiple sigue siendo un hándicap. Es lo que critican los neurólogos, que piden más concienciación social y sanitaria.
La esclerosis múltiple es una enfermedad que se produce por un fallo en el sistema inmunitario
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En España se tarde uno o dos años en diagnosticar
Cada 30 de mayo se celebra el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple para intentar recordar lo importante que es la detección precoz. Esta enfermedad no tiene cura actualmente, pero sí tratamientos eficaces. Pueden ralentizar la progresión, la dependencia, y por tanto, mejorar significativamente la calidad de vida.
La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que cada año se diagnostican en nuestro país alrededor de 2.000 nuevos casos. El retraso medio en el diagnóstico y tratamiento es de entre uno y dos años y puede alcanzar hasta los tres años en al menos un 20% de los pacientes.
“Con una detección y diagnóstico temprano, podemos iniciar los tratamientos de forma precoz, lo que nos permite modificar la evolución natural de la enfermedad, retrasar la discapacidad”, insiste la doctora Ana Belén Caminero, coordinadora del grupo de estudio de Esclerosis Múltiple de la SEM.
Se está avanzando en terapias prometedoras para lograr encontrar una solución. Pero mientras tanto hay que vivir el día a día. Y por esta razón se insiste mucho en que tomemos conciencia de la señales y agilicemos los métodos de diagnóstico para que todo lo que podamos hacer, lo hagamos ya.
Cómo ha avanzado la detección
Además, en los últimos años han mejorado notablemente estas técnicas diagnósticas. El uso de neuroimagen, como la resonancia magnética, se ha vuelto más accesible, y aunque aún no existe un biomarcador único que confirme el diagnóstico, “se han logrado avances importantes, lo que permite diagnosticar con mayor certeza y evitar errores”, dice la doctora Caminero.
Prueba de ello es que en los últimos 10 años el número de personas diagnosticadas de esclerosis múltiple haya aumentado en más de un 22%. Sin embargo, aún es común que muchas personas se tengan que enfrentar largos periodos de tiempo antes de recibir un diagnóstico certero.
No es un problema tanto español como global. Hay mucho desconocimiento incluso entre los médicos. En un 68% de los países, se identifica la falta de conocimiento de los síntomas entre la población como una barrera clave. Un 59% de los profesionales de la salud también desconoce los aspectos clínicos de esta enfermedad.
Lo primero que hay que saber es que no es una enfermedad de viejos. “En España cada vez se diagnostican más casos en personas jóvenes, especialmente en adultos jóvenes entre los 20 y 40 años, que es la franja de edad en la que con mayor frecuencia debuta la enfermedad”, dice la experta.
Ese aumento no es que haya más casos, sino que afortunadamente hay más concienciación y más acceso a las técnicas de diagnóstico.
Una enfermedad que afecta más a mujeres
Otro elemento importante es que hay diferencia de género. Afecta al menos al doble de mujeres (69%) que de hombres (31%), aunque en estos últimos la evolución suele ser más agresiva.
“La esclerosis múltiple es una enfermedad de origen multifactorial, en la que influyen factores genéticos y ambientales. El factor de riesgo más relevante identificado hasta ahora es la infección por el virus de Epstein-Barr”, dice la neuróloga Caminero.
También se han identificado otros factores que aumentan el riesgo, como los niveles bajos de vitamina D, por escasa exposición solar, el tabaquismo o la obesidad durante la adolescencia.
“Aunque ninguno de estos factores por sí solo causa la enfermedad, su combinación junto con cierta predisposición genética por parte de los pacientes puede influir en su aparición”, añade.
qué síntoas tiene la esclerosis múltiple
Dependiendo de las zonas donde se interrumpe la comunicación nerviosa con el cerebro, los síntomas (y su gravedad) pueden variar considerablemente. Por eso, la enfermedad se manifiesta de manera diferente en cada persona y no sigue un patrón uniforme en cuanto a síntomas, evolución o severidad.
En algunos casos, se presenta con brotes y luego para, como si fuera un cable que no acaba de conectar bien. Mientras que en otros sigue un curso progresivo desde el inicio.
Los síntomas más frecuentes suelen ser debilidad, fatiga, entumecimiento en el rostro y/o extremidades, problemas de visión, espasmos musculares, dificultades de coordinación y equilibrio. El dolor también es un síntoma frecuente que sufren más de la mitad de pacientes.
“En los próximos años, avanzaremos hacia una medicina más personalizada, en la que cada paciente reciba la terapia más adecuada según su perfil y evolución. Dispondremos de tratamientos más eficaces, cómodos y seguros e incluso de terapias con capacidad para reparar parte del daño neurológico” destaca la neuróloga Caminero.
“Pero para que se pueda beneficiar, un diagnóstico temprano es esencial”, concluye.