Médicos españoles consiguen reducir hasta un 54% la mortalidad por insuficiencia cardiaca gracias a la telemedicina

El innovador cambio en el control de los pacientes con insuficiencia cardiaca en diez centros sanitarios españoles ha permitido que se reduzca la mortalidad a más de la mitad. Una extraordinaria mejora cuyos resultados presentan ahora para extender el sistema a otros centros.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

pacientes móvil

Mediante una aplicación en el móvil se controla mejor la insuficiencia cardiaca.

Hospital de Bellvitge

De todas las dolencias que puede tener nuestro corazón hay una que destaca con diferencia. Es la insuficiencia cardiaca. Para llevar bien el oxígeno a todo el cuerpo necesitamos que el corazón sea un músculo fuerte y que funcione coordinado para impulsar la sangre. Si está debilitado por la edad o por haber sufrido un infarto y haber quedado una parte inutilizada, bombea con menos fuerza.

La consecuencia es que no llega tanto oxígeno a las células. Además, como no consigue expulsar suficiente sangre, tampoco permite que entre más. Se acumula en otras zonas, como pulmones, piernas o hígado.

El resultado es sensación de ahogo, cansancio, mareo, pies hinchados, entre otras posibles complicaciones. Cada síntoma agrava el anterior. El paciente entra en un círculo vicioso. Se descompensa.

El paciente de insuficiencia cardiaca es un paciente frágil y que debe acudir con frecuencia al hospital por crisis puntuales. Todo esto puede cambiar gracias a un revolucionario control que ha liderado el Hospital Universitario de Bellvitge.

En qué consiste el sistema

Los médicos que han participado en poner en marcha este innovador sistema han demostrado que con telemedicina se puede abordar el problema de la insuficiencia cardiaca con mayor eficacia.

Para llevarlo a cabo han creado una aplicación de móvil muy sencilla de usar. Permite a los pacientes enviar diariamente desde casa una serie de datos: el peso, la presión arterial y las respuestas a unas pocas preguntas que hace el programa sobre el estado de salud.

Esta aplicación está tan bien diseñada que no ha habido problemas y la gran mayoría de pacientes han podido utilizarla independientemente de su nivel tecnológico. Los datos que envía se procesan en tiempo real a un grupo de sanitarios que los revisa en un programa informático y a los que les salta una alarma directamente si se detectan datos fuera de lo normal.

La mayoría de veces, en las horas antes de sufrir una crisis, los datos y síntomas ya anuncian su futura aparición. Eso permite que se llame al paciente para tomar medidas o una unidad vaya a la casa a tratar a tiempo y atajar el problema.

Un método de control más eficaz

Es un cambio de paradigma en la atención sanitaria: hemos pasado de la reacción a la proactividad, detectando descompensaciones antes de que se agraven”, ha destacado la doctora Cristina Enjuanes, una de las coordinadoras.

Este sistema de televigilancia se ha estado probando no solo en Bellvitge sino en otros nueve centros sanitarios de toda España, como el Clínico de Valencia, el Puerta del Hierro de Madrid o el hospital Central de Asturias.

Para analizar su repercusión se dividió a los pacientes, más de 500 participantes, en dos grupos. Uno recibió la atención habitual y otro utilizó la aplicación del móvil. Los resultados, que se acaban de presentar en la prestigiosa revista The Lancet Digital Heath, son concluyentes: con la telemonitorización se reduce un 70% los episodios de descompensación y un 54% la mortalidad.

No es solo un gran paso en la atención y bienestar de los pacientes, también en el sistema sanitario, que puede ahorrar mucho en recursos. La insuficiencia cardiaca es una de las enfermedades crónicas más habituales (afecta al 2% de la población) y con mayor impacto en la Sanidad.

telemedicina también para la depresión

No es el único estudio que está poniendo en valor la telemedicina. Se acaba de dar a conocer otro programa llevado a cabo en el Reino Unido para tratar la depresión. Se trata de una investigación con más de 200 pacientes que no habían mejorado con la terapia conversacional tradicional.

Estos pacientes siguieron entonces un programa de mindfulness que se dio por videoconferencia con lo cual facilitó la asistencia ya que era el monitor el que entraba en sus casas y no les obligaba a desplazarse. Se trataba de ocho sesiones.

Cuando se comparó el resultado respecto a aquellos pacientes que no siguieron las sesiones se observó que los síntomas de depresión habían disminuido de modo significativo.

“Validar este enfoque en formato online y grupal es un avance importante, ya que mejora considerablemente su escalabilidad: permite ofrecerlo a más personas, con menor coste”, ha comentado la investigadora María Serra-Blasco, miembro del programa de salud digital ICOnnecta’t.

“En España también se ha demostrado que esta terapia basada en mindfulness es viable y segura en atención primaria -ha explicado esta psicóloga en declaraciones a la agencia SMC-. Aunque no sustituye a los tratamientos convencionales, representa una herramienta prometedora.”