Aunque a simple vista no podamos apreciarlo, las superficies y los objetos que tocamos a diario pueden acabar provocando nuestro próximo resfriado, diarrea o infección en la piel si no somos precavidos.
Lo confirma un dato facilitado por el Servicio de Microbiología de la Universidad de Salamanca: casi un 40 % de los brotes de origen alimentario se producen en entornos domésticos.
Para evitarlo, toma nota de las estancias y rincones donde pueden acumularse las bacterias.
En la cocina
Según un amplio informe estadounidense, la cocina gana por goleada en presencia de bacterias que pueden enfermarnos. Por fortuna, puedes reducirlas si eres especialmente cuidadoso con:
1. Estropajos
Los estropajos son los utensilios de la casa que más bacterias contienen
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Estudios llevados a cabo por el Grupo de Docencia de la Sociedad Española de Microbiología concluyen que son los utensilios de la casa que más bacterias contienen. Pueden sumar, incluso, más que un inodoro.
- Para evitarlo, enjuágalos bien después de cada uso y déjalos secar.
- Tíralos cada 2 semanas, antes si están pegajosos, rotos o huelen mal.
2. Trapos y servilletas de tela
Tampoco están libres de microorganismos. Ir moviéndolos de un lugar a otro para la limpieza de diferentes superficies hace que bacterias como la E. coli (presente en nuestro intestino), el Staphylococcus aureus (habitual de la piel) o la Listeria (frecuente colonizadora de alimentos) se diseminen por todas partes, aumentando la probabilidad de contagio.
- Para evitarlo, deberías tener uno distinto en cada estancia de la casa.
- Lávalos al menos una vez a la semana, aunque no se vean sucios.
3. Utensilios de madera
Es un material muy poroso y que mantiene la humedad por lo que, aun lavándolos bien, es fácil que absorban los restos de alimentos y que las bacterias crezcan en ellos –sobre todo cuando están agrietados o con signos de desgaste–, contaminando la comida en los siguientes usos.
- Mejor opta por el bambú, pues se ha visto que cuenta con propiedades antibacterianas.
- A la hora de lavarlos, hazlo a mano con agua caliente, jabón y un chorrito de vinagre (que tiene propiedades desinfectantes), porque el calor del lavavajillas acelera su deterioro.
4. Microondas
Para acabar con las bacterias: limpia el microondas por dentro con un paño húmedo, tras cada uso
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Las bacterias pueden sobrevivir dentro de él porque el calor no las destruye, según un reciente informe publicado en Frontiers in Microbiology. De hecho, el número y tipo de bacterias presentes en este electrodoméstico es similar al que se encuentra en las superficies de cocina, sostienen los autores.
- Para acabar con ellas límpialo por dentro, tras cada uso, con un paño húmedo.
- Y hazlo más a fondo, una vez a la semana, calentando en él un bol con agua y un chorro de vinagre blanco 5 minutos. Deja que el vapor que se genera actúe 10 minutos.
En el baño
Los que permanecen húmedos mucho tiempo pueden contaminarse fácilmente. Presta atención a:
5. Esponjas y manoplas
- Enjuagarlas bien después de cada uso y dejarlas secar al sol reduce el riesgo de que las bacterias crezcan en ellas.
- Cámbialas regularmente: cada 3 semanas las naturales y cada 4-6 las sintéticas.
6. Alfombrillas
Tanto las que tenemos dentro de la bañera o la ducha para no resbalarnos como las que ponemos en el suelo, para usarlas tras el baño, reúnen todas las características para que los gérmenes habiten en ellas: acumulan restos orgánicos de la piel y del suelo, están mojadas y tienen una temperatura templada.
- Lávalas una vez a la semana en la lavadora (si son aptas), con un programa de agua fría para evitar que se deformen.
- En caso de ser de plástico, hazlo a mano con un detergente suave, y tiéndelas al sol hasta que se sequen por completo.
7. Cepillo de dientes
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Lava bien las cerdas tras cada cepillado, frotándolas con el pulgar durante unos segundos y sacúdelo para eliminar el exceso de humedad. Cada miembro de la familia debe colocarlo en un recipiente diferente en el que quede en posición vertical, para que se seque bien.
- Tampoco le pongas la capucha tras su uso, porque puede hacer que le cueste más secarse.
- Reemplázalo cada 3-4 meses, tanto si es manual como si es eléctrico.
- Y recuerda cerrar la tapa del inodoro antes de tirar de la cadena para que las bacterias no se diseminen.
En el salón
Presta atención a objetos que tocamos a menudo y que pueden acumular suciedad... se calcula que hasta 600 tipos de bacterias.
8. Mandos de la TV, móviles y tabletas
- Límpialos cada dos días, ya sea con productos especiales para su desinfección o con una solución de agua jabonosa, secándolos muy bien después con un paño de microfibra.