Un estudio reciente cuantifica el riesgo de las lámparas UV de secado de uñas semipermanentes

Los cabinas de rayos UVA para broncearse han sido cuestionadas en numerosos estudios médicos. La Organización Mundial de la Salud las ha desaconsejado por el riesgo de que puedan provocar cáncer. Sin embargo, hay poca información sobre los secadores de uñas, que también utilizan rayos ultravioleta.

Acaremos que los secadores de uñas no son equiparables con las cabinas de rayos UVA. Además de que el tamaño es obviamente diferente, los secadores de uñas usan una luz ultravioleta diferente para secar el esmalte semipermanente que se pone para embellecer las uñas.

Las lámparas de estos secadores son menos intensas y tienen un espectro diferente de luz ultravioleta. A pesar de ello, esos rayos también pueden penetrar de manera profunda en las células de la piel de nuestras manos. Y una investigación acaba de aportar datos que lo confirman.

Las lámparas ultravioleta sí tienen efectos

En 2020 se hizo un estudio poblacional en Estados Unidos para calibrar el riesgo de cáncer en menores de 40 años que acudía con frecuencia a centros de manicura y no se encontró ninguna relación. No había más casos de tumores por usar estos secadores de uñas.

Sin embargo, en 2023, un nuevo estudio de la Universidad de San Diego, quiso analizar los efectos de los rayos a nivel molecular. No estaba tan convencido de que esas rayos fueran inocuos.

Lo que encontraron los investigadores es que la luz ultravioleta de estos secadores puede dañar el ADN de las células humanas. Se puso una placa con células bajo una de estas bombillas de rayos ultravioleta en dos sesiones de 20 minutos:

• Cuando se volvió a mirar la placa, entre un 20% y 30% de las células habían muerto.
• Cuando se repitió tres días seguidos, el 70% de células habían muerto.

Ahora, un nuevo estudio, llevado a cabo por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, en Argentina, ha confirmado los potenciales riesgos analizando sus efectos no en el laboratorio sino en la calle. Descubrieron por ejemplo, que la enzima que produce la melanina ve sus funciones alteradas.

¿Hemos de dejar de usar estas lámparas?

Las lámparas son muy prácticas y de uso obligado. Las uñas semipermanentes no se pueden secar si no es con ellas. Este esmalte es especial, distinto al tradicional. Solo se endurecen con luz ultravioleta. A cambio, dura más y es más resistente a los roces.

Y si bien es cierto que las lámparas de secado se han cambiado para ofrecer en estos últimos años una luz aún más suave LED UVA, las pruebas confirman que no se ha resuelto el problema.

“Probamos que igualmente las lámparas más modernas provocan modificaciones químicas en moléculas de la piel, que están poco investigadas”, relata Mariana Serrano, una de las investigadoras argentinas.

También critican que no se advierten de estos riesgos en el manual de uso del producto. Son unas lámparas de venta libre y a un costo muy accesible. No dicen que no se utilicen, pero que “se indique del peligro por un uso no controlado”.

3 TRUCOS PARA aplicar EL esmalte semipermanente sin riesgo

Por tanto, si no quieres dejar de disfrutar del esmalte semipermanente, al menos minimiza los riesgos. Estos son tres trucos que te pueden ayudar a conseguirlo:

1. Prepara bien las uñas

Las uñas se secarán mejor si previamente las limpias y desengrasas con un limpiador o alcohol. Lima la uña para abrir la superficie. Mejorará la adherencia y evitará que la humedad atrapada cause hongos.

2. Usa capas finas, que reducen el tiempo.

Con unos 30 o 60 segundos bajo la lámpara tendrá suficiente. No alargues el tiempo por una precaución innecesaria.

3. Aplícate en las manos un protector solar para bloquear los rayos en el resto de la piel.

Es recomendable aplicar el protector solar 30 minutos antes. Además, es muy importante que te asegures de que la lámpara no esté vieja o dañada.

Pese a todo, la profesora Maria Zhivagui, de la Universidad de San Diego (Estados Unidos) y coautora del primer estudio, cree que el riesgo potencial supera los beneficios. “Si no dejas de usar los secadores, al menos sé conscientes de que no parecen tan inocuos. Yo he dejado de aplicarme este tipo de esmalte”.