¿No tienes las muelas del juicio? Un nuevo estudio revela su verdadera función para el organismo, hasta ahora desconocida

Las muelas del juicio son una reminiscencia de nuestros antepasados que parecía ya inútil. De hecho, muchos dentistas las extraen para evitar problemas. Sin embargo, nuevas investigaciones han descubierto que pueden ser un salvavidas ante futuras enfermedades y deberían preservarse.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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Muela del juicio

3d render de rayos X de mandíbula y muela del juicio

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Las muelas del juicio o terceros molares son unas piezas dentales innecesarias hoy para una correcta masticación. Son las últimas en aparecer, entre los 17 y los 25 años, y nadie las nota a faltar antes (de hecho, al 20% de la población ya no les salen). Eso es porque en la alimentación actual apenas se utilizan.

Fueron útiles a nuestros antepasados, con una dieta mucho más dura. Necesitaban refuerzos de masticación. Pero la evolución y el cambio de dieta ha hecho que la boca del los humanos sea más pequeña y esas muelas sobran. Es más, su aparición puede provocar problemas y dañar las otras piezas.

Por eso, en cuanto los dentistas intuían esa posibilidad, ofrecían al paciente la conveniencia de extraer las muelas del juicio. Se calcula que se las ha extraído un 30% de la población de la UE. Una recomendación que ahora podría ampliarse a tenor de las nuevas investigaciones que han encontrado una utilidad impensada de estas piezas dentales.

dentista sonrisa

Las muelas del juicio pueden ser un seguro de salud para los adultos jóvenes.

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Cómo pueden ayudar las muelas del juicio

El secreto de esa utilidad de las muelas del juicio está en su pulpa dental, esa parte interior de tejido vivo dentro de cada pieza dental. Allí se ubica el tejido conectivo, los vasos sanguíneos y los nervios. La pulpa envía nutrientes y células reparadoras a la parte dura y también señales de frío, calor o dolor.

Así lo destacan diversas investigaciones publicadas en la National Library of Medicine, entre ellas, la del Departamento de Odontología Preventiva y Comunitaria, K.D. Dental College and Hospital.

Desde principios de este siglo también se descubrió la presencia de células madre en las muelas de juicio. Estas células progenitoras son especialmente valiosas por tres motivos:

  • Son pluripotentes; es decir, que pueden transformarse en células especializadas muy diversas. Pueden llegar a ser, entro otros, osteoblastos (forman hueso), condrocitos (forman cartílago), hepatocitos (células del hígado), cardiomiocitos (del corazón) e incluso neuronas.
  • Alta capacidad de renovación: los estudios demuestran que, comparadas con las células madre de la médula ósea, tienen mucha mejor capacidad de regeneración.
  • Facilidad de conservación: son muy aptas para congelar y preservarlas en caso de que se necesiten en el futuro.

Qué ofrecen los odontólogos

Por tanto, los científicos han advertido que estamos ante un gran almacén de células “de repuesto”, que además están muy bien preservadas en las muelas y cuya extracción es fácil y mínimamente invasiva.

Las investigaciones con este tipo de células madre están avanzadas y muestran que son muy útiles en reparar una fractura ósea, en tratamientos neurológicos, como lesiones de la médula espinal, o también insuficiencia cardiaca (uno de los principales riesgos de mortalidad) y en diversos tipos de enfermedades genéticas. También se ha visto que puede ayudar a tratar el párkinson. En el futuro seguro que surgirán más aplicaciones.

Las nuevas generaciones de odontólogos ya están siendo enseñados para que no se precipiten en extraer las muelas del juicio, sin antes informar a los pacientes. Se han de extraer en centros especializados, que cada vez son más.

La extracción se ha de hacer en unas condiciones determinadas para que las células madre puedan criopreservarse inmediatamente y llevarse a un banco de células madre, que estará a disposición del paciente si fuera necesario.

¿Es necesario extraer las muelas del juicio?

Si queremos utilizar las células madre dentales, esa extracción de las muelas del juicio se ha de hacer sí o sí. No podemos dejarlas conservadas en la muela por dos motivos:

  • Con la edad se pierden: lo ideal es que se extraigan entre los 16 y los 25 años, cuando la pulpa dental tiene más células activas.
  • Pueden surgir complicaciones: cuando aparecen caries u otras infecciones se daña la pulpa y se pierde calidad celular.

¿Vale la pena extraerlas? No podemos negar que esta operación molesta. Además es costosa y mantener las células en un banco de células madre también supone un gasto (unos 1.000 euros la extracción y 150 euros anuales fijos).

Se trata de una inversión de futuro, un seguro. A su favor tiene que la medicina regenerativa personalizada no hace más que crecer.

Disponer de células madre propias es mucho más seguro y eficiente que depender de la voluntad de un donante, y cuya compatibilidad no siempre garantiza el éxito.

Cuándo se quitan las muelas del juicio

Menos dudas se plantea en aquellas personas a las que se les recomienda que se las extraigan para que no se vea perjudicada la dentadura. En esos casos, aprovechar la operación para preservar las células madre, es una opción que los padres (ya que se plantea a los adultos jóvenes) pueden regalar a la siguiente generación.

Normalmente, los motivos para recomendar extraer las muelas del juicio son:

  • Mal crecimiento: no tienen espacio. Quedan atrapadas entre el hueso y la encía y no salen bien. Hay riesgo de infecciones y suelen provocar dolor.
  • Mueven otras piezas: al abrirse camino provocan que las muelas adyacentes se muevan y queden mal colocadas.
  • Facilitan infecciones: son más difíciles de limpiar, eso hace que tengan infecciones más a menudo, que haya caries y que la extiendan a las piezas vecinas.