Es muy probable que, si hacemos una encuesta entre amigos o familia sobre cuál es su comida favorita, las coles no estén en el primer puesto, más bien al contrario. Sin embargo, atesoran multitud de beneficios nutricionales y son muy versátiles en la cocina: no solo puedes prepararlas hervidas o al vapor, también puedes usarlas para elaborar cremas, guisos, potajes, caldos... incluso puedes comerlas crudas en ensaladas.
Y es que las coles aportan vitamina C, potasio y muy pocas calorías. También tienen la ventaja de ser pobres en sodio, una característica que, combinada con su riqueza en agua y potasio, ejerce un notable efecto diurético.
Estas cualidades hacen que las coles sean especialmente recomendables para las personas con hipertensión, exceso de ácido úrico y problemas renales (como los cálculos).
Otro de sus puntos fuertes es su aporte de fibra, un nutriente que favorece el tránsito intestinal y aumenta la saciedad.
Estas son solo algunas de las ventajas que se pueden atribuir a las coles en general. Sin embargo, cada una de ellas aporta algo específico a la familia. A continuación, te mostramos los principales valores nutricionales de 7 tipos de coles y otras tantas razones por las que deberías incluir las coles en tu dieta.