La receta de cena fácil y ligera que puedes hacer en 10 minutos con pocos ingredientes y sin horno

Llega la hora de cenar y, después de un día largo de trabajo, no apetece pasarnos horas en la cocina. Tampoco se nos ocurre comernos un gran plato contundente y calórico, porque a esas horas debemos darle al cuerpo lo suficiente para nutrirnos y poder descansar bien toda la noche. Es por estas razones que buscamos una receta ligera, saludable y fácil de preparar. ¿Qué hacemos?

Si hay un alimento saludable, ligero, versátil y que gusta a todos (o casi) ese es el calabacín. Con esta hortaliza se pueden preparar un largo y variado listado de recetas como una tortilla de calabacín, hamburguesas de calabacín, también puedes añadirlo a pastas, potajes, arroces o ensaladas o preparar calabacines rellenos… Aunque la más rápida y sencilla de todas son las tortitas crujientes y sabrosas de calabacín.

Calabacín para cenar: sus propiedades y beneficios

Esta receta de la que te hablamos hoy es una opción ideal para las cenas, aunque yo me imagino comiendo estas tortitas como aperitivo del fin de semana. El calabacín es una hortaliza rica en agua y potasio que logra eliminar el exceso de líquido del cuerpo a la vez es rico en fibra, lo que favorece la floral intestinal y la digestión. Y atenta, porque la piel del calabacín es la que contiene la mayoría de propiedades.

Las tortitas de las que te hablamos hoy, además, se hacen al horno, por lo que no absorberán tanto aceite, lo que supone ingerir menos calorías y menos grasas.

La receta de tortitas de calabacín al horno

Ingredientes para 3 personas:

• 350 g de calabacín (uno grande)
• 2 huevos
• 2 cucharadas de harina 
• 100 g de queso para rayar (opcional)
• 1/2 cucharadita de polvo para hornear
• Aceite de oliva
• Sal

Elaboración de la receta paso a paso:

Empieza por lo importante: precalienta el horno a 200º con la opción de calor arriba y abajo. Mientras, lava el calabacín y córtales las puntas. Córtalo o ráyalo en tiras finas y sazónalo. Ponlo en un escurridor para dejar eliminar el exceso de agua. Aprovecha para raya el queso (si no lo has comprado ya rallado). El queso le dará el toque crujiente y un plus de sabor a las tortitas, pero es opcional.

Ahora debes añadir el calabacín y el queso en un bol grande. Incorpora los huevos, la harina y la media cucharadita de polvo para hornear. Sazona. Ahora mezcla todos los ingredientes, que se integren bien, hasta conseguir una masa homogénea.

Con la masa lista, coge la bandeja del horno y ponle papel de hornear. Engrásalo con un poco de aceite de oliva. Coge una cuchara, ¡llega el momento más divertido! Con la cuchara debes darle forma a la masa, como si fueran tortitas, ni muy finas ni muy gruesas. Te saldrán unas 6 unidades. Ponlas en la bandeja y mételas en el horno. Pasados unos 25 minutos, tus tortitas de calabacín ya estarán listas para servir y comer. 

¿Una salsa para acompañar?

Estos pequeños crujientes de calabacín puedes comerse solos, pero, si eres fan de las salsas y condimentos, puedes optar por degustarlos junto a salsas. Las mejores combinaciones son la de calabacín con salsa de yogur o calabacín y tomate confitado (mermelada de tomate). Ambas salsas las puedes encontrar en cualquier supermercado o prepararlas tú misma en casa fácilmente.