El hábito de las personas resilientes para superar las adversidades y los problemas y ser más feliz

Las personas resilientes, aquellas que se adaptan mejor a las situaciones adversas, coinciden en la misma estrategia. Es lo que han descubierto los expertos, que animan a seguir el mismo hábito para superar los problemas y ser más felices.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

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Las personas que superan mejor los problemas tienen un característica en común.

ISTOCK

La resiliencia es la capacidad que tienen objetos y seres para recuperar su forma cuando se los ha presionado. Los tallos de las plantas son un buen ejemplo. Los doblas y vuelven a su posición. Y esa misma capacidad la han adaptado los científicos al hablar de las personas que mejor se adaptan a los problemas y adversidades.

Las personas resilientes se caracterizan por no dejarse hundir ante los contratiempos. Buscan soluciones y si no las hallan se adaptan a las nuevas circunstancias, extrayendo lo mejor de la experiencia. Estas personas son especialmente buenas en la aceptación y el aprendizaje de experiencias difíciles.

¿Y cómo lo hacen? ¿Cómo consiguen esa habilidad para manejar la frustración y enfrentarse a los problemas? Los especialistas consideran que la clave está en un hábito en el que coinciden todos los resilientes y que podemos entrenar los demás para seguir su ejemplo. Se basa en el manejo del estrés a tu favor.

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Por qué es importante el estrés

El objetivo es conseguir que el estrés que podamos vivir en una situación preocupante se convierta en valor y que lo “socialicemos” lo más posible. Suena muy teórico y extraño, ¿no? Vamos a explicarlo por qué es mucho más simple de lo que parece.

La idea la describió la psicóloga Laura Cousino, de la Universidad de California, después de una anécdota que vivió en persona. En los días de estrés en el centro de investigación de la universidad, hombres y mujeres respondían de diferente manera. Ellos se encerraban en sus despachos. Ellas, traían café y galletas para incentivar reuniones de trabajo.

Era raro, porque todo lo que habían aprendido del estrés es que es una reacción instintiva, procedente de nuestro cerebro primigenio, que busca la protección. La reacción ante el estrés sería luchar o salir huyendo. Cousino profundizó en el tema y así descubrió que el 90% de los estudios sobre el estrés se habían hecho con y por hombres.

Así se abrió otra vía de investigación desconocida: el lado social del estrés. El estrés también incita a unir y hacer piña ante la adversidad. Tiene lógica. Este estrés que incita al cuidado de otros es también un instinto de supervivencia. Piensa en los padres que hacen lo imposible por rescatar a sus hijos, incluso poniendo en riesgo su propia vida.

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El hábito que practican los resilientes

Volvamos a las personas resilientes. Lo que han comprobado estudios posteriores es que esta gente que se adapta mejor a la adversidad usa el estrés para conectarse con otras personas. No son solo las mujeres. También los hombres tienen esa habilidad.

Esta teoría no dice que el estrés siempre conduce a la protección y al cuidado de los otros. Ya sabemos que el estrés también puede hacer que nos enfademos y nos pongamos a la defensiva. Lo que dice la profesora Cousino es que el estrés puede conseguir que unas personas sean más valientes y se preocupen más por los otros. Refuerza las relaciones sociales.

Ese cambio en la manera de afrontar el estrés también provoca cambios en la química de nuestro cuerpo. Como bien sabes, el estrés genera hormonas como la adrenalina y el cortisol, que nos ponen en alerta.

Si el pensamiento que transmitimos desde el cerebro es el del cuidado y compañerismo, si buscamos la socialización, la cosa cambia:

  • Lo que aparece es la oxitocina, que incentiva la sensación de conexión, felicidad y empatía. También inhibe la sensación de miedo que se crea en el cerebro.
  • Otra hormona que se libera es la dopamina, la hormona de la recompensa. Activa la motivación y también reduce el miedo.

Cómo convertirte en resiliente

Es decir, que los resilientes consiguen que la situación tensa se convierta en una ola de dopamina y oxitocina, con lo cual:

  • Son más optimistas respecto a la situación y a cómo afrontarla.
  • Aumenta la motivación y tienen menos miedo.
  • Consiguen más autocontrol y mejorar el tipo de respuesta.

Cómo podemos conseguir esta habilidad. Jason Shen, un experto de la Universidad de Stanford que se dedica a asesorar a empresas, ha ofrecido varios consejos para convertir el estrés en refuerzo social:

  • Reúne a otras personas afectadas por el mismo problema. Por ejemplo, si hay amenazas de despido en tu empresa. Hacer piña, como cuando te acurrucas junto a otros en una tormenta.
  • Abraza. Busca contactos positivos. Abrazos, muestras mutas de afecto que formen oxitocina y ayudan a autocalmarnos.
  • No abandones tu círculo de amistades. Mantén el círculo de amigos de verdad, aquellos que te apoyarán y que quieren de verdad lo mejor para ti.