José Luis Marín López, psiquiatra: “Ver al menos 3 árboles desde tu casa, vivir en un barrio con un 30% de zonas verdes y estar a 300 m de un parque reduce el riesgo de malestar psíquico”

El bienestar personal también depende del entorno. Varias investigaciones científicas han demostrado que cumplir la regla del 3-30-300 reduce hasta siete veces el riesgo de sufrir malestares. El psiquiatra José Luis Marín López explica en qué consiste.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

Psiquiatra José Luis Marín López
joseluismarinpsiquiatra.com

Un 80% de la población española vive en entornos urbanos, la mayoría con poco acceso a zonas verdes. El desplazarnos a estos ambientes de ladrillo en las ciudades ya sea por preferencia o necesidad profesional, nos ha alejado de la conexión con la naturaleza.

Esto, que en un principio no parecía especialmente relevante, se ha convertido en un problema de bienestar social. Los espacios verdes no solo pueden y deben embellecer nuestras ciudades y espacio de vida, también desempeñan un papel fundamental en el bienestar psicológico.

La exposición habitual a ambientes verdes tiene repercusiones en la reducción de nuestro nivel de estrés y en la reducción del riesgo de enfermedades como la ansiedad y la depresión. El doctor José Luis Marín López, un reputado psiquiatra que lucha ahora por una visión más integradora de su especialidad, destaca mucho la importancia de la vegetación.

Chica en parque escribiendo

Esta regla apunta la importancia de las zonas verdes en nuestro entorno.

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En qué consiste la regla del 3-30-300

El doctor Marín ha explicado que se ha establecido una regla sobre cómo ha de ser la interrelación mínima que hemos de tener en nuestra casa o piso con los espacios verdes. En una en una entrevista al podcast ‘Lo que tú digas’ ha explicado este regla del 3-30-300. Señala la importancia para el bienestar emocional de conseguir:

  • Poder ver 3 árboles desde tu ventana o el balcón de tu casa.
  • El 30% de tu barrio ha de tener zonas verdes.
  • Tienes que estar a menos de 300 metros de un gran parque.

“No es solo una idea bonita. Se ha demostrado científicamente que la población que tiene acceso a esta regla tiene muchísimo menos riesgo para su salud mental”, ha dicho el psiquiatra.

En España solo entre el 30% y 40% de la población consigue cumplir esta regla. La mayoría no vive en una vivienda que tenga estas condiciones.

Los estudios avalan esta norma

El no cumplir las regla 3-30-300 tiene repercusiones tangibles:

  • Multiplica hasta por siete el riesgo de presentar sufrimiento psíquico otra vez”, advierte el doctor Marín Hay varias investigaciones que lo confirman, investigaciones publicadas en revistas de prestigio, con la misma metodología científica que otros estudios médicos y que nos inducen a recetar medicamentos.

“Sin embargo los estudios científicos de las zonas verdes son no llegan a las universidades”, lamenta este experto. ¿Por qué no tienen tanta repercusión como los estudios que promueven la medicación?

Solo en los últimos años, a raíz de la pandemia, hubo una llamada de atención respecto al problema. Aunque se diluyó entre todos los otros motivos de estrés y ansiedad que provocó la covid y el confinamiento.

Entre estos estudios a los que hace referencia el doctor Marín cabe destacar una investigación realizada en el Reino Unidos con datos de más de 10.000 personas durante 18 años. Concluyó que las personas que se habían trasladado durante ese periodo a zonas con más espacios verdes tenían mejor bienestar mental.

Otro estudio, publicado este mismo año en Cataluña, reveló que las escuelas con áreas verdes a menos de cien metros tenían menos casos de conductas agresivas.

Los beneficios de exponernos a la naturaleza

“Los espacios verdes urbanos son cada vez más importantes. Mas de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas”, confirmaba Stephanie De Keijzer, doctorada en espacios verdes de ISGlobal.

En un informe hecho para este organismo, De Keijzer señalaba que los seres humanos tenemos una necesidad intrínseca de conectarnos con la naturaleza y con otras formas de vida. Esta conexión porta varios beneficios:

  • Las personas en entornos verdes tienen más autoestima, mejor estado de ánimo y menos estrés.
  • La consecuencia de menos estrés es mejor capacidad de concentración, atención y estado emocional.
  • Los espacios verdes incentivan la actividad física y las interacciones sociales, que repercuten también en el bienestar emocional.
  • Reducen la exposición a otros factores ambientales estresantes, como la contaminación, tanto del aire como acústica.

Niños y ancianos, especialmente afectados

Todos estos factores, como se ha visto en el estudio de las escuelas, son especialmente importantes entre la población infantil. Los niños son los más sensibles a la falta de zonas verdes. Otros estudios también han apuntado a menos casos de niños hiperactivos y de falta de atención cuando estos niños vivían en entornos naturales.

También en las personas adultas de más edad se ha visto una relación significativa. Uno de los principales estudios, avalado por médicos de la Universidad de Harvard, encontró que las mujeres de entre 54 y 91 años que vivían en barrios más verdes de una ciudad tenían un 13% menos de riesgo de depresión que las que vivían en los barrios más urbanos.

La población en los países occidentales está envejeciendo. Es solo cuestión de tiempo que estos problemas se hagan más evidentes. La doctora De Keijzer argumentaba que las administraciones han de considerar la importancia de los espacios verdes urbanos.