María Barado Piqueras, Profesora de Farmacia: “Un error muy común es aplicar el protector solar justo antes de salir. Lo ideal es ponérselo media hora antes”

La llegada del buen tiempo nos saca a todos de casa y nos invita a pasar más tiempo al aire libre. La subida de las temperaturas anuncia, además, el inicio de la temporada de playa. Es también el momento de tomar medidas de protección solar. 

La exposición a la radiación ultravioleta (UV) tiene un impacto en la piel y en la salud, ya que un exceso puede desembocar en un cáncer de piel. Por esta razón, debemos limitar el tiempo que pasamos al sol y tomar algunas precauciones.

La profesora de la Facultad de Salud de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y experta en farmacia y dermocosmética, María Barado Piqueras, explica cuáles son las medidas que debemos tomar y desmiente algunos tópicos sobre el uso de protectores solares. 

¿Por qué tenemos que protegernos del sol?

Lo primero que hay que saber es que el exceso de sol puede ser perjudicial para la piel, especialmente con los fototipos que tenemos en España. Lo más importante es acudir a tu farmacia, donde el personal podrá recomendarte cuál es tu fototipo de piel y cuál es el protector solar ideal para ti.

¿Qué es exactamente el fototipo?

El fototipo es una clasificación basada en el color de piel, pelo y ojos. Hay una escala del 1 al 5.

• El tipo 1 es el de piel blanca, pelo claro y ojos claros. Estas personas necesitan una fotoprotección muy elevada, como un SPF 50+.
• El tipo 5 corresponde a personas de raza negra, que también deben protegerse, pero pueden usar un SPF 20.

¿Existe algún caso en el que no sea necesario usar protector solar?

Actualmente hay corrientes que promueven consumir determinados alimentos con vitaminas antioxidantes para protegernos desde el interior. Pero eso no tiene evidencia científica sólida y, a día de hoy, no es lo más recomendable.

Entonces, ¿todas las personas deberían usarlo?

Cien por cien. Y siempre, identificando muy bien el fototipo de piel. Eso es fundamental.

¿Y si alguien usa un SPF más alto del que le correspondería?

No pasa nada de forma inmediata. Sin embargo, si se usa todo el año un fotoprotector muy alto con un fototipo que no lo necesita, puede reducir la síntesis de vitamina D en la piel.

¿Esto confirma el mito de que usar protector impide absorber la vitamina D? 

No del todo. El protector bloquea los rayos ultravioleta, que son los responsables del daño en la piel, pero estos también intervienen en la síntesis de vitamina D. Como no usamos protector todo el año y vivimos en un país con bastante sol, con una exposición moderada al aire libre es suficiente para sintetizar la vitamina D.

¿Se debe usar protector también en días nublados?

Sí, siempre hay que usarlo. Aunque el día esté nublado, las radiaciones atraviesan las nubes.

• En días con alto índice UV, hay que aumentar el nivel de protección.
• En invierno u otoño, aunque el riesgo sea menor, conviene usar al menos un SPF 15 o 20, sobre todo en el rostro.

¿Y si solo estamos 15 minutos al sol?

También hay que usar protector, porque ayuda a prevenir el envejecimiento y otras enfermedades de la piel.

¿Cada cuánto tiempo hay que volver a aplicarse protector?

Aproximadamente cada hora. Y si te bañas o te secas con la toalla, hay que reaplicarlo inmediatamente.

Existen protectores físicos y químicos. ¿Cuál es la diferencia?

Los físicos actúan como una barrera sobre la piel y reflejan la radiación. Los químicos actúan desde el interior, absorbiendo la radiación. Los físicos se recomiendan en personas con alta sensibilidad, como niños o personas con piel muy clara, porque se ven al aplicarse y es más fácil saber cuándo renovarlos.

¿Y para personas mayores?

Depende del fototipo, pero se recomienda evitar exposiciones directas porque hay mayor deshidratación y otros factores que afectan.

¿Qué errores solemos cometer al aplicarnos el protector?

• Uno muy común es aplicar el protector justo antes de salir. Lo ideal es ponérselo media hora antes.
• También es importante aplicarlo en todas las zonas necesarias, sobre todo en las más sensibles como el escote o el rostro. Y seguir una rutina: limpieza, hidratante, y luego el protector solar. Entre productos, dejar unos 2 o 3 minutos para que se absorban bien.

¿Existen otros mitos que conviene desmentir?

Sí, el de que no hace falta protector si se consumen ciertos alimentos. Actualmente hay corrientes que promueven consumir determinados alimentos con vitaminas antioxidantes para protegernos desde el interior. Pero eso no tiene evidencia científica sólida y, a día de hoy, no es lo más recomendable. Está bien consumirlos, pero no sustituyen al fotoprotector.

¿Hay ingredientes en los protectores que debamos evitar?

Antes sí, pero muchos han sido retirados. Algunos ingredientes combinados con medicamentos podían causar alergias solares, sobre todo en productos infantiles. 

¿Existen alternativas al protector solar de farmacia?

No hay alternativas que lo sustituyan. En farmacia se garantiza la tolerancia y seguridad del producto. Existen comprimidos complementarios para personas fotosensibles, que pueden tomarse un mes antes del verano, pero siempre deben usarse junto al fotoprotector.