Qué son los pilares de Jung, la base sobre la que asientan su vida las personas más felices

El doctor Carl Jung, uno de los padres de la psicología moderna, hizo al final de su vida un balance de qué cosas llevan a la felicidad. El tiempo y la ciencia le han dado la razón. Desde Harvard lo han reivindicado como el camino a seguir.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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Un sabio monje tibetano dejó dicho que la decisión de sentirnos felices o desgraciados es nuestra. Tenemos la capacidad mental de adaptar nuestro pensamiento, sean cual sean las circunstancias, para ver la botella medio llena y no medio vacía. Otro sabio, el psiquiatra suizo Carl Jung, explicó cómo podemos llenar la botella de felicidad.

El doctor Jung fue alumno de Freud y es uno de los padres de la psicología. Términos como introvertido y extrovertido o el sentirse acomplejado fueron todo ideas suyas. Hacia el final de su vida describió “los cinco pilares de la buena vida”.

Vistas en perspectiva, décadas después, sus enseñanzas no podían ser más actuales. Lo reivindica el profesor de Harvard Arthur Brooks, experto en comportamiento y felicidad.

Cuáles son los pilares de Jung

El profesor Brooks, como el sabio tibetano que mencionamos y como el doctor Jung, coincide en que la felicidad no es un estado emocional que aparece y desaparece en nuestra vida. No somos seres pasivos. Es una habilidad que se puede cultivar y desarrollar.

Por eso Brooks ha querido reivindicar la figura de Jung como maestro de la felicidad. Un año antes de su muerte, en 1961, el doctor Jung compartió estos cinco pilares para lograr la felicidad:

  • Tener salud física y mental. Como establece el dicho, “mens sana in corpore sano”. Se pueden buscar estrategias para ser feliz en la enfermedad, pero es cuidando cuerpo y mente como estableceremos las bases para ser plenamente felices.
  • Gozar del arte y la naturaleza. Aprender a ver y disfrutar de la belleza que podemos encontrar en las cosas no materiales y que tenemos a nuestro alcance. Desde una puesta de sol a una canción.
  • Tener buenas relaciones personales. El doctor Jung creía que los amigos, la familia y la pareja dan felicidad. Él estuvo casado 52 años, hasta que enviudó. Años después, investigadores de Harvard confirmaron que las relaciones sociales son fundamentales para tener una vida feliz y longeva.
  • Tener un trabajo satisfactorio y nivel de vida adecuado. El profesor Brooks señala que hoy se es más específico y se habla de “trabajo significativo”. Para que el trabajo te llene has de sentir que logras algo valioso y que aportas un servicio a los demás.
  • Una creencia religiosa o filosófica que te ayude en la adversidad. Jung consideraba que, ante los problemas y desgracias que surgen, necesitamos un mecanismo que nos permita entender por qué pasan y nos dé herramientas para superarlos. Para tener una buena vida hemos de conseguir poner esos baches en perspectiva.

Ideas para ponerlos en práctica

El profesor Brooks, en un artículo en la revista The Atlantic, defiende que estos pilares ya son “una guía sorprendentemente práctica para ser más felices”. No obstante, aporta algunas ideas propias para aplicar al día a día estos pilares de Jung.

  • Avanza hacia la felicidad. No esperes felicidad pura. La emoción va y viene, y lo que hemos de hacer es llenar lo más posible de momentos felices la vida.
  • ¿Qué hago con el dinero? Recuerda la frase: no es más feliz quien más tienen sino quien se conforma con lo que tiene. La felicidad no es ganar cada vez más, sino sentirse apreciado y útil en el trabajo. Si ganas mucho, más de lo que gastas, apoya a familiares y amigos.
  • La felicidad es amor. Quiere a los que te rodean. Las relaciones profundas son las que aportan. Esto enlaza con el punto anterior. Brooks enfatiza la importancia de la gratitud y la generosidad como pilares para alcanzar la felicidad. Ser generoso con los demás aumenta nuestro bienestar emocional y fortalece las relaciones con los otros.
  • Actitud positiva y resiliente. Enfrentar los desafíos con optimismo y perseverancia es fundamental. Las insatisfacciones no pueden hacerse crónicas. Hay que quejarse menos. Es cuestión de perspectiva. ¿De verdad estás peor que un niño palestino, que una mujer afgana? Y sin embargo, también hay momentos de felicidad en esas vidas. Piénsalo.
  • Pasa más tiempo en la naturaleza. Los estudios científicos han confirmado que rodearnos de naturaleza tiene efectos benéficos mentales y físicos. Pasea por parques y bosques.
  • Disfruta las aficiones. Rodéate de arte: pintura, literatura, música, cine, baile. Seguro que hay algo que te llena.

Buscar el sentido de la vida

El aspecto que el doctor Jung aporta al final de su vida que puede crear más dudas es el religioso. Sobre todo en una sociedad que cada vez es más secularizada como la nuestra. Parece que creer en Dios ya no está de moda.

En círculos progresistas se relaciona con actitudes de superioridad. Hay quienes consideran que hoy son los emigrantes los que llenan los centros religiosos. O se atribuye la religión a conductas conservadoras e inmovilistas.

Sin embargo, no estamos hablando de esto. Cuando Jung habla de creencias religiosas también se abre a pensamientos filosóficos. Puedes creer en la ciencia como propósito de vida. Una interconexión sin que haya un dios concreto detrás.

Para el profesor Brooks también es fundamental encontrar un sentido a la vida para experimentar la felicidad genuina. Y no tiene que ser en un más allá. Ese sentido puede ser simplemente nuestras pasiones, valores y metas personales.

Lo importante es que encuentres un sentido de propósito, que te ayuda a levantarte cuando caigas. Puede ser, simplemente, algo tan grande como ayudar a que el mundo sea un poco mejor para todos.

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