La nutricionista Boticaria García alerta sobre las tortillas envasadas: "Fíjate bien en la etiqueta porque no todas son iguales"

Sería difícil encontrar a alguien a quien no le guste la tortilla de patata (casera). Pero ¿qué pasa con la tortilla envasada? Todas parecen muy similares. Sin embargo, la Boticaria García nos enseña a diferenciarlas y a elegir la mejor.

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Eva Carnero

Periodista especializada en bienestar y nutrición

Actualizado a

Tortilla de patata

La tortilla de patata es uno de los platos favoritos de la mayoría de la gente. 

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Cada vez tenemos menos tiempo para cocinar, y muchas veces, el poco que nos queda preferimos dedicarlo a otro tipo de menesteres. Agarrándose a esta costumbre, la industria alimentaria lleva décadas elaborando productos alimenticios con los que conciliar dos elementos: por un lado, la falta de tiempo; y por otro, comer de forma saludable. 

Con este telón de fondo, una de las ofertas más socorridas por la mayoría de los hogares son las tortillas de patata envasadas. Y es que, resulta de lo más tentador llegar a casa, abrir la nevera y coger la tortilla y calentarla sin más en el microondas o la sartén.

Ahora bien, como cualquier plato que no ha sido preparado con tus manos, la tortilla envasada plantea dudas acerca de su calidad y, sobre todo, cuáles son los criterios para elegir la más saludable.

Consejos de la Boticaria García

Una vez más la nutricionista y divulgadora científica nos proporciona algunas recomendaciones básicas, pero muy útiles para saber cómo elegir o cómo descartar una tortilla de patata de los lineales del supermercado. Algo que puede resultar bastante complicado, teniendo en cuenta la ingente cantidad de oferta disponible.

Tal y como explica en su perfil de Instagram, más allá de si eliges una tortilla con cebolla o sin ella (algo muy personal), lo importante es que te fijes en la lista de ingredientes y en la proporción de los principales, es decir, del huevo y la patata.

En este sentido, la Boticaria García asegura que la mayoría de las tortillas contienen una proporción de huevo que va entre el 20% y el 30%, aproximadamente. De modo que si comparas, aquellas que superen este porcentaje, siempre serán mejor. 

Por otro lado, es importante poner atención en el tipo de aceite con el que se ha elaborado. Según la Boticaria, la mayoría de las veces se emplea de girasol. Si encuentras alguna que se haya preparado con aceite de oliva, esa es tu opción. 

En cualquier caso, lo que la experta destaca como aspecto en el que fijarse es el porcentaje que representan el huevo, la patata y la cebolla respecto al conjunto de los ingredientes. En el caso de la tortilla que muestra en el vídeo, todos esos ingredientes suman un destacable 98%. 

Sabrosa, pero ¿saludable?

Aunque la tortilla de patata no es el paradigma de un plato saludable, lo cierto es que tampoco podemos hablar de que sea una receta prohibitiva. De hecho, si no se abusa, no plantea ningún problema. 

Además, también podemos tener en cuenta ciertos aspectos para cocinarla del modo más saludable. En este sentido, te sugerimos que tengas en cuenta los siguientes consejos:

  • Reduce la cantidad de sal que le echas. Una tortilla de tamaño medio suele llevar unos 15 g de sal. Una cantidad que triplica la recomendación de consumo diaria de la OMS, fijada en 5 g de sal al día. Por tanto, si bajas este ingrediente, estarás dándole un gran impulso a tu salud cardiovascular. Y si se resiente tu paladar, siempre puedes añadir especias que le aporten sabor. Poco a poco, te acostumbrarás y no echarás de menos la sal. 
  • Usa muy poco aceite. Los expertos recomiendan freír las patatas y la cebolla en muy poco aceite, mejor tapadas con una tapadera, y usando siempre una grasa de calidad como es el aceite de oliva virgen extra. De esta manera, ya no estaríamos hablando de una fritura y habremos conseguido reducir mucho el aporte calórico del plato, el cual es una de sus "pegas" nutricionales. 
  • Más claras que yemas. Por último, una de las maneras de reducir el colesterol que aportan los huevos es sustituyendo alguno de ellos solo por la clara. Por ejemplo, podemos hacer una tortilla de 6 huevos, con 4 huevos completos y 3 o 4 claras. El resultado será una tortilla más proteica. Además, hay que recordar que el huevo es uno de los alimentos que contienen proteínas de alta calidad.

Versiones menos convencionales

La gastronomía española no se entiende sin la tortilla de patata clásica (con o sin cebolla), la de toda la vida. Ahora bien, desde hace un tiempo esta receta está siendo versionada con diferentes opciones en las que se sustituye las patatas por verduras como el calabacín, la calabaza, los pimientos o la berenjena. 

Unas alternativas rechazadas por los defensores de la tortilla clásica, pero que ofrecen nuevos sabores y en definitiva, una experiencia gastronómica diferente y que desde el punto de vista nutricional contiene menos hidratos de carbono, al mismo tiempo que potenciamos la fibra, las vitaminas y los minerales. 

Otro tipo de innovación en la tortilla es añadiendo especias como cúrcuma o curry. Te sorprenderá el giro tan grande que da. Además, aporta sus propiedades antiinflamatorias. También casa muy bien con el orégano.