Desde el momento en que se rebasa la fecha probable de parto, las embarazadas y sus familias suelen iniciar un recorrido de visitas para el control de la gestación, con no pocos temores, dudas e incertidumbres, a los que se suman las opiniones y los consejos contradictorios que reciben a diario.
Un embarazo normal dura 40 semanas desde la fecha de la última regla (técnicamente llamada FUR) o nueve meses (meses lunares). Pero en la naturaleza no existen los plazos fijos: se considera normal que el bebé nazca entre las 37 semanas (259 días) y las 42 semanas (294 días). Un bebé prematuro es el que nace antes de la semana 37 y el parto postérmino (o embarazo prolongado), el que sucede tras las 42 semanas cumplidas.
Eso no significa que un bebé que haya nacido antes o después de este período vaya a tener problemas con seguridad. La mayoría nacen sanos, pero el riesgo se va incrementando a medida que el nacimiento se aleja de este lapso de tiempo considerado normal.
Si el parto no llega en la semana 40
En primer lugar, es importante tratar de conservar la calma. Habitualmente, cuando se traspasa el umbral de la semana 40 empiezan los nervios y las preocupaciones. Muchas mujeres han pensado que su parto va a ser antes de la fecha, por una idea preconcebida, una sensación interna, o porque han tenido las pequeñas contracciones habituales en la última fase de gestación (pródromos de parto), que preparan el útero pero no son de parto.
Cuando se traspasa el umbral de la semana 40 empiezan los nervios y las preocupaciones
Tener a toda la familia y el entorno social o laboral preguntando cada día si el parto ya ha comenzado puede ser una fuente de estrés considerable para la futura madre. Para eliminar angustias innecesarias, es importante tener en cuenta que cada bebé necesita un tiempo para completar su maduración –que es distinto en cada caso– y que, por lo general, la mayoría de ellos acaba naciendo antes de la semana 42.
Cálculos y rectificaciones
¿Por qué se retrasa el parto? La causa más frecuente, y lo primero que hay que descartar, es un mal cálculo de fechas. Habitualmente, la gestación se calcula a partir de la fecha de la última regla. Si los ciclos no son regulares, el “retraso” puede deberse a un error de cálculo.
Cuando una mujer tiene ciclos largos, la ovulación ocurre más tarde, y el tiempo de gestación va a ser menor. Por ejemplo: si tenía la regla cada 35 días en vez de cada 28, estará en la semana 41 en lugar de en la semana 42.
La edad gestacional verdadera se puede calcular con mayor exactitud cuando se hace una ecografía en el primer trimestre de embarazo. Cambiar la fecha de gestación mediante una ecografía realizada en una fase posterior, en el segundo o tercer trimestre, puede inducir a error, ya que a las 7-12 semanas todos los bebés tienen un tamaño, una forma y una estructura ecográfica similares, pero estas pueden ir variando considerablemente de una semana a otra.
La edad gestacional verdadera se puede calcular con mayor exactitud cuando se hace una ecografía en el primer trimestre
Con esa primera ecografía se puede saber si la gestante está de 7, 10 o 12 semanas, y “recalcular” una fecha teórica en base al tamaño del embrión.
Más adelante, cada bebé evoluciona de manera diferente. Puede haber variaciones importantes en el tamaño; si un bebé de 32 semanas tiene el tamaño de uno de 31 en la ecografía, esto solo nos indica que, en ese momento, es un bebé un poco más pequeño, aunque está dentro de la normalidad.
Después quizás acelere más su crecimiento que otro que en ese punto tenga unas medidas por ecografía correspondientes a la media de 33 semanas. Es tan normal el bebé que en el momento del parto pesa 2.700 g, como el que pesa 3.850.
Algunas mujeres tienen un sangrado en el inicio del embarazo que suele ser más escaso que una regla, aunque ellas lo identifican como menstruación. Sin embargo, su verdadera “última regla” previa al embarazo ocurrió un mes antes.
Si fue un manchado escaso o corto, pudo corresponder a un sangrado de implantación del embrión en la cavidad del útero. En ese caso, puede haber un error en el cálculo de la fecha.
Otras causas de embarazo prolongado real son multifactoriales. Algunos de ellos son tener un antecedente de otro embarazo largo o tener sobrepeso. Se estima que los verdaderos embarazos prolongados son menos del 3- 4%.