La actividad física es importante para nuestra salud y nuestro bienestar mental. En eso están todos los médicos de acuerdo. Y la Organización Mundial de la Salud establece que deberíamos ejercitarnos entre 150 y 300 minutos por semana. La intensidad más moderada o menos dependerá de la edad y las condiciones físicas de cada uno.
Sobre lo que puede haber más dudas es cuándo y cómo realizar este ejercicio. Eso puede depender de los beneficios que busquemos. En todo caso, nunca a última hora del día, ya que entorpece que el cuerpo se prepare para un buen descanso.
El mejor horario para hacer deporte
Lo que han visto los estudios es que dependiendo de que lo hagamos a una hora u otra, nuestro metabolismo está más preparado para unas acciones u otras.
- Si practicas ejercicio por la mañana es más fácil reducir grasa, sobre todo abdominal. Y da igual que comas mucho o poco, siempre se quema proporcionalmente más calorías a esas horas.
- Si practica ejercicio por la tarde o noche te irá mejor para aumentar la fuerza muscular y la resistencia. Pero el metabolismo no es tan efectivo en la recuperación y quema de grasas acumuladas en el cuerpo.
La siguiente pregunta es qué tendríamos que comer antes de realizar ejercicio. Sabemos que no podemos entrenar en cuanto hemos acabado de hacer una comida copiosa. El cuerpo necesita concentrar sus energías en hacer la digestión.
Si entrenas por la mañana lo adecuado es entonces un desayuno ligero. Algo de fruta, frutos secos o cereales. Sin embargo, cada vez se extiende más la moda de no tomar absolutamente nada y hacer el ejercicio en ayunas. ¿Tiene sentido?
¿Es saludable hacer deporte en ayunas?
Desde un punto de vista de salud, hacer deporte con el estómago vacía sí puede tener sentido, siempre que hablemos de hacer un ejercicio moderado, como caminar o hacer yoga. No es sano forzar mucho el cuerpo sin haber repuesto energía desde muchas horas antes.
Nuestro cuerpo está adaptado a hacer ejercicio en ayunas. Desde el hombre de las cavernas, las ganas de comer aumentan la producción de orexina, un neurotransmisor que estimula el movimiento y nos mantiene alerta. Cuando hemos comido, baja la orexina, nos entra sueño y queremos descansar.
Pues bien, la orexina puede ayudarnos a que el metabolismo juega a favor de nuestra salud. “La primera ventaja del ejercicio en ayunas es que puede mejorar la flexibilidad metabólica”, explica la fisioterapeuta Beatriz Carpallo, profesora de la Universidad de San Jorge. La flexibilidad metabólica es la capacidad con la que nuestro cuerpo produce energía por diversas vías, ya sea a través de la grasa o la glucosa.
Qué beneficios aporta
Según explica la profesora Carpallo en un artículo en The Conversation hay tres beneficios especialmente importantes:
- Mejora el estado general de salud. Obligas al cuerpo a utilizar las reservas de grasas. Aleja el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión o el colesterol alto.
- Reduce la inflamación del cuerpo, que provocan la obesidad y el exceso de grasa, de un modo más eficaz. Es lo que se conoce como inflamación de bajo grado. Si afecta al cerebro, por ejemplo “aumenta la fatiga y disminuye los niveles de dopamina, la hormona que nos motiva a hacer cosas”, dice Carpallo.
- Ayuda a reducir el azúcar en sangre. El ejercicio en ayunas activa una proteína, la GLUT-4, que ayuda a captar el azúcar, colabora así con la insulina, que es la hormona que controla los niveles de glucosa.
A quién se recomienda este ejercicio
Si hacer ejercicio en ayunas te supone un sacrificio, has de tener claro que es un esfuerzo innecesario. “De momento, no parece ofrecer ventajas extra en aquellos individuos que llevan una vida activa, hacen ejercicio regularmente y mantienen una dieta saludable”, aclara la fisioterapeuta.
Sí puede ser una manera de mejorar su metabolismo de aquellas personas con obesidad, que llevan tiempo de vida sedentaria. Pero la recomendación es que primero se asesoren con un médico sobre la idoneidad de poner en marcha esta práctica.
Por ejemplo, a las personas con diabetes, hipoglucemia o tensión alta no les va a suponer un beneficio de salud sino todo lo contrario. Aumenta el riesgo.
No olvides que, en general, el consejo es que nos mantengamos activos, comamos sano y variado, y no intentemos forzar nuestro cuerpo más allá de sus posibilidades.