Así afecta el estrés a la boca y los dientes

El estrés aumenta el riesgo de problemas bucales como el bruxismo, pero también favorece la inflamación de las encías, la periodontitis, la boca seca, la caries o el mal aliento.

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Cómo afecta el estrés a la salud bucodental
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Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El estrés afecta a muchos aspectos de la salud y la bucodental no es ninguna excepción.

Sin embargo, cuando hablamos de estrés y boca o dientes solemos pensar únicamente en el bruxismo, el trastorno oral que más se asocia con los nervios.

Pero hay muchas otras patologías bucales cuyo riesgo aumenta con el estrés. Por ejemplo, se sabe que la hormona cortisol que se genera cuando estás bajo presión está relacionada con la inflamación de las encías y la periodontitis.

La vuelta al trabajo, al colegio y a la rutina es una etapa en la que debemos estar especialmente atentos a las señales que te envía tu boca porque los nervios pueden pasarnos factura.

Los expertos en odontología de Tiiz explican cuáles son las patologías orales más comunes causadas por el estrés y cómo podemos evitarlas.

Herpes labial

Es una patología muy común que, según la Organización Mundial de la Salud, sufren dos tercios de la población mundial.

El virus se contagia por contacto con una persona infectada o con sus objetos personales. Y una vez te has contagiado no desaparece nunca y puede activarse puntualmente.

La razón de que no desaparezca es que permanece agazapado entre las neuronas y listo para atacar en un proceso que se conoce como reactivación.

Y una de las principales causas de que se reactive es el estrés (también la fiebre o las quemaduras solares).

Síndrome de la boca seca

Es la forma popular de referirse a la xerostomía. En esta patología se debilitan las glándulas salivales.

Más allá de la molesta sensación de sequedad que genera, la falta de saliva tiene consecuencias más graves en la salud bucal:

  • La saliva tiene una función de limpieza y su ausencia favorece la proliferación de bacterias, aumentando el riesgo de caries.

Aunque la xerostomía puede estar provocada por la diabetes, la toma de algunos medicamentos o los cálculos de riñón, el estrés actúa como detonante final:

  • El estrés contrae los vasos sanguíneos que van a las glándulas salivales, con lo que no reciben tanta agua procedente de la sangre y no producen saliva.

Enfermedades periodontales

Los expertos de Tiiz señalan que el estrés emocional afecta al sistema inmunológico y favorece el desarrollo de la placa bacteriana.

  • La hormona del cortisol generada en situaciones de estrés puede aumentar la inflamación y el sangrado de las encías (gingivitis).
  • Y con la gingivitis aumenta también el riesgo de infección y de enfermedad periodontal, que puede llegar a provocar la pérdida de piezas dentales.

Caries y mal aliento

El estrés está muy relacionado con la ansiedad por comer y, en concreto, con la ansiedad por el dulce.

Llevadas por los nervios, son muchas las personas que buscan consuelo en la ingesta de dulces y bebidas azucaradas.

Un comportamiento que tiene un efecto nefasto en tu salud porque favorece la obesidad y la diabetes, pero que también aumenta el riesgo de caries y mal aliento.

  • El consumo de azúcar genera ácidos en la boca que crean las condiciones idóneas para que actúen las bacterias que provocan la caries y se genere mal aliento.

Bruxismo

El bruxismo es una de las consecuencias más comunes del estrés, ya que nos lleva apretar los dientes de forma inconsciente, en especial durante el sueño.

Esta presión, que puede llegar a ser cinco veces más fuerte de la que realizas al masticar, puede provocar desgaste del esmalte dental, dolor en la mandíbula o sensibilidad dental.

El bruxismo también es causa de cefaleas recurrentes.

Evita que el estrés afecte a tu salud bucodental

Los expertos de Tiiz recomiendan estos tres consejos para que el estrés no acabe afectando a tu salud bucodental.

  • No te saltes los cepillados aunque comas en la oficina. "Recuerda cambiar el cepillo de dientes de tu neceser cada mes. Este tiene menos ventilación que el que usas en tu casa, puesto que en la oficina lo guardamos directamente", aconsejan.
  • Relaja la mandíbula. Si notas que tensas mucho la mandíbula y no puedes controlarlo acude a un especialista para que valore si sufres bruxismo. "Tienes que ser consciente de que aprietas e intentar relajar la mandíbula. Nosotros podemos ayudarte con las consecuencias y ponerle freno al daño bucal, sí, pero el trabajo de darte cuenta de esa tensión e intentar rebajarla es tuyo", señalan.
  • Come sano y bebe agua. Estos consejos, junto con una correcta higiene bucal, son tu mejor seguro para evitar patologías orales.

Por supuesto, hay que actuar sobre el origen del problema que es el estrés. Son muchas las estrategias que existen para combatirlo y si no lo consigues por tu cuenta busca ayuda.