¿El estrés te está haciendo engordar? Las señales de que tu barriga es por estrés

Las personas que sufren mucho estrés tienen niveles elevados de cortisol en sangre, una hormona que aumenta los antojos por el dulce, ralentiza el metabolismo y favorece la hinchazón abdominal.

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Unos niveles elevados de cortisol a causa del estrés favorecen el aumento de peso.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El estrés puede hacerte engordar básicamente por dos razones: por el efecto negativo del exceso de cortisol, la hormona del estrés, en el peso o porque te empuja a tener conductas poco saludables a la hora de comer.

Pero no solo eso, el estrés también puede provocarte hinchazón abdominal. Este síntoma es propio de intolerancias alimentarias, trastornos digestivos que causan gases o algunos fármacos, pero también puede estar provocado por estrés. En algunas personas los efectos del estrés van más allá de la hinchazón abdominal y sufren dolor de barriga, náuseas, vómitos o digestiones pesadas cada vez que pasan por una situación de nervios, un trastorno que se conoce como dispepsia funcional.

Cómo afecta el cortisol al peso

Cuando estás estresado, el hipotálamo del cerebro activa el sistema de alarma del cuerpo estimulando a las glándulas las glándulas suprarrenales para que liberen una oleada de adrenalina y cortisol.

La adrenalina aumenta la frecuencia del corazón y la presión arterial; mientras que el cortisol, la principal hormona del estrés, eleva los niveles de glucosa en la sangre para darle a tu cuerpo esa energía extra que necesita en situaciones de estrés.

Cuando el estrés disminuye porque la amenaza que lo provoca ya no está, la adrenalina desaparece y caen los niveles de glucosa en sangre. En ese momento el cortisol se pone en marcha para reponer la energía gastada y el cuerpo te pide más azúcar, que es energía rápida. Por eso muchas personas tienen antojo de algo dulce cuando están  nerviosas. El problema es que el azúcar tiende a almacenarse y por eso engorda.

Es un círculo vicioso: el estrés libera cortisol que, a su vez, te lleva a comer más azúcar y, en el caso de las personas que sufren continuamente estrés, a aumentar de peso.

Pero el estrés no solo engorda, también favorece la distensión abdominal, inflando doblemente la barriga.

Por qué el estrés hincha la barriga

Cuando estás estresado circula más cortisol en sangre y el cerebro libera mayor de cantidad de neuropéptido Y. La combinación del cortisol con este neuropéptido es nefasta porque hace que los depósitos de grasa se almacenen en el abdomen creando una especie de reserva.

Además, este neuropéptido dificulta la saciedad, con lo que tienes más apetito de lo normal y una mayor apetencia de alimentos ricos en carbohidratos. Estos alimentos hinchan más porque generan estreñimiento.

Conductas provocadas por el estrés que te engordan

Al margen del efecto del cortisol en el peso a largo plazo, muchas personas que sufren estrés tienen hábitos dietéticos poco saludables y una mala relación con la comida que las lleva a engordar:

  • Ansiedad por comer. El estrés puede llevarnos a comer con ansiedad e ingerir en poco tiempo alimentos poco saludables con el único objetivo de calmar los nervios. Es lo que se conoce como hambre emocional.
  • No hacer ejercicio. Las personas muy estresadas no acostumbran a tener tiempo para nada y es habitual que sean sedentarias.
  • Dormir poco y mal. El estrés suele ir asociado a problemas para dormir y estos pueden provocar aumento de peso. Cuando descansas se liberan hormonas que controlan el apetito y el gasto energético. Si duermes bien se mantiene el equilibrio entre la grelina (hormona que genera sensación de estómago vacío) y la leptina (hormona que inhibe la sensación de hambre). Sin embargo, la falta de sueño hace que aumente la concentración de grelina y que disminuya la de leptina, por eso tras una mala noche tienes más hambre y te apetecen alimentos con azúcar, como los dulces.

Cómo calmar ansiedad por comer

Si el estrés te empuja a comer de más, las siguientes estrategias te ayudarán a combatir la ansiedad por comer:

  • Haz ejercicio. La falta de tiempo no debe ser una excusa porque el ejercicio es uno de los principales pilares para combatir el estrés y el aumento de peso. El ejercicio quema grasa y genera endorfinas que mejoran el ánimo.
  • Elige alimentos saludables. Los alimentos ricos en grasas o azúcares no son más reconfortantes aunque te lo parezca. Cuando te aceche el hambre opta por frutas como el plátano, un puñado de frutos secos, un par de dátiles...
  • Alimentación consciente. El mindfulness nutricional es un gran aliado para comer justo lo que necesitas. A grandes rasgos, consiste en concentrarse en cada bocado para disfrutar de la comida. Esa atención plena es muy eficaz contra el estrés.
  • Intenta relajarte. Ya sea practicando yoga, leyendo un libro o viendo una película, es importante dedicar un tiempo de desconectar para que el cerebro descanse de los pensamientos estresantes.