Hay formas de reducir la grasa de platos como el cocido o la crema de calabacín y disfrutarlos sin pensar en la dieta o en el peso.
Se da por inaugurada la temporada de platos de puchero, las cremas, sopas... Uno de los más socorridos es el cocido de garbanzos. Su receta es una de las más completas, ya que incluye proteínas de alta calidad, fibra, carbohidratos y, por supuesto, grasas.
Hay muchas y deliciosas maneras de reducir la grasa de platos como el cocido o la crema de calabacín y disfrutarlos sin remordimiento alguno por si tu peso se resiente.
Guarnición de manzana en lugar de patatas
Sustituye las patatas fritas por una compota de manzana. En los platos de carne encaja de maravilla. Además, el toque de canela le aporta un sabor muy especial.
Eliminando las frituras estaremos reduciendo notablemente las calorías del plato al mismo tiempo que cuidamos de nuestra salud cardiovascular.
- Un dato: Aunque la canela acompaña normalmente a los platos dulces, en los países orientales es habitual en las carnes de cordero y de pollo.
UILIZA tofu PARA ESPESAR
Hay una variedad de tofu llamada Silken o Soft tofu que es un tipo de tofu con más agua que el habitual y con una textura tipo puding. Es una opción ideal para sustituir los lácteos en la cocina y especialmente para espesar cremas y salsas.
Tiene una textura suave y un sabor neutro que lo convierten en un buen comodín.
- Un dato: hacer uso de este tofu enriquece el plato aportando una buena cantidad de proteínas vegetales.
Elimina la grasa antes de guisar
Puedes reducir mucho la grasa de estos platos cociendo la carne, el chorizo, la morcilla... por separado, antes de echarlo a la olla.
También puedes pasarlo por la sartén, sin aceite a fuego medio, de esta manera irá perdiendo la grasa sin que el sabor que tanto te gusta se resienta.
- Un consejo: Si vas a preparar un cocido de garbanzos, recuerda ponerlos en remojo la noche anterior. Si donde vives el agua lleva mucha cal, añade una cucharadita de bicarbonato sódico.
Sustituye el queso por requesón
Si eres del club de los amantes del queso, puedes reemplazar de vez en cuando tus taquitos de queso habituales por un trozo de requesón.
Este alimento procede del suero del queso, pero es mucho más sano, ligero, con menos calorías y con menos grasas.
- El requesón aporta 7,3 g de grasa cada 100 g, la mitad que el queso fresco y cinco veces menos que un queso curado, uno de cabra, un roquefort o un queso tipo Cabrales.
Verdura en lugar de morcilla
Para muchos la esencia de un guiso de cuchara es incluir unos trozos de carne, chorizo o morcilla.
Sin embargo, para aligerar estos platos, una buena idea puede ser sustituir todos esos alimentos de origen animal por apio, zanahorias, puerro, boniatos y otras verduras que aporten sabor al plato.
Si echas en falta algo de carne, apuesta por el pollo o sigue nuestros consejos para desengrasar la carne.
Espesa las salsas con frutos secos
Muchas recetas, especialmente las que preparamos en invierno, tienen como protagonista la salsa que acompaña al ingrediente principal y, una de sus virtudes más valorada suele ser la textura.
Normalmente, empleamos carnes o embutidos para dar consistencia a las salsas. Sin embargo, para hacerlo sin aumentar mucho la cantidad de calorías, puedes picar un puñadito pequeño de frutos secos y añadirlo al guiso.
- Almendras, nueces o avellanas suelen encajar bien en las salsas para platos de carne.
Corrige la acidez sin azúcar
Los guisos de carne, sobre todo los de caza o los que llevan tomate, suelen tener un punto ácido que corregimos con azúcar con el consiguiente aporte calórico.
Para corregir el sabor sin aumentar la carga calórica de la receta, lo mejor es usar una gran cantidad de cebolla y zanahoria, dos verduras con capacidad para endulzar el plato.
- Un consejo: debes cocinarlas de manera suave y continua.
Añadir vino suma calorías
Aromatizar los guisos con vino o brandy es una costumbre que añade un sabor muy agradable a las recetas de puchero. Pero, si no los empleamos correctamente aportarán demasiadas calorías a nuestros platos.
Lo ideal es añadir el alcohol cuando el guiso esté hirviendo y dejar que se cocine durante unos instantes con la tapa abierta, para que una parte de éste se evapore. De esta forma, se eliminan las calorías sin renunciar al sabor.
- Importante: Nunca cocines con un vino del que no te beberías una copa. Si escatimas con la calidad, puede que eches a perder todo el guiso.
No pongas nata a las cremas de verdura
Calabacín, puerro, apio, cebolla y.... ¡ya está! Evitemos incluir patata, queso, leche y nata líquida. Sí, es cierto de que dan una textura más densa y suave. Pero, en cuanto al sabor no tiene nada que envidiar.
- Esta crema no solo es más ligera también será más saludable, ya que en lugar de las grasas saturadas de los lácteos, nos quedamos con la fibra, vitaminas y minerales de las verduras.